Capítulo 8: Satisfacción

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- No lo entiendo ¿en verdad pueden hacer algo así? ¿sin consultar con previa anterioridad a los familiares o algún allegado?



- Créeme hijo, me sorprendió tanto como a ti. Pero me aseguraron que es perfectamente normal. Dicen que mi conducta es muy buena y por ello decidieron transferirme a una prisión de mínima seguridad. Ademas me han comentado que no estaría mal que usara mis habilidades medicas allí.



- No lo se, papa. Hay algo que no me cierra en este asunto. Ni siquiera te dijeron a que penal vas, no dieron nombres, no hay nada.



- Jajaja te preocupas demasiado, Barry.



- ¡Claro que me preocupo, eres mi padre! ¡Eres la única familia que me quedas!



- Tranquilízate hijo, sabes que me hace mal verte así. Ademas no estas solo, no lo olvides.



- Lo...Lo siento. Pero no puedo evitarlo. Hubiera sido amable de parte del alcaide al menos avisarnos a donde te van a llevar ¿sabes que puedes pedir al juez quedarte aquí si lo deseas, verdad?



- Barry, estas exagerando.



- ¡No lo estoy! ¿En verdad no te preocupa? ¿No estas asustado? Por que para mi hay gato encerrado en todo este asunto del traslado, papa.



- Deberías dejar de sentirte así por tu viejo, Barry. Te lo aseguro, no va a pasar nada extraño. Solo cambiara el hecho de que si quieres visitarme vas a tener que recorrer mas distancia.





Su padre era muy optimista con la situación, mas de lo normal. El no podía sentirse a salvo, no confiaba en lo que le habían dicho.

¿Traslado a una penitenciara de seguridad reducida por buen comportamiento? Sabia que su padre se comportaba mejor que el promedio de reclusos, pero aun así algo no cuadraba.

¿Acaso necesitaban a un recluso para servir como medico en la penitenciaria? ¿No había ya personal autorizado para ello? Algo no iba bien, el lo sabia, su instinto le gritaba que hiciera algo, lo que fuera.

Barry no confiaba para nada en lo que le habían informado a su padre. El mismo admitía que a veces era un tonto, pero no era ningún estúpido. Algo mas había detrás de todo este asunto ¿Pero que?

- Papa, es en serio. Esto tiene mala pinta. Dime loco o paranoico, pero hay algo que en verdad no logro cerrar en este asunto. - le hizo saber, con su ceño fruncido. Su voz denotaba preocupación.



- Oh vamos Barry, ya te lo dije. No tienes por que preocuparte ¿cuantas veces mas debo repetirlo?



- Sigue repitiéndolo. Yo seguiré diciéndote lo mismo, aquí hay algo que no cuadra. - respondió, como si quisiera hacer entrar en razón a su padre. - Papa es en serio, al menos una vez, tan solo una vez hazme caso. Algo huele muy mal en todo esto.





Solo una vez. Era todo lo que pedía. Recordaba todavía las veces que le rogó que reclamara por su libertad. Que apelara a la sentencia puesto que sabían que se había cometido una injusticia. Pero nunca lo escucho, era un niño que no entendía nada en aquel entonces. Henry solo sonreía cuando veía al pequeño rubio, fruto de su amor con Nora, rogarle con lagrimas en los ojos que hiciera o dijera algo.

Solo podía sonreirle a ese pequeño, soportaba con sus fuerzas la necesidad de romperse y llorar, quería hacerle saber que el seguiría siendo su padre, que todo estaría bien.

Estoy contigo, durante esta noche oscura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora