>// ... Emoción ... \\<

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No sabía cuánto tiempo podría seguir así, esperaba que mis piernas no me fallaran en el último segundo, al igual que no deseaba dejar de sentir ese confortable calor que invadía mi cuerpo, un delicioso aroma a menta comenzaba a dejar mi mente en blanco. De a poco Cu separaba el abrazo lo hacía de manera bastante lenta y suave como si fuera una muñeca de porcelana, de inmediato busco mi mirada a lo cual solo pude sonrojarme y mirar hacia otro lado.

- Mi máster es bastante tímida, parece que ningún guerrero la ah profanado .-

Aquellas palabras me sorprendían y más en el tono pecaminoso como lo decía, como se atrevía a hablar de mi de esa forma de mi pero solo sonreí de manera inmediata y abrazándole por el cuello.

- Y tu un guerrero demasiado vivido y contaminado .-

No evite reírme por aquel comentario tan fuera de lugar pero el parecía gustarle ese humor por la forma que me acercaba a el, nuestros cuerpo solo estaban separados por el grosor de la ropa; a lo cual mis ojos se enfocaron a los suyos para retarle a que siguiera vociferando algo más pero no dijo más ya que de manera inmediata se abalanzó hacia mi boca dejándome extasiada por ese beso robado y delicioso sabor.

Mis ojos quedaron abiertos por aquel acto, no negaba que fuera bueno, pero había sido muy inesperado, el beso era exigente desde el inicio parecia que deseaba marcarme más como suya que yo como su máster, separé el beso a la fuerza y lo mire completamente desencajada, el no tardó en comenzar a reírse y sinicamente relamio sus labios.

- Vaya máster, sabes demasiado bien, aunque me gustaría un poco más .-

Sus ojos subieron y bajaron por todo mi cuerpo haciendo que mi piel se pusiera como gallina, no evite respirar algo agitada hasta respirar hondo y comenzar a caminar hacia las escaleras.

- Muy bien quieres probar adelante hazlo pero te lo debes de ganar .-

Mis palabras habían sido frías pero por dentro me moría de miedo, no sabía de donde había sacado coraje subí hasta mi habitación y cerré la puerta detrás de mi, para recargarme en la puerta e ir bajando para quedar sentanda, mirando hacia la ventana la cual comenzaba a mancharse por las gotas de lluvias del verano.

Cú ChulainnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora