6. Adrián - "Ataque por carretera''

357 51 80
                                    

El viaje era tranquilo. Conan conducía cada vez mejor mientras yo miraba por la ventana distraído. César aún dormía, parece que necesita dormir más que nosotros.

Notaba como de vez en cuando Conan desviaba la mirada hacia mí, yo también lo hacía, no me cansaba de ver sus preciosos ojos esmeraldas.

De repente, mientras miraba por la ventana y me centraba en el retrovisor pude ver un coche que iba detrás nuestra: Era un descapotable rojo que en pocos minutos nos alcanzaría.

—Conan —lo llamé.

—¿Sí?

—Nos sigue un descapotable rojo —dije algo nervioso. Conan elevó una ceja curioso y miró por el retrovisor, el vehículo ya estaba mucho más cerca de nosotros.

Había un sujeto de cabello oscuro conduciéndolo y otro de cabello más claro a su lado. Poco a poco podía distinguir mejor quiénes eran los que nos seguían.

El descapotable se colocó en el otro carril de la carretera y nos alcanzó. Me sorprendí al ver que el que lo conducía era la mujer asiática que habíamos conocido en el centro comercial.

Conan bajó las ventanillas.

—¡Será mejor que pises el acelerador! —gritó la fémina, estaba histérica. Tenía una herida que sangraba en la muñeca y sus cabellos estaban recogidos en dos moños que dejaban caer dos mechones de flequillo. Sudaba en gran cantidad y su mirada expresaba temor.

—¿¡Qué!? ¿¡Por qué!? —cuestionó Conan en voz alta para que le escuchara.

El viento entraba por las ventanillas haciendo la comunicación más difícil.

—¡Atacaron nuestro refugio y nos siguen! —respondió la otra chica que iba en el asiento de copiloto; era una fémina más baja y joven de cabellos anaranjados y ojos marrones.

—¡Este coche no corre más! —informó Conan tratando de no entrar en pánico.

—¡Pues el mío se está quedando sin gasolin... —Un grito desgarrador la interrumpió. Miré por los retrovisores y vi a dos grandes eltod acercándose a una velocidad increíble.

Por otro lado el coche de la mujer asiática empezaba a quedarse atrás, comenzaban a perder la poca gasolina que según ellas les quedaba.

Miré lleno de horror a Conan, que me miró de reojo.

—... Será peligroso —me informa, yo trato de converlo con mi mirada de cachorrito .— ¡Diablos, esta bien! ¡Vete hacia atrás y abre el maletero del coche después de echar el equipaje hacia adelante!

Asentí con rapidez desabrochándome el cinturón. Bajé el respaldo de mi asiento para llegar con más facilidad al maletero. Metí mis brazos y empecé a sacar las mochilas que dejaba como podía en el suelo de los asientos traseros.

César no despertaba ni con los gritos míos o de los eltod... Era sorprendente.

Cuando quedó vacío me metí en la parte de atrás del coche y miré por el retrovisor a Conan.

—Agarrate fuerte a lo que puedas —dijo Conan, yo asentí aferrándome a uno de los cinturones que servía para atar el pecho y cintura del pasajero de adelante. Abrí la puerta del maletero e inmediatamente me aferré con más fuerza al cinturón, sentía que me iba a caer.

Vi detrás de nosotros el descapotable de la chica, que ya estaba siendo alcanzado por los eltod.

—¡Si no retrocedemos más no las vamos a alcanzar! —informé. Conan empezó a ir con menos velocidad, cada vez nos acercábamos más a ellas.

⚠EN PELIGRO⚠ (BL) (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora