CIP 19 ©

Connor-Megan

Connor.

Cuando entro ella ya está sentada en la cama. Mi pequeña Megan. No puedo evitar sonreír ante mi suerte. No podrían haberme puesto con una pareja mejor.

―Megan―sonrío mientras me acerco a ella para abrazarla―. Te he echado muchísimo de menos.

―Y yo―corresponde ella sonriendo un poco.

No puedo evitar el impulso de querer besarla, así que pego mis labios a los suyos rápidamente, pero ella no corresponde todo lo bien que esperaba. La miro con duda. ¿Qué pasa?

―Perdona... ―se ríe un poco con nerviosismo―. Esto...

―No pasa nada―sonrío un poco intentando comprender su situación―. Es normal. Nueve meses sin vernos es mucho tiempo.

―Sí―me da la razón dejando de sonreír paulatinamente.

―¿Cómo te ha ido?―pregunto dejando de sonreí también.

―Bien... Los estudios... Esas cosas... Y tú ¿qué tal?

―Bien también―miento.

―Bueno―murmura y se da la vuelta para quitarse la blusa.

Antes no era así... ¿Qué le habrá pasado? Me esperaba nuestro reencuentro más épico. Asiento y me desabrocho los botones de mi camisa. He esperado mucho tiempo este momento y resulta que no va a ser como me esperaba.

Me quito los pantalones y me subo a la cama en silencio. Cuando lo hago ella me mira con los ojos un poco abiertos. He hecho deporte por ella. Sí, estoy más fuerte. Es normal. La cojo por la cintura cuando ella termina con su ropa y la siento encima mía. 

―Sigues igual de guapa que hace nueve meses―digo poniéndole un mechón de pelo detrás de la oreja haciendo que coja un poco de aire.

La examino con la mirada satisfecho y ella hace lo mismo poniéndome las manos en mi cuello.

―Tú has cogido músculo―sonríe tímidamente.

―Por tí―susurro.

Entonces ella se abalanza a mis labios y me besa con más ganas que antes. Joder, cuanto la echaba de menos.

Tras unos intensos minutos ambos acabamos la tarea que teníamos que hacer en esa habitación y nos recostamos en la cama jadeando. La abrazo haciendo que se recueste en mí. 

―Te he echado de menos―besa en mi pecho desnudo.

―Yo te he echado mucho de menos―sonrío.

Ella se ríe y yo le acaricio la cabeza contento de que se ría.

―Me han echado de la universidad. Cuando salí del CIP mis notas bajaron mucho y me echaron.

―Lo siento―me mira ella―. ¿No hay ninguna forma de que puedas volver a entrar? Puedo ayudarte a ponerte al día con las asignaturas. Podemos pedirle ayuda ala profesora para que te ayude.

―No sé si me dejarán volver.

―Si demuestras que estas interesado y mejoras a lo mejor sí.

―No todo es tan fácil―la abrazo más fuerte―. Me alegro de volver a estar contigo.

―Y yo―sonríe correspondiendo.

―¿Has estado bien este tiempo?―le pregunto después de darle un beso en la frente.

―No, te echaba de menos.

―Yo no he parado de pensar en ti ni un segundo.

Entonces ella me mira y yo le acaricio la mejilla mirándola también.

―¿Has bajado las notas... Por pensar en mí?

―No te sientas culpable―susurro dándole la razón.

Pero ella si se siente culpable, como no. Megan se incorpora para mirarme mejor.

―No podía centrarme sabiendo que estarías por ahí sola sin mí... Sin saber si estabas bien... O si te había pasado algo que yo podía evitar pero no saberlo.

―Estoy bien―suspira cansada.

―Ahora ya lo sé―me incorporo y le doy un beso en la frente―. ¿Tienes ganas de ver a los demás?―sonrío con ella.

―Sí, tengo muchísimas ganas de ver a Alice y a Kass―sonríe como una niña ilusionada.

―Pues vamos―sonrío y nos vestimos.