Min Yoonji tenía muchas debilidades, entre ellas estaban la música, sus amigas o Kumamon. Pero de todas estas cosas, ella nunca esperó ser derrotada por un par de tetas.
Unas grandes tetas.
O alternativamente en donde Yoonji está en modo gay panic p...
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El problema de tener una mejor amiga a la que le confiarías todo, es que se pasa mucho tiempo con ella. Así que, cómo no, Sookie le había pedido que la acompañara para comprar algo de ropa al centro comercial, Yoonji nunca ha sido buena negándole cosas a la menor así que, tragándose su odio por comprar ropa, aceptó. Y trás unas largas horas de compras de mucha ropa de marca, ¿qué tenía Sookie con Balenciaga?
Finalmente habían regresado a los dormitorios, pero la tortura no ha terminado ahí, por supuesto que no, Sookie la ha sentado en la cama de su dormitorio, ha cerrado la puerta, y metiéndose en el baño de la habitación exclama:
–Voy a probarme todo unnie, necesito que me digas tu opinión así que solo quédate ahí y espera, prometo que te dejaré ir después de esto–.
Yoonji no puede creer su desgracia, ¿puede a esto llamársele desgracia?, oye claramente preguntar una voz en su interior, pero decide ignorarla. Así que simplemente se sienta cómodamente en la cama cruzando sus piernas y se pone a jugar con su móvil hasta que la menor sale del baño.
Ella no está preparada para cuando Sookie sale, al levantar la mirada y verla su móvil cae de su mano y se queda sin aliento.
–¿Qué te parece? – Con una risita, da una vuelta sobre si misma con la misma gracia con la que baila y mira a la mayor esperando una respuesta. Sus elegantes rizos caen sobre sus hombros sobre el top ajustado blanco, dejando a la vista su ombligo y sus abdomen trabajado, a juego con esto unos pantalones cortos que tienen unas cadenas de adorno y una medias hasta sus rodillas que tienen todos los colores en la esquina de ellas, en la zona de sus muslos.
Tragando saliva y parpadeando, Yoonji baja la vista a sus manos.
–Te ves bien, ¿ya me puedo ir? – Oye un resoplido y luego unos pasos hacia ella, además de algo ligero caer al suelo.
–Unnie, solo una cosa más, compré ropa interior nueva, ¿levantarías la vista? Quiero saber qué te parece– Y las manos de Sookie la agarran de los hombros, el muslo carnoso de la menor se dobla entre sus piernas sobre la cama, apoyándose sobre ella. Yoonji no es estúpida, sabe lo que le espera al alzar la vista, puesto que puede ver en el suelo el top y los pantalones que anteriormente Sookie tenía puestos.
–¿No vas a mirarme? Sé que no soy muy bonita, pero tampoco es para tanto– Soltando una risita dolida, Sookie le aprieta los hombros, y eso es suficiente para que Yoonji levante la mirada con el ceño fruncido y una protesta en la garganta.
–Eres preciosa Sookie, realmente... – Su protesta va perdiendo fuerza comforme mira, ¿por qué cada vez que Sookie se le acerca tiene sus pechos justo en su cara? Sus pechos... Sujetos por un sostén negro que tiene un lazo justo en el medio y unas cintas cruzadas sobre ellos. –Realmente eres hermosa, no deberías pensar así de tí misma– Sookie la mira fijamente un rato entonces, y Yoonji es dolorosamente consciente de la situación.
¿Qué demonios hace con esta mujer en ropa interior totalmente hermosa y sexy sobre ella, mirándola de esa manera?
En su mente no para de repetir la misma palabra: Hetero, hetero, hetero.
Quizás sí la repite lo suficiente su cerebro por fin lo entenderá y dejará de pensar en los pechos de Sookie, o en su cuerpo, o su encantadora risa o cualquier cosa relacionada con ella.
Sookie suelta una risita y luego pone una sonrisa atrevida – Ya sé que soy hermosa unnie, realmente comencé a amarme a mí misma hace mucho– Con total descaro, Sookie se sienta cómodamente en su regazo y se apoya en su hombro, Yoonji ni siquiera sabe con claridad que está ocurriendo en este punto– Pero quería que me miraras, y realmente me gusta oír como otras personas me dicen lo hermosa que soy– Suelta otra risita, sorprendiendo a Yoonji.
–Sookie, ya basta, estás yendo muy lejos... – Yoonji agarra los brazos de la menor que estaban acariciandola con dulzura en su cuello y los quita de sí misma– ¿qué estás tratando de hacer? ¿Sabes cómo podría malinterpretarse esta situación si alguien entrara ahora? – Sookie pone un puchero momentáneo y después suelta una carcajada.
–Eres tan divertida unnie, éstas toda roja, ¿qué creíste que haría? –Bajándose de su regazo, la menor coge su ropa y vuelve a vestirse, Yoonji finalmente puede respirar bien.
–¿Cómo podría saberlo? Subiendote sobre mí y actuando de esa manera... – Yoonji se levanta de la cama y se mete las manos en los bolsillo del pantalón, puede notar su cuerpo agitado y sus manos picar de una necesidad que no sabía ... Que no quiere reconocer.
–Solo estaba tomándote el pelo, ya relájate Yoonji unnie– Y con una última risita y un movimiento de caderas que parece más intencional que otra cosa, deja a Yoonji sola.
¿Dónde quedó la heterosexualidad que decías tener Min Yoonji? Oye claramente decir a la voz en el fondo de su mente.
