La capital del reino estaba cubierta por la última nevada del invierno, sobre la ciudad algunas nubes se movían y el viento estaba calmado. Los pobladores daban los últimos toques a los adornos de las calles, se acomodaban en el pequeño lago que cruzaba la ciudad y que por el este daba al mar. Era la mejor vista hacia el palacio, que se situaba al otro lado de las aguas en calma.
Por el mar del este, un barco con la bandera de un dragón rojo en su vela, se acercaba a la localidad. En esa estructura que surcaba las aguas venia el prometido del príncipe, el cual era recibido por aclamaciones de las personas quieres agitaban sus manos con afecto y recibimiento.
En el palacio, más específicos en el cuarto de Izuku, las sirvientas iban de un lado a otro intentando terminar de arreglar al pecoso. Su madre, Inko, trenzaba los largos cabellos verdosos mientras que su pequeño yacía sentado sosteniendo un libro con entusiasmo.
- ¿Escuchas eso, Izuku? Tu prometido ha arribado – dijo alegre una castaña pero el peliverde estaba leyendo con afán- Trae el collar y la camisa –ordenó a otra mujer- ¿Por qué sigues leyendo? –comentó.
- Es una historia sobre una tierra de dragones –habló Izuku con brillo en su mirada- Pienso que es una lástima que ya no hayan dragones –dijo pensativo.
- ¿De qué estás hablando? –preguntó Ochako- ¿Quieres acaso que un dragón te secuestre? –comentó con risa- ¿No te daría pena enviar a Todoroki a rescatarte? –habló arreglando las mangas de la ropa del príncipe.
- ¿Qué habrá pasado con las dragonas? –murmuró pensativo.
- Deja de hacerte preguntas hijo –dijo su madre a sus espaldas escuchando al príncipe suspirar.
- No estés en las nubes –dijo la castaña con una sonrisa- La boda comenzara muy pronto y tu ni siquiera te preocupas de estar perfecto.
- Eso no importa –respondió Izuku.
- Cariño, debes verte hermoso –comentó su madre terminado de trenzar el cabello y quitándole a su hijo el libro que tenía entre sus manos.
Antes que el príncipe pudiera pedir que se lo devolviera, afuera del cuarto unos pasos se acercaban y al abrirse la puerta de la habitación, un hombre rubio entro con autoridad, seguido de un par de soldados.
- ¿Cómo va todo? –preguntó acercándose a su hijo- Izuku, mi niño ¿No estarás desobedeciendo a tu madre? –comentó cerca del peliverde.
- Nada de eso papá –respondió mirando el libro fuera de su alcance.
- Todos están esperando y tu encerrado en uno de tus libros de fantasía, sobre dragones y princesas–rió acariciando la cabeza de su hijo- Mi pequeño, debes madurar, dejar la infancia atrás. Vas a casarte, tienes un deber que cumplir –se puso de cuclillas frente al menor- Se que te agradara tu prometido y llegaras amarlo, como él te amara a ti –tomó las pequeñas manos del príncipe- Confía en el corazón de tu padre, si hay amor todo estará bien –concluyó sonriendo teniendo de respuesta una pequeña sonrisa de su hijo.
Izuku se dejo terminar de vestir, su camisa blanca estaba debajo de un chaleco verde con un hermoso bordado, sus pantalones blancos eran contrastado con el café de sus botas. Por encima de sus ropas y para protegerse del frió del exterior, llevaba un abrigo con el cuello blanco de piel para luego bajar con una tela verde bordada con hilos dorados. En su cabeza, varias cuentas de color esmeralda como sus ojos estaban entretejidas a lo largo de su cabello.
- Ya está todo listo –dijeron a su espalda- Te están esperando –comentó un pelirubio.
- Hermano –nombró el pecoso al ver a Mirio.
- Te ves muy bien Izuku, quien se imaginaria que mi hermanito se casaría antes que su hermano mayor –soltó una carcajada.
- ¿De verdad me veo bien? –preguntó con inseguridad.
- Por supuesto, se enamorará de ti a primera vista –aseguró ofreciéndole su brazo- ¿Nos vamos? –preguntó con una cálida sonrisa.
- Si –respondió para ser guiado a la planta baja.
