Afraid of you • ⟨ Jaehyungparkian ⟩ •

5

Llegó la tarde más rápido de lo que yo hubiera querido, esta situación hacía que me pusiera nervioso, quería adentrarme en ese repugnante mundo de los populares, podía conocer a uno de cerca; pero a la vez no quería, para ser sinceros, tenía un poco de miedo, no es que yo fuera un cobarde que no se quiere enfrentar a las situaciones, o si... Lo único que me reconfortaba era que las pocas palabras que había intercambiado con Brian los últimos días me habían hecho sentir lo suficientemente cómodo como para poder realizar un trabajo de biología con él o tener una conversación de temas no muy incómodos. 

Hoy mismo, cuando estaba subiendo al autobús para volver a casa, él vino detrás mía y me preguntó si se podía sentar a mi lado educadamente. En ese momento mi corazón volvió a latir rápido como la vez en la que vino a preguntarme cuándo quedábamos para hacer el trabajo, y eso fue ayer mismo. Todo estaba yendo muy rápido para lo que yo estaba acostumbrado, y creo que este ritmo para los populares era lo más normal del mundo, bueno aunque en general liarse con una chica que habían conocido ese mismo día era una cosa habitual en sus vidas, o eso me habían contado. Todos estos cotilleos o mitos de los populares me los contaba Youngjae y Kevin, ya que su clase estaba infectada de gente así, y lo sentía mucho por ellos que tuvieran que sufrir eso; obviamente lo que me contaban eran nada más que rumores, ellos no lo sabían de primera mano, ya que no se iban a relacionar con esa gente, en ese aspecto eran parecidos a mí, cuánto menos trato hubiera con los populares de su clase mejor para ellos.

Como decía, todo se sentía muy rápido para mí; de un día para otro que Kang Brian se sentara al lado mía en el autobús, encima de haberle pillado uno de los días anteriores mirándome. Podréis pensar que yo era un desconfiado o un antisocial, y no lo voy a negar, algo así era, pero más que nada me podía la timidez en estos casos. Para algunas personas empezar a hablar con un compañero que nunca habías hablado es lo más normal del mundo, socializar y conocer a gente nueva, pero para mí no lo era, no estaba acostumbrado a esto; simplemente ese no era mi mundo, era muy difícil para mí abrirme de primeras, pues más aún hablar como si nada. Creo que se podría considerar que esto era un problema para mí, no poder hablar como cualquiera lo haría, era un chico excesivamente tímido para esas situaciones, y esta no era menos, encima tenía que relacionarme con un popular pensaba que el corazón me iba a estallar de los nervios.

Asentí a la pregunta del chico y quité mi chaqueta que estaba en el asiento de al lado mía para dejarle espacio. Creo que Brian era demasiado listo como para no notar la tensión en mi cuerpo, así que, muy considerado por su parte, me empezó a hablar pero con cautela para no hacerme sentir aún más tenso. Con toda la tranquilidad del mundo se puso a contarme cosas de él, y de vez en cuando me preguntaba, aunque él intuyera que no me apetecía responder porque pensaba que con cualquier respuesta que dara iba a meter la pata hasta el fondo y parecer tonto. Pero tampoco me podía quedar ahí callado y dejar que solo hablara él como si de un monólogo se tratara, así que hice mi mayor esfuerzo para responder e intentar abrirme un poco ya que esa misma tarde iba a pasar mucho tiempo junto a él y la comunicación era necesaria.

Respondí sus preguntas básicas como dónde vivía, cómo quería hacer el trabajo, o qué iba a comer hoy. Mientras tanto el mostraba mucho interés por mis respuestas, por la forma en la que hablaba y me prestaba atención cuando yo hablaba podía decir que Brian sabía lo que se hacía; probablemente no era la primera vez que hablaba con alguien como yo, un chico tímido e inseguro de sí mismo; veía que él sabía cómo tratar a gente así en estas situaciones, y lo hacía bastante bien para decir la verdad, hizo que me tranquilizara poco a poco y me fuese soltando, no sé como lo consiguió pero lo hizo. Antes de que me diera cuenta estábamos llegando a la parada donde Brian se tenía que bajar; rápidamente me explicó cómo llegar a su casa desde la parada del autobús, que no estaba lejos así que no tendría problema en encontrarla, pero que si me perdía le llamara y vendría a buscarme. Estas últimas palabras antes de que se tuviera que ir casi corriendo para salir del autobús se me hicieron tan tiernas además de su "nos vemos esta tarde", me sentía feliz en ese momento. Definitivamente Jimin tenía razón, no podía juzgar a un libro por su portada, y lo cierto es que de primeras me había caído bien y había hecho que me sintiera cómodo, pero todavía no le conocía todo lo que me gustaría, solo había mantenido la conversación más larga que había tenido en mi vida con un popular, pero me había hecho ver muchas cosas que sin hablar con él no veía y ya le ponía etiquetas.

Llegué a mi casa contento, como pocas veces llegaba del instituto, pero es que el día de hoy había sido distinto, había merecido totalmente la pena. Últimamente me quejaba de que todos los día era iguales para mí, de que no encontraba nada nuevo ni divertido, nada que me llamara la atención, pero hoy había sido eso que llevaba buscando un tiempo. Aunque como dije antes, socializar no era lo mío pero quizás era lo que yo necesitaba, porque ahora mi vida no era tan aburrida como antes, o eso creo, al menos hoy fue un día interesante y divertido, bueno más bien una mañana, porque todavía me faltaba pasar la tarde. Y a pesar de que no me apetecía nada ir a casa de Brian a hacer el trabajo, después de hablar con él en el autobús se me había quitado esa sensación de no ir, y ahora incluso estaba emocionado por ello, pero todavía no se me había ido del todo la timidez y mis inseguridades, pero creo que voy a estar más cómodo de lo que pensaba, así que haría el esfuerzo y lo llevaría lo mejor posible.

Estuve en casa todo el tiempo que podía estar hasta que empecé a prepararme para irme y llegar a la hora prevista que habíamos quedado. Me despedí de mis padres diciéndoles que no sabía a qué hora llegaría a casa ya que estaría haciendo un trabajo, y salí de casa dirigiéndome a la parada del autobús de siempre que en dos paradas estaría en la casa de mi compañero de clase.