En un mundo donde su especie fue eliminada y borrada de la historia, solo queda ella como prueba de su existencia.
Qué le deparará el futuro? Solo queda confiar en sí misma y en su fuerza.
𝐀𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎́𝐍:
•Los personajes no son míos a excepció...
Han pasado exactamente dos semanas desde que llegamos a Liones, no he vuelto a tener sueños raros ni he escuchado voces de nuevo.
Nos hemos Estado quedando en el Palacio ya que mi madre es amiga del Rey Bartra.
Hoy fui despertada por Cloude, quien abrió todas las cortinas y sonó una campana. -. Hora de despertarse joven maestra - me levanto de la cama mientras yo aun abrazaba la almohada sin querer soltarla. -. Hoy es el cumpleaños de una de las hijas del Rey, la princesa Verónica, así que hay que prepararla lo antes posible - Finalmente sali de la cama y Cloude me preparó, me baño con leche y agua de Rosas para luego ponerme el vestido y maquillarme. Mi pelo de dejó suelto para ocultar la Gema de mi nuca
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/Esté es el vestido
Mientras caminaba con Cloude por el pasillo me encontré a la hija menor de Bartra, la Princesa Elizabeth. Al verla sentí un pinchazo en mi pecho.
-. Buenos días Princesa Elizabeth - Hice una reverencia al igual que lo hizo Cloude. -. Es bueno verte tan alegre.
-. Lady Olympia! Creí haberle dicho que me tratara como una igual! - dijo haciendo un puchero.
-. Y yo pensé haberte dicho que dejaras de tratarme de usted como una vieja - me queje mientras le hacía una señal a Cloude de que se retirara, Elizabeth abrazo mi brazo y continuamos caminando mientras hablamos del cumpleaños de su hermana.
-. ¿Y como va la investigación? -pregunto ella para yo soltar un gran suspiro -. Tan mal va? - me miro algo triste.
-. Quemaron todo, toda la información fue reducida a cenizas. No hay nada. - mis manos se hicieron un puño al sentirme frustrada, al siguiente día de llegar toda información había sido robada y después de una gran investigación se encontró los restos de los libros y pergaminos en un bosque, todos habían sido quemados.
Mi madre se encerró a llorar de la frustración y yo, bueno, practique Esgrima para desestresarme.
Pasamos por una ventana y vi algo, parece y regrese a ver la ventana para comprobarlo, luego cerré las cortinas de inmediato
-. Lo sie- La interrumpí viendo hacía ambos lados del pasillo.
-. Cállate y mira - abri un poco la cortina para que pudiese ver lo que estaba ocurriendo. Al verlo esta nego con la cabeza y tapó su boca.
-. Esos no son...? Por qué? Algo debe de estar mal... -esta retrocedió hasta pegarse con la pared.
-. Son demasiados caballeros Sacro, es posible que se trate de un golpe de Estado, vamos a donde tu padre! - tome su mano y comencé a correr con Elizabeth rumbo al despacho de su padre pero vimos unos caballeros pasar. Pensé en un plan para hacer que ella saliera del edificio. Se escuchaban gritos y golpes.-. Elizabeth escuchame, vas a irte corriendo sin mirar atrás hasta donde esta tu padre entendido? Los distraere y dejaré el camino libre para ti. Cuando salgas de aquí busca a los siete pecados capitales, son los únicos que pueden ayudarte.
-. No voy abandonarla Lady Olympia! - Se quejo llorando, mientras agarraba mi la manga de mi vestido, quite su mano y me remangue el vestido, para quitarme luego los tacones.
-. No salgas hasta que no escuches ni veas a ninguno. - corrí hacía donde estaban los caballeros y grite -. HEY! AQUÍ ESTOY! HOLAAAA!!! - Se giraron y me vieron, poco después comenzaron a correr en mi dirección, baje las escaleras lo más rápido que pude mientras veía que Elizabeth corría hacía el despacho de su padre y me sentí aliviada.
-. LADY OLYMPIA DETENGASE! TENEMOS A LA DUQUESA STANFORD! - Mi mente se quedó en blanco sin tener idea de que hacer aunque mis pies no paraban.
" mierda, porque ahora vienés a mi cabeza Elaine? "
Olympia, 9 años de edad, flashback.
Por alguna razón mi mente conecta con otras almas, no tengo entendido el por qué? Ni tampoco me he molestado nunca en contárselo a alguien. A los 9 años de edad mientras dormía pude conectar con el alma de un Hada llamada Elaine.
Se convirtió en mi mejor amiga mi extraño poder empezó a desarrollarse, dejándome hablar con Elaine sin tener que estar dormida.
No sabía que las almas con las que podía conectar ya no rondaban este mundo hasta aquel día.
-. Elaine, por que lloras? - esta vez pude ver claramente el "fantasma" de Elaine.
-. Mi bosque, lo he vuelto a recordar, yo ya morí, llevo tanto tiempo muerta- las lágrimas no dejaban de caer por todo su rostro. En ese momento no supe como reaccionar así que solamente la abrace aunque mis brazos la traspasaban.
-. Lo siento mucho, ya no podrás estar con Ban no? - no sabía muy bien que hacer, era la primera vez que hablaba de la muerte con alguien. Ella negó y me miro con sus ojos rojos e inchados del llanto.
-. Tienes que encontrar a Ban, y cuidarlo, decirle - esta se cayó por un momento y lloro aun más fuerte -. Hacerle entrar en razón para que viva su propia vida, y que deje de intentar revivirme. Cuida de el por mi si? - asentí con la cabeza y esta sonrió -. Ahh que alivio, muchas gracias amiga mía - su cuerpo comenzo a desvanecerse en pétalos de Cerezo para solo quedar eso, unos simples pétalos.
Volvemos al tiempo actual
-. Mierda mierda que hago a donde voy, me detengo o sigo? Y si le hacen daño a mamá? - no sabía que hacer, era una situación delicada. Sentí una mano arrastrarme hacía un lado y estamparme contra una pared poniendo mano en mi boca.
-. Joven maestra, tiene que irse, sé que se preocupa por su madre pero yo cuidare de ella, déjeme guiarla hacía una salida - tome la mano de Cloude y lo seguí mientras las lágrimas salían de mis ojos. Llegamos a un pasillo sin salida y el se giro, limpio mis lágrimas para sonreír -. Aquí tiene, es algo de oro, no es mucho pero es todo lo que tengo. No llore mi joven maestra, viva mucho y salvenos, estaremos esperando por usted - el beso mi mano para luego empujarme contra la pared.
Caí en un suelo, espera que? Mire a mi alrededor y solo vi una pared enfrente mía, era un pasadizo secreto. Seguí el pasillo y al final de este vi una armadura muy antigua, la cual me puse y así emprendí mi nuevo camino.