En su camino varios de los sirvientes lo felicitaban y le dedicaban alegres sonrisas. Al llegar a la orilla del lago, donde su prometido estaba al otro lado. Su padre se inclino sobre su frente para darle un pequeño beso, tomo su mano y lo guió hasta el bote que estaba recubierto de pieles blanca y flores. Con lentitud se subió a este, para luego recostarse y mirar el cielo nublado del cual caían los últimos copos de nieve.
- Piensan que olvidamos los tiempos oscuros, cuando nuestros hijos e hijas eran ofrecidos al dragón –habló el rey Toshinori con fuerte voz- Lo recordamos, y siempre lo recordaremos a aquel que destruyó al dragón –miro a su hijo- Ahora nuestros hermosos y gloriosos hijos, son héroes de nuestro reino.
El bote que llevaba al príncipe Izuku fue puesto en las tranquilas aguas ante la mirada y los gritos de celebración de los pobladores. Mientras tanto sus familias desde el amplio balcón observaban como el peliverde se alejaba de ellos.
- Hoy entrego a mi hijo menor Izuku, al glorioso nieto del héroe que destruyo el dragón –dijo el rey causando halagos de su gente- No hay mejor marido en todo el reino que Todoroki Shouto –concluyó.
Ante los gritos de la gente, cuya mirada paso del rey hacia el prometido del príncipe Izuku. Quien estaba ubicado en el muelle contrario vestido con sus elegantes ropas y rodeado de algunos de sus más leales soldados.
Entretanto la nieve caía sobre su rostro, el peliverde miro de reojo a Todoroki. Sonrió y espero con ansias poder estar a su lado, se esforzaría para amarlo y que él lo amara, solo tenía que poner de su parte para que este matrimonio funcionara.
Un soldado le pasó a Shouto la cuerda que al otro extremo tenia sujeta la barca, con fuerza comenzó a jalar y un cántico a sus espaldas empezó causando ecos en el lugar.
A medida que se acercaba al novio las voces se hacían más fuertes.
- ¿Por qué cantar la canción del dragón? –preguntó Inko a su esposo teniendo sus ojos sobre su pequeño.
- Para recordar que ya no quedan, que los extinguieron –explicó su marido con una sonrisa tomando la mano ajena.
Aun con el grueso abrigo el frió colaba hasta su piel, observando el amplio cielo cerró los ojos escuchando el sonido de las voces y de cómo las aguas se agitaban al paso de su bote. Estaba tranquilo pero el viento aumento tu intensidad levantando la nieve asentada en el suelo, provocando un temblor en la embarcación. Abrió sus ojos esmeraldas con temor y un bramido lejano le aterró.
Todoriki se detuvo y miro a su alrededor, para luego fijarse a la distancia.
- ¡Dragón! –gritó uno de sus hombres.
La bestia de escamas rojizas, voló sobre sus cabezas y con sus grandes patas tomo el bote donde yacia Izuku. Al hacerlo el agua cubrió su cuerpo quedando totalmente empapado e intentando llenar sus pulmones con aire.
Ante sus ojos tenía un verdadero dragón, el pánico lo invadió. Se le había ocurrido saltar pero ya estaba a varios metros de altura hasta que su prometido, con ayuda de sus soldados, tiró de la cuerda, provocando que esta se liberará de aquellas garras. Sin embargo, el dragón atrapó a Izuku en plena caída, dejando a la barca estrellándose en el suelo cerca del bicolor.
- ¡Izuku! –gritó impotente al ver como el príncipe y el dragón desaparecían en las espesas nubes.
Continuara...
Hello it's me♥️ trayendoles en comienzo de este fic, ¿emocionados? Yo si ☺️☺️ espero que mis actualizaciones sean seguidas 🤣🤣🤣
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No olviden darle a la estrellita ⭐ dejar un comentario ♥️♥️ y por supuesto agregar el fic a sus bibliotecas para no perderse cuando suba un cap 👌🏻
Que tengan un lindo dia ♥️☺️byeee
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I'm a dragon [KatsuDeku][COMPLETA]
FanfictionEl reino esperaba celebrar la boda del príncipe Izuku, pero en medio de las nupcias es secuestrado por un dragón ante los ojos de su prometido, familiares y amigos, siendo llevado a una remota isla. Encerrado en un calabozo de piedra, su único cont...