El renacimiento de las leyendas

capitulo 2:Regreso de roaming

Seis meses después

Dos figuras pasaron bajo la puerta de la Aldea de la Hoja Oculta. Ambos se detuvieron y miraron alrededor de los edificios y la gente. Uno llevaba una capa opaca, verde oscuro, con una capucha levantada sobre su cabeza. La parte inferior de su cara estaba escondida detrás de una bandana atada en su lugar. Sus ojos azules observaron con calma a todas las personas que estaban cerca, señalando cuáles eran los ninja y llevaban armas. Unos cuantos golpes marrones cayeron sobre su frente. Una mano, cubierta con un guante sin dedos, emergió de la capa y le colocó un arco largo en la espalda. El arco estaba sentado en un carcaj lleno de largas flechas, cada una de ellas con plumas negras. Una vaina de espada estaba asegurada sobre el carcaj, con la empuñadura de la hoja de tres pies de largo mirando por encima del hombro de su dueño. Un escudo triangular, con otro punto de barrido en la parte superior, también descansaba sobre su espalda. Se volvió hacia su compañero, que estaba mirando la cara del Cuarto Hokage.

El segundo hombre se paró unos centímetros más alto, aproximadamente a seis pies. Parecía tener una cosa para el negro. Llevaba unos pantalones negros sueltos y una camiseta negra. El pantalón y la camisa tenían llamas rojas, naranjas y amarillas a lo largo de la parte inferior, y la camiseta lucía un remolino rojo, con una cabeza de zorro encima. Llevaba botas de combate negras, con dedos de metal. En todo esto, llevaba un abrigo negro, similar a la túnica de Hokage del Cuarto, pero con mangas. El mismo diseño de la llama lamió la parte inferior de la capa. Sus manos estaban cubiertas de guantes sin dedos, que estaban respaldados por unos guantes de antebrazo de metal negro, que cubrían sus nudillos y se metían en el abrigo. Nadie podía identificar realmente a este hombre, ya que llevaba una máscara similar a la legendaria Kakashi. También tenía un pañuelo negro que cubría la parte superior de su cabeza. Un hombre largo de pelo rubio cayó de debajo de él. También llevaba gafas de sol, similares a las que Shino Aburame usaba como genin. Una katana de tres pies y medio en su espalda completaba su atuendo.

Los pocos aldeanos y el ninja que estaban cerca lo observaron atentamente, a pesar de la banda de la Villa Leaf, vestida de negro, alrededor de su frente. Pero él se volvió hacia la cabina de guardia. Casi pareció sonreír cuando vio a una kunoichi rubia, y su acompañante de boca ruidosa.

"¡Estoy tan aburrido! ¿Por qué el Hokage siempre nos asigna deberes de guardia? ¿Cuándo volveré a una misión real?"

"Cállate Kiba. Estoy tan cansada de quejarte. Los dos sabemos por qué estamos aquí".

"Sí, solo por la forma en que tratamos a Naruto. Entonces, qué. Es un demonio, ¿cómo se supone que lo tratemos?"

"Tal vez, pero él siempre nos ha apoyado. Y nunca lo he visto perder el control. Tal vez estábamos ..."

"No seas blando conmigo. ¡Él tiene que saber qué hay en él!"

El hombre del abrigo se acercó a la cabina, con la figura encapuchada siguiéndolo. Se detuvo frente al poste, ganando la atención de los ninjas peleones.

"Trainee y Trainer team 1573, informando nuevamente".

Ino abrió un libro de horarios, y miró lentamente los números. "1573, 1573. Aquí estamos. Período de entrenamiento de seis meses, para ..."

Ella se quedó sin aliento, miró la figura y se desmayó rápidamente.

Kiba miró su forma inmóvil. "¿Cuál es su problema?" Echó un vistazo a la persona, luego al libro. Su ojo se ensanchó, y lentamente volvió a mirar hacia arriba. La figura del abrigo rió entre dientes.

"¿Qué pasa, chico perro?"

Kiba se unió a Ino en el suelo. La figura se encogió de hombros y se volvió hacia el gran perro blanco que estaba sentado cerca. "Oye Akamaru. ¿Cómo has estado?"