Capítulo 15: ¿Bailamos?

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No quería salir, era vergonzoso y ridículo, sin mencionar horroroso.

El vestido caía en suaves ondas blancas y terminaba con un bordado plateado con flores. Era el vestido de novia que toda chica soñaría, menos yo. El sólo pensar que me casaría en un mes más me producía náuseas, hacía que la respiración se me cortara y que todo me diera vuelta. Aún seguía un poco enferma, estuve en cama por una enfermedad respiratoria aunque no fue nada grave. Eso sólo sirvió para que el viejo Minhyun volviera.

A veces me preguntaba que pasaba por su cabeza, un día estaba bien y al otro no. No me atrevía a preguntárselo, tal vez fuera demasiado obvio y yo no me diera cuenta y de ser así él nunca me perdonaría el habérselo preguntado.

Di una pequeña vuelta, admirando el vestido y junté valor. Tenía que salir del probador en algún momento de mí vida. Abrí un poco la puerta y las vi allí: Grace, quien daría el veredicto final, Yangmi, Youngmi, Sunhee, mi madre, Suni, Haneul y Chaerin. Todas juntas llenaban el espacio dado para esperar y ver el vestido.

Salí sin mirarlas, no quería ver sus expresiones. Pero las vi de todas formas, ya que el lugar estaba rodeado de espejos.

–¡____, no lo puedo creer!¡Mírate!– mi madre fue la primera en gritar. Se acercó a mí corriendo y antes de darme cuenta de lo que hacía, de la cámara me cegó. Sacó más de veinte fotos.

Grace caminó alrededor de mí, examinando cada detalle del vestido mientras Youngmi me hablaba sobre las combinaciones que podrían hacer con los vestidos de dama de honor.

No quería ofenderla ni bajar su ánimo, pero estas cosas me traían sin cuidado. No importaba la tela o el diseño de un vestido, al final de cuentas me casaría con Minhyun de la misma forma en que lo haría en Japón que en China.

–Este es el indicado– sentenció Grace. Todas estuvieron de acuerdo. Pidieron mi opinión, no las contradije y le di en el gusto.

Chaerin me ayudó a sacarme el vestido sin arrugarlo, y las demás fueron a ver los de dama de honor mientras mi madre pagaba.

–¿Enserio te gustó el vestido,____?¿O sólo dijiste que sí para no probarte otro?– Chaerin era muy perceptiva. Reí bajo, dándole a entender que tenía razón.

Negó con la cabeza y su mirada se ensombreció un poco.

–____, yo te quiero tanto como a mis hijos, pero no puedo soportar que tú no quieres a Minhyun tanto como lo hace él.

Me quedé en silencio con sus palabras, nunca antes me lo había dicho tan directamente. Siempre me decía lo mucho que me quería Minhyun y que por favor intentará dejarlo que me conquistara. Pero al parecer su paciencia, o tolerancia, habían llegado a cero.

Y la comprendía: si mi hijo estuviera enamorado de una idiota como yo, también hablaría con ella.

–Lo siento, Chaerin.

–No lo sientas, Tinker. Pero si las cosas siguen así y tú crees que nunca cambiarán, será mejor que detangas todo. No creo que Minhyun resista otro divorcio.

Estuve a punto de llorar. Recordé cuando Chaerin llegó junto a Minhyun y Sujin, no traían maletas ni nada. Su padre los había abandonado y Chaerin se vio obligada a trabajar.

No dejaría que Castaño reviviera eso.

–Si desde el principio nunca hubiera sentido algo por Minhyun, jamás hubiera dicho que sí. Y aquí me tienes, probándome un vestido de novia...– le respondí. Eso no la hizo sonreír, pero al menos dejó de mirarme como si fuera una villana.

Sus palabras me afectaron. Últimamente me confundía mucho, en especial desde el incidente con Yon. No dejaba que Minhyun conversara demasiado con otras chicas como el no me dejaba acercarme a otros muchachos.

Marry me (Nu'est Minhyun y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora