Marry me (Nu'est Minhyun y tú)

Capítulo 9: Cuarenta por ciento

–Enamorarte será más fácil de lo que pensé– me dijo Minhyun mientras nos sentábamos en una banca vacía que encontramos.

Hice esfuerzos sobrehumanos para no retractarme de la decisión que había tomado.

Minhyun había velado por mí desde los ocho años, diez años cuidándome sin que yo me diera completamente cuenta. Podía dejar que él intentara conquistarme hasta la boda, además ya tenía cierta parte ganada, como un 30% de mi amor.

–Nunca te subestimas– le respondí. Hacía un frío horroroso que me obligaba a mantenerme cerca de él.

–No es eso. Es que el simple gesto de quedarte a mi lado me hace feliz y comienzo a creer que de verdad me quieres.

–Yo si te quiero... el problema es que no te amo– a pesar de mis palabras, no dejo de sonreír. Entrelazó nuestras manos y acarició mis dedos, se sentía culpable.

–Ya lo sé– se limitó a decir. No solté su mano, ahora que estábamos solos había menos presión, además siempre contaba con Minhyun como guantes sustitutos.

–Me aburro...– murmuré.

–¿Quieres algodón de azúcar?

Asentí y nos levantamos para ir a comprar. En todos los lugares del parque había fila, nada se salvaba. Nos colocamos detrás de un chico con cabello rojo y esperamos.

–¿Qué harás si no logró enamorarte– me preguntó Minhyun de pronto. Lo miré a los ojos y algo me decía que temía a mi respuesta. Podía ver el dolor anricipado y era insoportable. No, jamás podría hacerle daño al Castaño.

–Presiento que lo lograrás– sonreí para darle ánimos, podía odiarlo pero era incapaz de negar a aquella parte de mi ser que lo anhelaba.

Apretó mi mano y tiró de mí hasta hacerme chocar contra su pecho. Beso mi cabello y me abrazó. ¿Acaso quería matarme o ya había comenzado con el plan "Enamora a ____"?

–Te amo, no lo olvides– y ahí íbamos de nuevo.

–¡La pareja feliz, ya es su turno!– me zafé de Minhyun cuando el chico con cabello rojo que estaba delante de nosotros nos gritó. Mientras comprábamos el chico no dejó de mirarnos.

–¿Se te perdió algo?– me sorprendió escuchar el tono ácido de Minhyun en su voz, parecía casi enojado.

–¿Ella es tu novia?– le preguntó el chico sin inmutarse por la clara amenaza de Minhyun.

–¿No te lo parece?– le dijo Minhyun en el mismo tono. Me estaba asustando.

–No, porque ella no dijo que te amaba, incluso parece incómoda a tu lado.

–No es tu asunto.

–Sí lo es, porque si ustedes no son novios significa que ella está soltera... Y resulta que yo también lo estoy.

Después todo pasó como un relámpago. El chico comenzó a reír mientras comía algodón de azúcar, Minhyun se fue contra él pero lo esquivó, el chico en lo que huía de Minhyun se tropezó conmigo y yo caí al suelo. Me golpeé la cabeza y lo único que pude ver durante cinco minutos fueron puntos negros sobre el cielo gris.

–¡____!– gritó Minhyun. Me ayudó a ponerme de pie y afirmó mi rostro con sus manos– ¿Estás bien? ¿Te duele algo?Espera a que atrapé a ese idiota...

–Estoy bien, estoy bien– lo repetí unas cuantas veces más para convencerme de que en realidad lo estaba.

Minhyun trató de perseguir al chico, pero lo detuve para que no cometiera una locura. Le dije que estaba mareada y volvimos a la banca.