"El mar de mi alma"

¿Porque el mar sale de mis ojos?

¿Por qué el mar sale, como en un huracán, cuando éste se desborda sin piedad sobre la costa, de mis ojos gastados?

Bien sé yo que el agua es vida, y no hay más nada que adore más esta mujer que el océano.

Es un mundo, un universo, es mi hogar, donde hallo yo una calma absoluta, que me mantiene fresca y viva.

Entonces ¿Porque duele cuando este mismo, que conforma mi alma, que la llama, escurre por mis mejillas?

No lo aguanto más, beberlas todas y callar… debo sacarlo, pues temo, que al ser este mar de incertidumbre, dolor y miedo, tan grande para que mi corazón lo aguante, termine ahogándome.

Me siento triste a ratos, una tristeza profunda que no logro explicar, un calvario y ya no puedo más.

Me duele, duele mucho. Me duele el alma, el cuerpo, la mente, me duelen mis padres, me duele mi hermana, me duelen los que me quieren… Me duelo yo.

Quisiera que alguien me  estrechara y me susurrara con cariño que todo va a estar bien, que saldré de esto, como siempre lo hago. Pero, muy en el fondo, yo se que no será suficiente.

Sonrío siempre, y así todos me conocen, una muchacha alegre, risueña, de risa escandalosa que se contagia, pero hace tiempo que deje de ser así.

Si, río, sonrío y demuestro serenidad, más no por que en verdad la sienta. Si no porque no quiero demostrar lo contrario, simplemente no se como exteriorizar.

Evito mirarme en el espejo, no tanto por no sentirme bonita, si no porque veo la tristeza en mí y no me gusta. Fue al inicio un pequeño brote, que traté de ignorar. Pero se ha apoderado por completo, como un demonio y no me deja vivir, me desgarra desde dentro, susurrándome lo terrible persona que soy, la decepción que represento.

Me hace odiar personas, envidiarlas, despreciarlas… ¡Esa no soy yo! me grito, tratando de recobrar el control, pero no puedo hacerlo.

Y, le temo… le temo mucho.

Hace tanto que no lloraba así, mucho últimamente, no me siento suficiente en nada, incluso en las cosas que hago con pasión, por las que por tanto tiempo luche; las fuerzas me abandonan.

Mis amigos, mi familia, aunque no lo saben, tratan de animarme; diciéndome que soy una muchacha fuerte, inteligente, obstinada, que siempre lucha por lo que quiere. Y, yo, solo puedo recordar a la chica que hace tiempo fue así, respondiendo con una sonrisa.

Y se  que intentan, aunque de forma inconciente, salvarme de el tormentoso océano que me llena la garganta, con sus acantilados rocosos que me cortan desde dentro.

Pero es ya muy profundo y, creo.. que olvidé como nadar.

Me llenan de amor y me procuran, me impulsan hacia adelante, pero la corriente me arrastra, me hunde.

Y sus manos salvadoras parecen lejanas, yo no puedo sostenerla, por más que lo desee.

Me arrastran las lágrimas, llenas de sal, más y más, mar adentro, hasta mi propio interior, de donde no puedo escapar.

Por ahora, sólo puedo dejarme llevar, mirando al cielo, tratando desesperadamente revivir una esperanza muerta.

Se que necesito ayuda, pero me he alejado tanto, que mis gritos se pierden en esa inmensidad, borrados por sonrisas falsas.

Oh,mi alma. Mi propio azul, mis mares azotados por mi tonto e insulso dolor.

La chica que amaba el oceano, ahora le teme.

Polynesoul ®