Casada con el destino

Capitulo 3

Llevábamos sin mentir al menos 5 minutos mirándonos, no se si para evaluarnos mutuamente o simplemente para esperar que todo fuera un sueño.

yo particularmente esperaba la segunda, sin embargo después de tanto tiempo dudaba que estuviera soñando.Tras otro minuto de eterno silencio, no pude evitar hablar.

-disculpa...- empece mientras trataba de recordar si aquel hombre me había dicho su nombre.

-Ivanov, Matthew Ivanov - completo.

-Bueno matthew, ¿ podrías por favor prestarme un teléfono para llamar a mi amiga ? - por un momento  me miro extraño, creo que no esperaba que le dijera eso, pero tras un segundo de silencio me señalo un teléfono inalámbrico que había en la encimera.

Mientras timbraba me quede observándolo, estaba enviando unos mensajes.Supongo que al igual que yo estaba buscando algunas respuestas,pues tenia el ceño levemente fruncido  y de  a ratos soltaba una que otra maldición en un idioma que yo desconocía.

-¿Aló? ¿alooooooooooooo? - El pequeño grito me saco de mis pensamientos, había estado tan absorta mirándolo que no note el chasquido al fondo de la linea.

- ¿Emma? -  se que era estúpido preguntar algo así, quiero decir, si llame a su numero ¿quién esperaba que contestara? pero a estas alturas de mi vida yo ya no sabia nada.

Se escucho un suspiro de alivio desde la otra linea - ¡DIOS! ¿ Dónde rayos estas ? me levante hace 15 minutos  y no estabas y cuando llame a tu teléfono me sonó el buzón de voz, estuve a punto de llamar a la policía - 

- Tranquila, necesito que te calmes porque honestamente no se donde estoy - Al parecer no fue mi mejor frase, ya que escuche como emma comenzaba a hiperventilar desde la otra linea.

-¿ CÓMO QUE NO SABES DONDE ESTAAAAS? ¡JESUCRISTO! ¿ESTAS BIEN ? - 

- Cálmate, necesito que respires y me escuches, ¿si? - conteste después de que su gritería hubiese terminado, obviamente entendía su preocupación, sin embargo el dolor de cabeza me estaba matando y no estaba de humor para sus reclamos, ya bastante tenia con el hombre que estaba mirando mientras hablaba por teléfono, por el momento solo necesitaba que supiera que estaba bien y me dijera que era lo que recordaba.

-Estoy en...- dije mientras le lanzaba una mirada a matthew - Hana, Hawaii- contesto él a mi pregunta no formulada.

- Estoy en Hana, Hawái y no recuerdo ni cómo, ni por qué llegue aquí, así que necesito que me digas que es lo ultimo que recuerdas - eso ultimo pareció más una suplica que cualquier cosa pero el hecho de que me dijera que estábamos en Hawái  me tomo por sorpresa, es decir, de todos los malditos lugares a los que me pude fugar, tenia que terminar el una ¡MALDITA ISLA! . 

- ¿QUIÉN ES ESEEEEE? - chillo emma al teléfono en respuesta a mi pregunta.

- ¡silencio! Solo responde a la maldita pregunta ¿si? - respondí ya fastidiada.

No es que fuera su culpa, pero el hecho de que me estuviera gritando cada medio segundo me ponía de los nervios, ya bastante tenia con mi situación actual para tener que lidiar con su sentimientos (soy una perra lo se, pero hay que tener prioridades).

La linea se quedo muda por unos segundos, tanto así que pensé que me había colgado pero mientras me recriminaba por haber usado ese tono emma volvió a hablar.

-Lo siento, solo estoy preocupada ¿vale? - sus palabras solo me hicieron sentir peor (realmente era una perra).

-yo también lo siento- conteste con un suspiro.

- Esta bien, solo hay que calmarnos... Déjame pensar ¿si? - la escuche respirar del otro lado, me la imaginaba paseando de lado a lado como siempre hace cuando medita algo, no dije nada, solo la escuche respirar por lo que parecieron horas, aunque se que solo fueron unos instantes.

-¡Nada! Mi mente esta en blanco, lo ultimo que recuerdo es a nosotras bailando con unos chicos de traje, pero después de eso todo es muy borroso... tal vez necesito bañarme para despejarme ¿te parece si te llamo en 20 a este mismo número? Abby... ¿Segura que estas bien? -

Por un momento pensé en contarle todo el asunto del matrimonio pero siendo honesta eso no iba ayudar en nada, tal vez después de que se bañara podría recordar mas detalles  y en 20 minutos yo ya habría comparado historias con el desconocido... Tal vez si le daba un poco más de tiempo ella podría darme las respuestas que necesitaba.

Con un ultimo suspiro respondí - Estoy bien, te lo juro... llámame en 20 y te contare todo en detalles, lo prometo - y  sin más colgué.

-¿Que te dijo?- pregunto Matthew 

-Nada, Solo que lo último que recuerda, es a nosotras bailando con unos chicos de traje, lo cual es muy genérico...Así que vamos a tener que hacer memoria desde el principio, cuéntame tu noche.-