Epilogo

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Stiles acompaño a Derek hasta la veterinaria de Deaton, según para recoger un paquete mágico que el lobo había pedido en algún tipo de pagina sobrenatural que solo los druidas conocían, Stiles le apodo Amazon para los raros.

El Druida le dio una rápida mirada antes de dirigirse con Derek hasta la parte de atrás del local, la verdad el castaño no le tenía mucha importancia a lo que su novio hubiera comprado. Stiles sintió un escalofrió, desde que él y Derek se confesaron las cursilerías como novio y amor o cariño habían sido una costumbre que todavía no terminaba de por llamar así a Derek por lo que de vez en cuanto dejaban esos títulos y se trataban como lo hacían antes de la relación, un alivio mental para todo eso.

Aun así, Stiles se regocijaba cuando le podía decir amor en algún mall donde, por supuesto, Derek era el centro de atención de las arpías. Stiles sonrió ante esos recuerdos. Realmente estaba siendo feliz con su lobo, lo que no lo hacía feliz, sin embargo, era esperarlo mientras tardaba.

Miro el lugar como si fuera la primera vez, se fijó en cada minúsculo detalle y paro en un libro que tenía abierto. Observo sobre su hombro, no había nadie, así que camino con cautela hasta él. Deaton le había prohibido revisar sus cosas desde el último incidente, así que Stiles se había acostumbrado a fisgonear siempre precavido por si el malhumorado druida aparecía interrumpiendo su curiosidad.

El libro era de hojas amarillas y una cobertura de piel claramente lujosos, intento leer el titulo cuando lo sostuvo en sus manos, pero las runas todavía no eran lo suyo, hojeo las paginas posteriores a la que había apartado el moreno y entonces se detuvo en una que le llamo la atención.

Somniabunt lupi de copulat in fatis, Stiles se quedo pensando el tiempo suficiente para repasar esas clases de latín que Lydia se había encargado de darle, y si eso no le fallaba, el tema del capitulo era algo sobre sueños de las parejas lobunas. Siguió leyendo con detenimiento y el ceño fruncido, cuando termino de leer escucho a Deaton despedir a Derek mientras caminaban en conjunto hasta la salida, Stiles dejo el libro tal cual como lo había encontrado antes de que lo encontraran infraganti, sonrió a los dos hombres cuando volvieron a encontrarse.

Se volvieron a despedir del druida y salieron de la veterinaria en silencio hasta llegar al camaro de Derek. Stiles miro un segundo el paquete antes de restarle importancia, sin embargo, antes de abrir el coche para que pudieran ir a la cita que habían planeado para celebrar ese maravilloso mes como novios, Derek abrió el paquete que había conseguido con Deaton, en su interior estaban dos pulseras de madera, ambas con un cuarzo de color curioso, Derek sostuvo una de las pulseras y se la puso en la muñeca a Stiles mientras este le miraba sin entender.

—Le pedí estas pulseras a Deaton por que leí que eran buenas para reforzar la unión de los soulmates, aunque nada es mejor que la marca, esto nos traerá buena suerte.

—¿Soulmates? —pregunto Stiles ligeramente extrañado, su corazón latió fuertemente.

—Ah... tal vez no te lo dije cuando comenzamos, pero... bueno, los hombres lobo tienen una pareja predestinada y... bueno...

Stiles sonrió de medio lado y beso a Derek antes de que comenzará a tartamudear.

—¿Se ha agregado un nuevo apodo a nuestros apodos cursis? —dijo al darse un pequeño espacio para respirar, Derek rio ligeramente avergonzado por ello.

—Eso parece.

Stiles y Derek sonrieron antes de subirse al automóvil, ambos con las pulseras en las muñecas. Stiles miro un segundo a su novio cuando comenzaron el trayecto al mall, ahora entendía todo, después de leer el capítulo del libro de Deaton, ¿cuánto había aguardado Derek para decir esto? Stiles no lo sabía, solo sabía que el Adonis de sus sueños fue en realidad un grito desesperado del lobo de Derek para que Stiles comprendiera sus sentimientos, un grito de auxilio para que el soulmate que había elegido lo eligiera a él también, tal vez por eso nunca más volvió a soñar con él.

—Sabes que, Derek Hale —Derek hizo un sonidito de curiosidad sin despegar la vista del volante—. Te amo.

Derek despego los ojos de enfrente para mirar a su novio un par de segundos antes de sonreír con vergüenza.

—Yo también.

Tal vez sea gay [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora