(Basada en la futura historia con varias parejas titulada: "¿El amor nace o se hace?")
En una pequeña mesa ubicada al fondo de un discreto local, tres apuestos hombres platicaban, al tiempo que una coqueta mujer de cabello rojizo y uniforme bastante corto colocaba unas copas sobre la misma al tiempo que sonreía con coquetería al escuchar la entretenida platica que los apuestos hombres sostenían.
No, no, no Kakaroto, eso no, decía un hombre cabello de flama, dando un golpe en la mesa con el puño de una de sus manos, que hizo que la mesera se sobresaltara de la impresión.
Disculpa, es que este insecto, me hace perder la paciencia, decía el hombre cabello de flama.
No se preocupe, voy por lo que resta del pedido, respondió la coqueta mesera guiñándole un ojo al hombre cabello de flama mientras un calvo sonreía.
Si, tú querida esposita estuviera aquí, esa mujer ya estaría estampada en la pared, cual calcomanía, decía riendo el calvo.
Si es cierto acoto un apuesto hombre de cabello alborotado.
Es que tú insecto me desesperas, además yo no tengo la culpa de seguir siendo tan atractivo a pesar de ya no ser un jovencito de 17 años, respondió el hombre con una sonrisa de lado.
17 años, tiempos aquellos, la preparatoria, las fiestas, las chicas, su apoyo, su rechazo, hay como me hizo sufrir mi rubiecita para conquistarla, pero finalmente cayo y estamos en la espera de nuestro primer bebé, decía Krilín con ojos soñadores.
Sí, es cierto, tú si sufriste para conquistarla, en cambio lo mío se dio con tan solo una mirada, respondió sonriendo el apuesto hombre de cabello alborotado.
Es que el amor a veces nace y otras se hace, es decir, se van ganando con acciones, como es el caso de Krilín y su esposa o del mío y mi esposita, acoto Vegueta haciendo una pausa para decir con firmeza: Pero no me desvíes la pregunta insecto, aún no me respondes nada.
Pe...pe...pero, no se me ocurre nada, creo que todo lo que se me viene a la mente, ya se lo di como regalo los años que llevamos de casados, sea para el día de las madres o para su cumpleaños, respondió con cierta nostalgia Gokú.
Hay Kakaroto, no sé cómo le hiciste para que una mujer como Milk, se enamore de ti, si a veces pareces no tener cerebro amigo, decía Vegueta rodando los ojos.
Ya Vegueta, no seas duro con él, bien sabemos que a Gokú no se le da lo de la pensada, él es más espontáneo, acoto Krilín.
Sí, es cierto, a mí no me gusta pensar mucho, para que esforzarle a mi cabecita, además las cosas de improviso salen mejor, dijo con una amplia sonrisa el apuesto hombre de cabello alborotado.
Hasta ahora no comprendo cómo le hiciste para tener dos hijos con una mujer como Milk, en fin, creo que está reunión no nos llevara a ningún lugar, decía Vegueta mientras la coqueta mesera se acercaba nuevamente a la mesa.
Su pedido de arroz al estilo oriental, decía la mesera mientras miraba con coquetería al apuesto hombre de cabello alborotado.
¡Eh¡ gracias, señora o señorita, decía Gokú sonriendo.
Señorita, por supuesto guapo, respondió la mujer guiñándole un ojo al apuesto hombre de cabello alborotado.
Pues yo soy señor, respondió Gokú mostrándole el aro que llevaba en una de sus manos, mientras sus amigos aguantaron las ganas de reír.
¿Señor?, dijo la mujer con cierta decepción y envidia en su voz, mientras pensaba: ¿Quién será la afortunada?
Sí señor, llevo 8 años de matrimonio, y dos bellos hijos, uno de 7 y otro de casi un año y digo casi, porque en unas semanas cumplirá 1 año, respondió Gokú con orgullo.
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SENTIMIENTOS
RomantizmLos sentimientos son los que mueven nuestro día a día y es por ello que e creído necesario crear esta colección de one shot alternos dedicado a todas las amantes del GoChi como yo pero que tendrá también algunas historias de otras parejas.