Eres parte de mí

Beni Saraí Castaño Ortiz

  
       Es difícil diferenciar algunas cosas a primera vista, a veces depende de cuanta atención quieras ponerle.

2005

En una casa de estetica vieja y con dos pizos, de esas donde todas las noches hay fiestas, drogas y mucho alcohol, Hay una niña, ella esta encerrada en su closet, como hace normalmente todas las noches. Al llegar del colegio se encierra en su cuarto, come de su reserva de cereal que oculta debajo de su cama, luego de hacer su tarea, acomoda todo y se prepara para lo que viene en la noche, mira su reloj que se posa en su mesita de noche bautizada con pintura de aceite marrón, son las ocho de la noche con cincuenta y nueve minutos. Un segundo después y suena fuerte la alarma, ya son las 9 en punto. Con su pequeña mano golpea fuerte el reloj y lo apaga, toma una almohada de su cama, con la otra mano agarra su cereal y corre al closet. Justo se escucha el timbre de aquella casa, Muchas personas empiezan a llegar, pero ella ya estaba relajada y oculta, ya es costumbre para ella, se considera toda una experta en esconderse de lo que sabe que puede hacerle daño.

Ella es Beni Sarai Castaño Ortiz, pequeña pero muy curiosa, de piel blanca con algunas pecas pequeñas en lugares secretos, tiene el cabello largo a la cintura como siempre se lo ha conservado su mamá, es dorado, siempre brilla con el sol, tiene unos grandes ojos verdes que refleja la pureza e inocencia de su corazón joven e inofensivo. No es una niña con una muy buena familia, aunque ella que cree lo contrario, juraría ante cualquiera que es feliz donde esta y ama a todos los que están junto con ella; como por ejemplo: su madre, Jessica, es una cantinera que trabaja desde las 5pm hasta las 5am, aunque a veces no se fija en su horario y se va cuando le plazca. Su padre, Andrés, es un albañil o eso dice el, trabaja cuando le da la gana, la mayoría del tiempo puede estar fumando, bebiendo o peleando con la madre de Saraí. La mamá no era mala, pero tampoco era buena, Jessica vivía su propia vida como si su hija no existiese, Quizás era porque la tuvo muy joven, tan solo tenia diesisiete  años cuando nació la pequeña, Aunque ella se había ido de su casa a los quince años cuando conocio al vagabundo de Andrés.

Jessica nunca olvido a sus padres, por eso su hija lleva sus nombres. Beni viene del abuelo el cual se llamaba Benjamin y Sarai viene de su abuela que se llamaba Sara Inés. Cuando la madre soltera vio que no podía sola, fue en busca de sus padres, eso fue cuando recien Saraí ya tenía los tres años, al ir a la casa de la cual ya había "huido" aunque nadie la detuvo, el día que ella decidió irse, su madre lloraba desconsolada y su padre el que siempre fue muy correcto con ella y le decía las cosas fríamente,  hasta el estaba llorando junto a su esposa, rogando que se quedara, que ellos la amaban. Al tiempo que volvió por ellos, para saber cómo estaban, aunque le incomodaba regresar, si se sentía arrepentida de aquella dura decisión. Se enteró  de que habían muerto hace unos meses, La casa que era de aquellos viejos, le queda a Jessica por motivos legales donde sus padres dejaban todas sus cosas a su única hija, es donde viven ahora, un lugar modesto.

Algo de lo que la pequeña niña estaba segura era de que su madre en el fondo si la amaba. Cuando Sarai cumplió los cinco años... intentó esconderse en el depósito que hay en el patio de su casa, esperaba ha que asumieran que estaba muerta o que por lo menos empezarán a buscarla, iba seguido a la casa por comida y agua, pensaba que nadie se había dado cuenta de que estaba escondida allá, lloraba algunas noches porque creía que nadie la amaba.

Una noche donde no hubo fiestas, ella salía del depósito, ya habían pasado tres semanas, entró y mientras subía por las escaleras pasó Jessica, caminaba por la sala hacia la cocina y miró a su hija mientras decía. - Al fin saliste, creí que te ibas a quedar viviendo allá. Que fase extraña estarás pasando, niña rara. - Sólo eso soltó  y se alejó a la cocina.

En ese momento algo despertó dentro de Saraí, su madre si se percató, si le importaba.

Había descubierto un sentimiento nuevo.

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Gracias por leer! ^^