Capítulo 29: La normalidad no es para nuestra familia II

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–Papá– gritó Kangsoo. Movió los brazos con energía y botó un vaso con bebida, derramando todo sobre el mantel nuevo.

–Kangsoo, mira lo que hiciste– le regañó Hyesok. Era divertido ver como Aron se comportaba como un niño al lado de su hijo, haciendo enojar a Hyesok. Minhyun rio conmigo, ocultando su sonrisa detrás de mí cabello, mientras sostenía a Aerin.

–Minhyun, detente o botarás a la niña–murmuré sin mucho convencimiento.

–No le pasará nada.

Y eso era verdad, Aerin era la devoción de Minhyun, lo daba todo por ella. Y como hoy era su cumpleaños, no la soltaba ni siquiera para ir al baño, quería pasar cada minuto del día a su lado, a pesar de que Aerin llorara porque quería caminar y jugar con Kangsoo.

Era extraño estar todos juntos. Al final, Youngmi seguía con Jason, Hyesok casada con Aron ante un impulso, Sunhee era muy amiga de Baekho aunque todo el mundo sabía que había algo más, y Yangmi, mi querida prima, al final había logrado vencer la timidez y se quedó con JR. Era estupendo saber que mis mejores amigos estaban juntos, todos, y que ahora nos visitaran junto a mis padres y Chaerin en el cumpleaños de Aerin.

–¡Papá!– volvió a gritar Kangsoo y esta vez lanzó un pedazo de pastel contra el rostro de Aron. Minhyun estalló en carcajadas, agradeciendo que Aerin fuera tan calmada y no una revoltosa como Kangsoo.

–¡Kwak Kangsoo!– exclamó Aron. Su grito despertó a Aerin, que se había quedado dormida hace poco, y se puso a llorar con ganas. Y JR la siguió.

–¿Ya ves lo que haces, Aron?– le ragañó Baekho–. Eres un desconsiderado, haces llorar a tu hijo y atu sobrina, que mal tío eres.

–No seas tan cruel, Baekho– replicó Aron.

–Pásamela– le dije a Minhyun en medio de la pelea. Al principio no quiso, pero terminó por entregármela al ver que Aerin no dejaba de llorar.

Aerin se quedó tranquila de inmediato y comenzó a jugar con mi cabello, como siempre hacia cuando la sostenía yo. Acarició mi rostro con sus manos y la besé en la mejilla. Era sorprendente como cada vez sus ojos se parecían más a los de Minhyun, y su cabello castaño también. Eran demasiadas coincidencias, e incluso llegué a preguntarle a Minhyun si no me había engañado con alguien, porque Aerin era su vivo reflejo. Pero siempre él me respondía que jamás se atrevería a mirar a otra mujer cuando estuvo más de la mitad de su vida enamorado de mí. Podrían pasar los años, pero ese lado cursi y romántico de Minhyun, me temía, que no se iría jamás. Aunque en parte me alegraba, eso significaba una discusión diaria, y una reconciliación también.

Pero si duda, lo que más me gustaba, era cuando al final él me decía que no tenía ojos para nadie más porque me amaba demasiado, y también a Aerin, y no se atrevería a destruir la felicidad que tanto le costó construir.

Era un romántico sin causa ni solución.

–¡Las velas!– gritó de pronto Suni. Ver a mi hermana pequeña, ya adolescente casi adulta, era divertido, porque aún no podía quitarme de la cabeza esa vez que nos ayudó a mí y a Ren a saber si Minhyun estaba celoso. Extrañaba esos años, pero también estaba emocionada por los que vendrían.

Si me ponía a recordar, habíamos cometido demasiadas locuras cuando éramos jóvenes, más jóvenes que ahora. Era una exagerada e histérica, me arrepiento de haberme comportado tan fría en el cumpleaños de Minhyun y mostrarme indiferente ante su declaración, me arrepentía demasiado, por eso, trataba de hacer lo mejor para él siempre. Porque le amaba y nunca me había sentido tan segura de algo.

Colocaron las velas en la torta y cantamos el cumpleaños feliz. Aerin no parecía emocionada, seguía algo asustada por todas las personas a su alrededor, estaba acostumbrada a mi presencia la mayor parte del día, a Minhyun por las tardes cuando llegaba del trabajo y de Nana y Asesino, nuestras mascotas.

Minhyun y Kangsoo soplaron las velas por Aerin, y Aron estampó el rostro de Minhyun en el pastel, Hyesok estaba al borde del colapso y Jason y Baekho no hacían más que reírse, mientras JR intentaba limpiar a Minhyun.

Dejé a Aerin con Kangsoo para que jugara, se llevaban bastante bien y eso no le agradaba para nada a Minhyun, consideraba a Kangsoo como una amenaza. Decía que le quitaba tiempo de su hija. Un padre celoso y esposo también.

Miré a todos mientras comían pastel, y de repente, Minhyun me atrapó en sus brazos y me apartó hasta nuestra habitación.

–¿Qué sucede, Castaño?– inquirí, sentándome en la cama.

–Sabes, no lo hacemos tan mal como padres, ¿no lo crees?

–Pff... tú eres un súper papá, así que supongo que no– sonrió de medio lado y se arrodilló frente a mí. Me besó en los labios, con dulzura y me recordó esa vez en que me besó el día que comenzó toda esta locura. La diferencia, es que la primera vez me obligué a reprimirme por la rabia que sentía, pero ahora, dejé que mis labios respondieran por mí y se fundieran con el aliento de Minhyun.

–Estaba pensando... que Aerin se podría sentir algo sola...– murmuró contra mi oído cuando nos dejamos de besar.

Lo miré por unos segundos y sonreí como tantas otras veces.

Sabía de lo que estaba hablando.

–Bien, pero que está vez no se parezca a ti, o de verdad comenzaré a sospechar– el rio por lo bajo y me volvió a besar, esta vez, como si el mundo se fuera a acabar.

Por poco y se me olvida que tenía que actualizar hoy también, espero que les haya gustado, 😘😘😘😘

Marry me (Nu'est Minhyun y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora