(Basada en una futura historia que llevará por título: "Flor Silvestre")
Un gigantesco hombre de lentes, estaba sentado en un sillón, sosteniendo en sus manos, un portarretratos, el cual miraba fijamente. En este aparecía una bella jovencita de piel blanca cual porcelana y finos rasgos, cabello azabache y rostro angelical, ella vestía un traje tradicional oriental y llevaba su cabello sujeto en un moño alto qué lo sujetaba con dos curiosos palillos de madera, formando una especie de "x", y junto a ella, estaba el hombre que miraba la foto, con una amplia sonrisa en su rostro.
Mi niña bonita, a pesar de ya no ser una niñita pequeña para mí siempre serás eso mi niña, tu llegaste a mi vida para iluminarla por completo tras la pérdida de tu madre, mi dolor se hizo menos al tenerte en mis brazos, al verte crecer, al ver tu sonrisa, al escucharte reír, al ver que cada día que pasaba te esmerabas por hacer que yo me sienta orgulloso de ti, lo que tú no sabes es que yo sentí orgullo de ti, desde que te vi, a pesar de que yo anhelaba que fueras un niño, ya hasta te tenía planeado tu futuro, serías mi sucesor, el futuro rey del reino, te casarías con la hija de mi compadre y extenderíamos más nuestro pequeño reino, el cual tú gobernarías con sabiduría, todo lo tenía planeado para ti, pero no fuiste niño, sino niña, la niña más bella y hermosa que había visto en mi vida, cuando el médico me lo confirmó tras el fallecimiento de tu madre sentí una profunda decepción que incremento mi dolor, eras niña, no serías mi sucesor, mi apellido contigo moriría como había muerto tu madre, pues con ella se fue la posibilidad de tener más descendencia, eso pensé cuando escuché la palabra niña, pero cuando te vi, cuando te vi, tan frágil, tan tierna, tan bella, todo en mi cambio, me inundo un sentimiento maravilloso, a pesar de mi dolor, sentí tranquilidad al verte, sentí felicidad al sostenerte en mis brazos, sentí ternura al escuchar tu llanto, sentí orgullo de que seas mi hija, ni pensar que ya han pasado 17 años de ello, ahora eres una bella jovencita, en realidad cada día pasa te vuelves más bella, además, eres buena, leal, responsable, inteligente, luchadora, dulce y tierna, amas el bien, te preocupas por tu reino, eres amada por todo nuestro pueblo y más de un príncipe ya anda pidiéndome tu mano a pesar de que tú casi no quieres tratarlos a ellos, te la pasas evitándolos casi siempre, claro siempre de manera muy cortés, he incluso has llegado a decirles que si quieren una cita contigo, tienen que derrotarte en un combate de artes marciales, las cuales son tu pasión, solo así puedes otorgarles una cita. Las artes marciales no es un deporte que practiquen los príncipes, solo un príncipe las ha practicado hasta ahora al menos que yo lo sepa, y ese fui yo, menos las princesas, las princesas no practican artes marciales, ellas solo se preparan para ser buenas reinas, pero tú heredaste mi amor por ese deporte, por ello en cuanto vi tu talento no pude prohibirte que las practicarás, claro solo como un pasatiempo, a pesar de ello los príncipes no pierden el interés en ti, es más cada día que pasa creo que se interesan más en mi niña, ellos dicen que eres como una bella flor silvestre, a la cual se puede admirar y no tocar, ya que ninguno de ellos practican las artes marciales, pero se conforman por el momento con tu amistad, y con la posibilidad que en algún momento cambies de idea y decidas darles alguna oportunidad. A mi tu manera de espantar a tus admiradores a veces me causa gracia, además el que aún no caigas presa del amor en parte me da tranquilidad, porque aún estás a mi lado, llenando mi vida de luz con tu encantadora sonrisa, aunque sé que la posibilidad de que en algún momento te llegues a enamorar, te olvides de tus condiciones y tengas que casarte llegará, entonces con orgullo tendré que llevarte del brazo al altar y entregarte a la persona con la formaras tu propia familia, de seguro cuando llegue ese momento me causara un profundo dolor, pero ello tendrá que suceder, no puedo condenarte a cuidar siempre de mí, a estar eternamente a mi lado, no, no puedo, eso sí, yo no quiero te cases con cualquiera, por muy príncipe que sea, tú eres una niña muy sensible, eres mi niña bonita, y yo quiero para ti alguien que te sepa siempre querer, solo eso, alguien que te quiera por siempre, por siempre, mi niña bonita, pensaba el gigantesco hombre, mientras miraba fijamente el rostro de su bella hija en el portarretratos.
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SENTIMIENTOS
RomanceLos sentimientos son los que mueven nuestro día a día y es por ello que e creído necesario crear esta colección de one shot alternos dedicado a todas las amantes del GoChi como yo pero que tendrá también algunas historias de otras parejas.