23. Adrián - "Amor fuera de lo común"

220 33 155
                                    

César esperaba afuera mientras Conan y yo ingresamos en una de las salas del hospital. Era bastante grande, y se sentía vacío debido a que apenas había unas pocas personas rondando por el lugar.

Conan sonrió anchamente, sentándose en la camilla.

—¿Y bien? ¿Cuándo empezamos? ¿Qué hay que hacer? —Rodé los ojos, divertido por su emoción.

Me lavé las manos en el grifo y me puse unos guantes de plástico que había junto a este.

—Primero debo revisarte, te explicaré mientras en lo que consiste la operación ¿ok? —comenté. Él asintió con la cabeza. Yo me acerqué a él — Bien, desnúdate del torso —pedí.

Se vio un poco sorprendido ante mi petición, pero no tardó mucho en hacerlo. Aún así se notaba avergonzado, desviando la mirada varias veces sin saber qué hacer.

Cuando fui a tocar su pecho él me detuvo rápidamente, agarrando mi muñeca con fuerza.

—Conan... Solo quiero revisarte, no estoy pensando en lo personal ahora mismo, sólo profesional —expliqué. Él apartó su agarre desconfiado.

Comencé a tocar su pecho, el castaño parecía inquieto e incómodo, pero era lo normal.

—Bien... —separé mis manos y él suspiró, estaba muy sonrojado .— No he palpado ningún tumor o algo extraño... —me quité los guantes .— Tampoco tienes demasiado pecho, por lo que usaré la técnica periareolar —añadí tomando un papel y bolígrafo del escritorio y apuntando .— Dime... ¿Conoces algún familiar tuyo que haya tenido cáncer de pecho?

Conan se tapó leve el torso con su sudadera y negó con la cabeza.

—No...

—¿No eres fumador habitual cierto? —pregunté mientras apuntaba.

—No, nunca he fumado... —Sonreí.

—Entonces será sencillo —respondí levantándome — Voy a optar por una técnica quirúrgica que consiste en practicar una incisión alrededor de la areola, a través de la cual extraeré el tejido glandular. Gracias a esta técnica las cicatrices serán mínimas —expliqué. Él me miró confuso.

—No entendí apenas nada pero confío en ti —Se encogió de hombros. Yo asentí.

—Vístete, vayamos a la sala de operaciones —dije emocionado.

La verdad estaba bastante nervioso, como cualquier persona que va a operar a alguien, tenía miedo de equivocarme. Pero también estaba listo, sabía lo que había que hacer, lo había memorizado todo y no era un proceso tan difícil.

Al salir de la sala César nos miró interrogante.

—Todo está correcto, haremos la intervención —revelé. César asintió.

—Espera espera... ¿Este robot también estará en mi operación? —preguntó Conan, desconfiado.

—Sí, necesito ayuda...

—Además tengo suficiente información gracias a mis gafas de alta tecnología, tampoco creo que vaya a influir directamente, solo seré un ayudante —añadió César. Yo asentí.

—... Está bien —gruñó Conan.

—No te enterarás de nada, después de todo se debe hacer bajo anestesia general

—Cada vez me das menos confianza, Adrián —rió de manera nerviosa Conan. Yo negué.

—Ya ya... No te preocupes

...

Estuvimos tres horas operando a Conan. Aunque, además de operarlo, aprovechamos que estaba dormido para curarle las heridas de las rodillas que tanto se rehusaba a tratar... Estaban bastante sucias y podrían generar una infección grave, si no llegaban a recibir atención médica incluso la infección se podría haber extendido internamente.

⚠EN PELIGRO⚠ (BL) (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora