Mi Angelito...

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Narra Alma...

Estaba nerviosa, aquel examen era el más difícil del curso, sentía que el profesor me miraba con cara de "se que vas a copiar", pero no, prometí que en ese examen no copiaria.

La hora se me pasó lentamente, pero conseguí responder todas las preguntas.

Cuando salí de clase me encontré a Rubén, un chico con pinta de niño malo pero en realidad era super tierno y cariñoso conmigo, y para aclarar dudas...si, ese niño era mi novio.

Llevaríamos unos 2 años y 7 meses más o menos, nos conocimos mediante nuestros padres, que ya eran amigos.

Un día hicieron una fiesta en su casa, mis padres se emborracharon,  me tuve que quedar a dormir y como no teníamos sueño empezamos a hablar y meses después comenzamos a salir.

Volviendo al día del examen, me saludó con un beso y un abrazo.

- ¿Qué tal te ha ido?

- Bastante bien la verdad

- Me alegro mucho. Oye, hoy vienes a mi casa ¿no?

- Si cari, a última hora ven a buscarme para irnos juntos

- Vale, te quiero

- Y yo

Me fui con Estefania a la cafetería,  nos tomamos un café y un croissant,  y empezamos a hablar.

- Tia, ¿sabes quienes están saliendo?

- No...¿quienes?

- Lucas y esa niña nueva tan rara

- Pero...si solo se conocen desde hace 1 mes

- Ya, pero cuando el amor llega no llama a la puerta para avisar

- Cierto. Aún así no me fio mucho, yo creo que debería conocerla un poquito más

- No te rayes, ¿a caso eres tú la que está saliendo con ella?

- No, pero...

- Dejales ser felices

- Pero Lucas es uno de mis mejores amigos y no quiero que le hagan daño

- No conoces a la chica

- ¡Por eso mismo!...hablare con Lucas

- De acuerdo, como quieras

- Nos vemos luego,  cuidate

- Vale, igual

Sali de la cafetería y me dirigí a unos amigos de Lucas, les pregunté donde estaba.

- Se ha ido con su piva a dar una vuelta

- Hacerme un favor, decirle que lo he estado buscando

- Va, va

Sonó el timbre para volver a clase, así que fui hacia la mia y cogi los libros, luego subí las escaleras y entre en mi clase.

- Buenos dias profesor

- Hola Alma, ¿que tal todo?

- Bien, no me puedo quejar