>// ...Café... \\<

158 21 1
                                    

El camino a la zona de acampar había sido demasiado largo, molesto y sobre todo agotador, no había dejado de pensar las palabras que le había dicho no pense que podría haberle lastimado, pero ya estaba dicho. Llegué a la zona de campamentos no se encontraba nadie, eso me dejaria pensar como ganar el juego o eso intuía hasta al ver que un chico se acercaba, no le tome mucha importancia, comencé a instalar mi campamento hasta ver que se acercaba a mi, alce una ceja, evite totalmente chocar miradas, ahora resultaba que el mundo deseaba joderme más.

— Hola, no deberías acampar tu sola es peligroso para una chica. —

— Gracias por tu preocupación pero me se cuidar yo sola. —

Continúe colocando mi campamento, no levante la mirada debia ser cuidadosa ya que no sabía si era casualidad o que el tuviera un sirviente, debía estar alerta. Al terminar de colocar todo el campamento me coloque mis auriculares y comencé a leer aunque no podía evitar mirar de reojo al chico de cabello azabache, que había puesto su campamento frente mío y prendía su fogata aunque parecía tener dificultad en hacerlo, de un momento a otro me puse de pie y camine a donde se encontraba y le ayude a prenderla.

La noche había caído y las estrellas estaban en su máximo esplendor, tenía una taza de café en mis manos, ya que la temperatura había caído y por agradecimiento el azabache me regalo una taza de café, el chico se presentó con el nombre de Akabane me comentaba que venía de un región cercana y siempre que finalizaba parciales se dedicaba a descansar en esta zona, escuchaba atenta a todas sus palabras, era agradable y tenía muchos temas de conversación al inicio no notaba nada raro pero tenía la sensación de que alguien se encontraba atrás mio observandome, así que sin mas me levante, mire hacia el bosque y grite con fuerza.

— Será mejor que salgas, mi sirviente no viene conmigo si piensas atacar hazlo ahora. —

Voltee nuevamente esperando una respuesta pero no obtuve nada a excepción de la sonrisa de Akabane, dejando su taza de café a lado.

— No pensé que te darías cuenta tan rápido pero es interesante saber que tu lancero te a dejado. —

— No lo ah hecho yo le pedí que se quedara en casa, pero no es necesario me se cuidar... —

No finalice la frase al sentir como mi cuello era sujetado con demasiada fuerza, su mirada había cambiado y un archer se encontraba ahora a lado suyo con una sonrisa socarrona, sabía que era posible no salir viva pero aún contaba con hechizos de comando.

Cú ChulainnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora