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Llegamos a su enorme casa, aparcó su lujoso coche en el garaje y subimos a la cocina.

-¿Qué te apetece cenar, hermosa?

-Me da igual... Elige tu.

-A mí también me da igual-seguía insistiendo él.

-Pero elige tú, esta es tu casa.

-Pero elige tú, tú eres la invitada-insistía.

-Mmm... ¿pedimos pizza?

-Vale, como queieras.

El alcalde llamó a la pizzería, tardarían entre 30 y 45 minutos.

-En todo ese tiempo nos daría tiempo a hacer muchas cosas... (cara pornosa).

-Mmmm...si...-respondí con cara pornosa también.

-Espera aquí-dijo mientras iba a la habitación.

Volvió con una caja de cartón en brazos.

-¿Que hay ahí?

-Ya verás...-cara pornosa again.

Abrió la caja y había yn montón de cosillas de los chinos, sacó unas esposas y me las puso, se sacó los pantalones y me foió contra la ensimera.

Pasados unos minutos tocó su reloj.

-Oh, las pizzas, voy a por ellas, no te muevas de aquí.

Tampoco me podía mover de allí porque me dejó con las esposas puestas.

*ringggg*

Sonó el timbre y me dirigí a la puerta, y con las manos atadas la abrí.

-Holaaaa, carteroooo...oh, ¿por qué estás desnuda y llevas unas esposas puestas?

-Porque estaba follando com el alcalde pero se ha ido a comprar la cena.

De repente puedo observar como un bulto sale de sus pantalones.

-Oh, ¡que guarro!

-Oie prinsesa kieres foyar?

-Ziiiiiiii

Y me tiró en el sofá y empesamo a foiá, cuando de pronto llega el alcalde.

-¡Pero Carol! ¿¡QUÉ HACES!?

-Emm... Em...-no sabía qye decir entonces voy y digo- ¿Quieres un trío?

-...ZIII!

Nos despertamos a la mañana siguiente los dos, pero el cartero había desaparecido.

El alcalde y yo descubrimos que estabamos echos el uno para el otro y a los dos meses nos casamos.

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⏰ Última actualización: Oct 28, 2014 ⏰

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