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  Dándole la espalda has seguido avanzando en la dirección que habías tomado en un principio. Luego de un par de metros has volteado a mirarlo una vez más. Al enfocar tus pupilas en él te diste cuenta de que ya no estaba solo. Un gato negro que descansa en su pecho le lame la nariz. El muchacho ha despegado sus parpados. Sus irises son esmeraldas:

- ¡Milena! Gata loca ¿Cuántas veces te tengo que decir que no vengas a interrumpir mis siestas?

Le ha pasado una mano por el lomo a modo de caricia. Luego sujetando al felino se ha puesto en pie. Te ha notado. Tú has querido abandonar el perímetro, pero él te detuvo:

- ¡Alto ahí! Yo te conozco

- No, no para nada- has movido tus palmas expresando negación

- Si, definitivamente te conozco- acercándose a ti te ha examinado de pies a cabeza- Eres muy linda, tu altura es perfecta y tus proporciones correctas... mmm...- ha depositado la gata en el suelo- debes ser alguna nueva modelo que mi madre ha contratado... Dime, cuál es tu nombre...

- Elizabeth Queen

- ¿De enserio? No puede ser... ¡Hermanita!- colocando sus brazos entorno a tu cintura te ha estrechado en un fraternal abrazo. A continuación, apartándose un poco, ha colocado sus labios en tu frente. Es notablemente más alto que tú- Lo siento tanto... no te he reconocido. Es que la fotografía tuya que me ha dado tu padre se ve algo borrosa- del bolsillo interno de su saco ha extraído un cartoncito rectangular- Mira...

Se trata de una foto que te has tomado a tus catorce años de edad. En ella luces un viejo vestido que deja al descubierto tus tobillos.

- Aggghhh, mi padre...

- Hermanita Liza, ven vayamos a mi casa, bha, mejor dicho a nuestra casa... te enseñare tu habitación, yo mismo la he seleccionado, se encuentra en frente a la mía.

Tirando de tu mano te ha llevado por una callecita paralela hasta la enorme casona. En el transcurso del viaje, en lo único que has reparado ha sido en tu reciente y nuevo apodo. Tu hermanastro en verdad te resulta hospitalario y cariñoso, tal vez un poco en exceso...

Al quedar enfrentada a la residencia Rook te percatas de la magnitud de su tamaño. Solo en la parte frontal has contado 50 ventanas. Tu hermano, al advertir tu asombro, se ha burlado:

- Cierra la boca o de lo contrario me aprovechare de esa abertura...- se rio con un dejo de malicia, tú ignoraste el significado de aquella frase y juntos ingresaron a la mansión.

Han pasado frente a una sala descanso cuya mesa de centro se halla atestada de bosquejos. Alrededor de esta se encuentran ubicados un diván y un amplio sofá, ambos ocupados por dos jóvenes diseñadores. Uno de ellos, él que permanecía recostado en el diván, te ha echado una furtiva mirada:

- Laurence... ¿Quién es la muñeca?

- ¿Muñeca?- ha pronunciado tu hermanastro- Marcos... infeliz, que ni se te ocurra colocar tus espantosas creaciones sobre su delicado cuerpo ¡Ella es mía!- sentenció tomándote repentinamente entre sus brazos.

Te has desconcertado al no comprender que tintes va adquiriendo la conversación. Por otro lado... La expresión de Marcos se asemeja a la de un perro rabioso... sus almendrados ojos se tornan rojizos al mirar el petulante rostro de Laurence. Sus enardecidos ojos combinaban a la perfección con sus desordenados mechones carmesí.

El muchacho que se halla cruzados de piernas en el sillón aún no emite palabra. Está totalmente abstraído en sus propios pensamientos. Ausente. Sus parpados se van desvaneciendo progresivamente sobre sus nubladas pupilas. Su ondulado cabello cae su rostro. Tu hermanastro le ha hablado:

- Oliver... ¡Oliver!

Él joven ha vuelto en sí y algo adormecido ha dicho:

- Ehh, ehh ¿Qué pasa?

- Oliver... me haces el favor de poner en su lugar a este salvaje- con su semblante señala despectivamente al el audaz pelirrojo.

- Ma... Marcos- continua somnoliento- Deberías controlar un poco tu ímpetu...

- ¡Oliver!- le recrimina Marcos- Creí que estabas de mi lado.

- Lo estoy... es solo que... tan...tanto ruido me esss...tresa- Finalizada la frase se ha desvanecido sobre el sofá y se ha puesto a dormir hondamente.

- ¿Ves?¿Ves lo que provocaste?- ha dicho Marcos casi en un susurro...

- Ven Liza, vámonos, estorbamos aquí...

Subieron un par de escaleras y atravesaron unos cuantos pasillos hasta arribar en tu cuarto:

- Hemos llegado... Bien, te dejaré sola, seguramente deseas descansar. Recuerda que mi pieza es la de enfrente... Nos vemos- Te ha dado un beso en la mejilla y se ha retirado por el extenso corredor por el cual han venido.

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Aquí es en donde tú intervienes, escoge una opción:

Si deseas conocer tu habitación ve a C5

Si tu curiosidad es demasiado fuerte y decides meterte en el cuarto de tu hermanastro ve a B5 


♥ ♡CHESS, The Game of Love♡ ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora