-Beth, despierta cariño, vas a llegar tarde a clase.
- No voy a ir, así que lárgate y déjame en paz.
-Cariño, debes ir,no podemos cambiar lo que paso, ya no hay vuelta atrás, debes rehacer tu vida de nuevo, debes continuar por él.
-Si tu hubieras denunciado a ese cerdo , Tommy aún estaría con vida.
Dijo Beth con ira, lanzándole una mirada de odio.
Su madre no pudo evitar las lágrimas , las cuales brotaban de sus ojos como cascadas.
- Puede, pero yo no estaría viva; piensa en lo que me hubiera hecho tu padre de haberle denunciado.
- Tenias que haber hecho algo, esa se supone que era tu misión, esa es la misión de cualquier buena madre.
- ¿ Pero qué querías que hiciera?
- No quiero seguir hablando, no iré a clase y punto; ahora lárgate de mi cuarto y déjame sola.
-Beth por favor.
- ¿Quieres dejarme ya? no voy a ir, a ver si se te mete en la cabeza de una puñetera vez, que me olvides.
- Ya vale, han pasado tres meses, no puedes pasarte el día metida en tu cuarto, sin apenas comer ni relacionarte con nadie.
-No quiero estar contigo, ni con nadie, creo que no es difícil de entender, vamos , digo yo.
- No puedo contigo , me matas.
- Aquí el único que esta muerto es Tommy y a nadie parece importarle.
- ¿Por qué dices eso?
- Has rehecho tu vida, ya estas comprometida, con ese pringado de Richard y estáis pensando en tener más niños , aparte de los dos gilipollas que tiene el idiota ese de su anterior matrimonio; en estos tres meses, no te he visto llorar por Tom, es como si te diera igual, te has olvidado de él.
-No digas esas cosas, sabes que no es cierto, quiero muchísimo a tu hermano, pero él ya no esta aquí y no va a volver,he pasado página y quiero que tu hagas lo mismo para ser feliz.
- No creo que sea feliz aquí, contigo y con ese tonto, olvídalo, paso de todo, me quedo aquí; así que no te molestes en decirme más nada, porque no voy a cambiar de opinión.
-Beth
-Déjame , quiero estar sola.
Mary salió del cuarto con un nudo en la garganta y un dolor que le oprimía el pecho.
Se sentía culpable por la muerte de su pequeño, y le dolía que su hija la odiara tanto. No sabia que hacer,parecía que cada paso que daba la llevaba cada vez más al abismo del distanciamiento con la que una vez fue su pequeña Beth.
-Mi amor, ven aquí, no llores.
Richard abrazó a Mary con todas sus fuerzas, intentando protegerla de todo mal, consolándola y dandole su máximo apoyo.
-Deja que hable con ella.
- Si a mi apenas me escucha, a ti, ya ni te cuento, déjala, no quiere saber nada de mi ni de nadie, necesita más tiempo para sanar la herida.
- Estoy harto de que siempre cedas a sus tonterías , no fue culpa tuya y ella debe comprender que no pudiste hacer nada.
-Ella tiene razón.
Mary se apartó con suavidad de los brazos de Richard y miró por la gran ventana del pasillo, la que estaba enfrente de las escaleras. No hacia buen tiempo, y el cielo estaba lleno de nubes negras, que avecinaban tormenta.
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Muy muy lejano.
SpiritualLa soledad más inmensa la invadió tras la muerte de su querido hermano, dejo de ser la misma, perdió la alegría, perdió la fe en todo acto humano, hasta que lo conoció a èl y se metió en un mundo del que ya no tenía la opción de salir.