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changbin desea tener una vida sexual más activa y seungmin insiste en que las relaciones amorosas no son solo "sexo".
🍒 𝐩𝐮𝐝𝐨𝐫𝐨𝐬𝐨🍒
🍒 seungbin (si no te gusta esta pareja, simplemente no lo leas).
🍒 historia corta ✓
🍒 h...
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╔═══════ O1: ═══════╗
𝑎𝑙𝑔𝑜𝑑𝑜𝑛 𝖽𝖾 𝑎𝑧𝑢𝑐𝑎𝑟
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Salir los viernes por la tarde es una rutina que adquirió gracias a su novio. Actualmente incluso si éste no puede salir junto a él, Changbin se molesta en dar una caminata por el parque o en bicicleta (a la que no le daba un buen uso hasta conocer a Seungmin).
Aquella tarde soleada, fresca y perfecta ─como era de esperarse─ su pareja le invitó a salir al parque de diversiones, dejando de lado la "conversación" anteriormente dada.
"minnie? no hablaba en serio" "no quería lastimarte, solo bromeaba" "¿amor?):"
Naturalmente, Seo había estado anhelando esa llamada desde entonces. Por lo que no tuvo que prepararse en lo absoluto cuando ésta llegó. Él, sin pensárselo dos veces, salió cuanto antes de casa. Corriendo más rápido que en cualquiera de esas maratones a las que tu escuela te obliga a asistir, llegó antes de lo acordado. Al mirar su muñeca recordó dejar el reloj en la ducha y maldijo hacia sus adentros. En alguno de los bolsillos de su chaqueta halló su celular y mientras intentaba desbloquearlo con la luz de frente, sin ver nada en la pantalla, alguien pellizcó su oreja y sopló en ella.
─Pensé que el obsesionado con la puntualidad era yo─alardeó a una distancia prudente del más bajo. Éste le abrazó de inmediato, enterrando la cabeza en su hombro, (al no llegar a su cuello era lo único que le quedaba)─. También te extrañé─habló con un poco más de seriedad Seungmin correspondiendo el gesto. Olió el cabello azabache con tonalidades azules de su amado y dejó beso allí. Luego apoyó su mentón─. ¿Vamos?
─Sí.─asintió tomando su mano y sonrojándolo con el tacto.
Changbin se mostraba con mucha energía la mayoría del tiempo, y aquel día no era la excepción. De aquí para allá disfrutaban de algunas presentaciones pequeñas para niños.
No tenían la necesidad de subirse a cada juego que veían, con la compañía del otro la felicidad era suficiente.
Seungmin moría por comprar una de esas manzanas cubiertas de azúcar y colorante rojo, (incluso sabiendo lo malas que eran). Su novio le consintió comprándole una, y luego de una mordida que dejó sus labios teñidos y con sabor a caramelo, Changbin quiso probar también.
Quiso probar a su pareja.
Pero Kim no quería que pruebe sus labios en público.
Giró la cabeza lentamente con la vista en las luces del carrusel. Changbin transformó sus labios en una línea y ofendido le arrebató el dulce de la mano.
