-Vamos, ____. No hagas esto- me decía mi madre, intentando controlarse, pero podía percibir por su voz que estaba totalmente desesperada tanto por la escena que estaba montando como por la vergüenza que esto le causaba.
-¡No, no me moveré de aquí!- le grité.
Estaba abrazada a un árbol, mi padre y Minhyun habían intentado soltarme de allí, pero no lo lograron. Me aferré con más fuerza y no me moví ni un centímetro. Agarraron mis pies y tiraron de mí, pero tampoco aflojé el agarre.
-¡Sólo es una escuela de verano, ____!- me gritó Minhyun. No lo quise escuchar, si lo hacía me pondría nerviosa y los brazos me flaquearían.
-¡Cállate, esto es tu culpa!- exclamé.
Algunas personas se nos quedaban mirando, nos encontrábamos a la entrada de la escuela de verano para niños matemáticos en medio del bosque. Había reprobado matemáticas y si lo volvía a hacer el próximo semestre, repetiría el año nuevamente. Así que mi maestra conversó con mis padres y acordaron que asistiría todo mi verano aquí para reforzar. Para mis padres y la escuela fue la solución perfecta a mi falta de voluntad con los números, para mí significaba una tortura. Podría terminar agonizando si pasaba una semana allí. Estaba segura.
-¡¿Mi culpa?! ¿Qué tengo que ver yo?- me preguntó tirando de mis pies. Chaerin se había unido a ayudarlos y ahora se me hacía más difícil mantener mis brazos junto al árbol.
-¡Eres más listo, me haces parecer una tonta!- le dije. Lo decía de broma, me importaba en absoluto parecer una tonta o una chica lista, sólo quería que me soltaran. Pero él pareció pensarlo y me soltó. Se fue al lado de mi madre con el rostro serio y me miró con tristeza.
Me había creído. Era muy débil a la hora de detectar mentiras.
-____, vamos. No es tan malo como piensas, harás nuevos amigos y hasta puede que te diviertas- me dijo Chaerin. No era tan malo si lo ponía así, lo que sucedía es que yo no quería más amigos, con los que tenía me bastaba. Y los números jamás serían divertidos.
-¡No me soltaré, tendrán que amputarme los brazos si quieren que entre!
-Traeré la sierra- escuché que decía Haneul.
-¡Puedes encontrar novio allí, ____!- me gritó Suni. La pequeña ya tenía doce años y en lo único que pensaba era en chicos, aún así me pareció graciosa su manera de convencerme.
-¿Tienen problemas?- dijo alguien. Moví la cabeza un poco y vi que era un hombre vestido de militar, era mayor y en su pecho tenía insignias y medallas. A su lado había un chico blanco y alto, aparentaba mi edad.
Minhyun se le quedó mirando con mala cara, como Nana cuando se acerca a Snow, el gato de Suni.
-Es mi hija, no quiere entrar- le explicó mi madre. El hombre sonrió y me dedicó una mirada rápida. Me dio miedo.
-¿Reprobada, cierto?
Mi madre asintió y el hombre miró al chico.
-Mi hijo también está aquí contra su voluntad, pero los chicos de hoy en día necesitan disciplina- y dicho eso le preguntó a mi madre si necesitaba ayuda para disciplinarme, ella asintió y supe lo que pasaría.
El hombre se acercó hasta donde mi padre y Chaerin forcejeaban, ellos me soltaron, el hombre me agarró de un pie y tiró de mí. Ni aunque tuviera músculos habría seguido abrazada al árbol, caí al suele sobre el húmedo césped y me ensucié la ropa.
Minhyun corrió a ayudarme. Debía admitir que desde el incidente de Sparks-que en paz descanse-, se había vuelto más atento. Seguíamos peleándonos como perros y gatos, pero después se disculpaba y me regalaba galletas o un pastel de manzana que robaba de la cocina.
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Marry me (Nu'est Minhyun y tú)
Fanfiction- Y por todo este cariño que te tenemos, Minhyun, queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños la mano de nuestra querida hija ____. ¡¿QUÉ?! ADAPTACIÓN