Capítulo I

8K 557 205
                                    


Narra la protagonista


-. Olympia!- una señora me estaba abrazando con todas sus fuerzas, aplastando mis costillas, sentía que se me iban a romper -. TU ERES-

Después de aquello me desperté por el ruido de los gorriones en mi ventana, la luz del sol entraba, mientras una sirvienta entraba en la habitación abriendo las demás ventanas y diciéndome los planes de hoy.

-. Señorita, hoy tiene que prepararse después del desayuno lo antes posible, tiene que ir a la coronación del Príncipe Arturo. - dijo mientras yo me levantaba y ella me ponía la bata de andar por casa -. Hoy tiene que verse especialmente bien, es una invitada de honor. - La mire y afirme con mi cabeza mientras iba yendo al comedor.

Al llegar al sitio encontré a mi madre leyendo pergaminos y libros, con unas grandes ojeras. -. Mama, deberías descansar más, ya has leído muchas veces esos libros, no va aparecer algo nuevo por arte de magia - mire a mi madre mientras me sentaba y comenzaba a comer -. Buen provecho.

-. Olympia Stanford! Que manera es esa de hablarle a tu preocupada madre?! - Golpeo la mesa-. Tu madre se preocupa por ti y tu la tratas así - se levantó para ir hacía mi y tirarse encima, casi nos caemos hacia atrás pero el mayordomo agarro la silla.

-. Madamme Stanford, es la 6 vez que hago esto está semana, al final podría hacerle daño a nuestra joven maestra - Cloud, nuestro mayordomo es algo raro, no parece envejecer nunca, aun así el ha Estado cuidando de mi desde que llegue, y tiene el carácter para llevarle la contraria a mi madre, quien es una Duquesa.

-. Es solo que es tan linda!!! - Después de desayunar subi las escaleras, y las sirvientas me bañaron con leche y Rosas, luego me maquillaron y me pusieron.

Cuando terminaron de arreglarme, baje para encontrarme a Cloud, quien me escoltó hasta el carruaje donde mi madre se encontraba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando terminaron de arreglarme, baje para encontrarme a Cloud, quien me escoltó hasta el carruaje donde mi madre se encontraba.

-. Te ves hermosa, eres la joya más bella y hermosa de todo este universo - sentí mis mejillas sonrojarse por lo que dijo mi madre mientras ella se reía y me estiraba los cachetes.

-. AY! Ya mam- Antes de terminar me metio una galleta en la boca y me calló.

Al llegar al Palacio, me puse una capa con capucha y salí corriendo -. Nos vemos luego mama! - Entre al Palacio y baje las escaleras mientras los guardias me perseguían, hasta que me choque con algo suave.

-. Joven maestra, pero que Honor tenerla hoy aquí -al escuchar esa voz saque mi cabeza de donde la tenía para ver qué efectivamente me había chocado con la persona que buscaba, Merlín, y donde tenía la cabeza antes era su pecho. -. Veo que tiene prisa, viene por lo de la otra vez? Si es así, dejame llevarte al sitio. - los guardias estaban apuntó de alcanzarnos pero Merlín nos teletransporto a su guarida.

-. Debería tener más cuidado - me senté en una butaca que se encontraba en la habitación llena de papeles y muchos artículos de magia. -. Hoy te ves más decaída de lo normal - levanto mi mentón con el dedo índice de su mano izquierda, mientras su mano derecha quitaba mi capucha. -. Estas triste por Arturo? - Al escucharla decir eso casi me caí de la butaca.

-. Claro que no! Por que tendría que estar triste? Va a ser un gran Rey - mire hacía otro lado mientras recomponía la postura. -. Dejando el tema aparte, lo tienes?

-. El que? Ohhh te refieres la pocion en la que llevó trabajando 2 años para que puedas cambiar tu apariencia como quieras? Sí la tengo - Sonrió para mostrar un pequeño frasco, cuando lo iba a tomar ella se movió. -. Creo que primero tienes que decirme algo.

-. Gracias Merlin! -Esta sonrió y me dio la poción. La tome entre mis manos, las cuales temblaban de la emoción, esto sería lo que me daría libertad, un pequeño frasco era mi salvación. Al tomar su dulce líquido, sentí un pequeño destello y Merlin me acerco un espejo.

Las lágrimas no dejaban de fluir y bajar por mis mejillas, era normal por fin podría salir sola, por fin podría salir de aquella mansión, era libre. Mi piel ojos y todo en sí era de lo más normal, del mismo color pero sin ningún reflejo, sin ningún brillo. Sonreí y toque mi nuca para que la sonrisa se borrará.

En mi nuca tenía una Perla enorme incrustada, y al tomar esto pensé que también desaparecería pero no era así.

-. Hay que irnos, la ceremonia es dentro de 10 minutos - asentí y limpie mis lágrimas para tocar el brazo de Merlin, quien nos teletransporto cerca de la ceremonia, esta adopto la forma en la que todos la conocían, un viejo feo con capucha que nunca mostraba su cara.

Al ser una de los 7 pecados capitales esta no podía revelar su identidad.

-. TODOS SIENTENSE- Al llegar al sitió con mi madre me senté, la ceremonia había comenzado. Arturo entró a la capilla con el respectivo traje de coronación. Se veía perfecto , durante todo el proceso de la coronación no podía dejar de verlo, ni yo ni nadie.

-. Saluden al nuevo Sol de Camelot, EL REY ARTURO! - Grito el sacerdote mientras todos nos levantabamos. -. SALUDOS AL SOL DE CAMELOT, VIVA EL REY ARTURO! - Gritamos para luego hacer una reverencia incando nuestra rodilla.

Después de la ceremonia estábamos en el Salón donde se celebraría la fiesta, y Arturo estaba rodeado de personas así que fui a una esquina con mi madre y nos sentamos.

-. Me gustabas más con tu brillo - Comentó haciendo pucheros mientras bebía una Copa de vino tinto.

-. Pues yo creo que me veo bonita de las dos formas - sonreí y la abrace, nos reíamos mientras un sirviente llego con una nota la cuál me fue entregada.

"Ven al jardín, a nuestro escondite "

Entre cerré los ojos, y me despedí de mi madre por un momento. Me dirigí hacía el único escondite que sabía y ahí lo ví, mirando el Atardecer, al verlo girarse sus ojos amatista brillando y una sonrisa preciosa.

-. Olympia! - me estrujo en un abrazo, que rápidamente fue correspondido. Tenía un olor a la banda muy marcado
-. Como lo hice?? Intente hacerlo como tu me dijiste - se separó del abrazo y me miro directamente a los ojos, con un brillo muy hermoso.

-. Lo hiciste perfecto, tal y como practicamos - sonreí y nos sentamos juntos mientras hablábamos de cosas banales. De un momento a otro nos encontrábamos jugando a los pulsos, aunque se me vea muy frágil tengo mucha fuerza y soy muy buena a la esgrima.

Íba ganando Arturo, hasta que intente ganarle con todas mis fuerzas y una grieta apareció en mi muñeca, como si mi piel fuese porcelana, estaba comenzando a caerse en pequeños trozos al igual que chorros de sangre caían.

Continuará...

La Gema Pérdida ||  REESCRIBIENDO 🧍‍♀🦆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora