Capítulo 8: contigo

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-Beth.
Ese tono tan apenado interrumpió el sueño de la joven que yacía en las hojas secas de los inmensos árboles, era Norman, venia solo.
Nada más abrir los ojos y ver quien era, se agarró a él y lo abrazó fuertemente.
-Venga levanta, ¿qué te ha pasado?
A Beth no le salía la voz del cuerpo, solo quería llorar.
-Espero que no sigas enfadada.
Se quitó su camiseta y se la dio a ella para que se la pusiera.
-Te tapara lo justo y necesario.
Dijo Norman intentando sonreír, demostrando que no estaba preocupado, pero lo cierto es que quería matar a los que le habían echo eso a su pobre Beth, la ira lo comía por dentro y él lo disimulaba lo mejor que podía.
-Tenemos que curar esa nariz y esa boca antes de que tu madre te vea.
-¿Do-donde está ?
-En un hostal algo alejado de aquí.
-No creo que quieras que tu madre te vea así ¿no?
-No.
-Tenemos que comprarte algo de ropa y curarte todas las heridas.
-¿Estáis molestos o enfadados porque me escapé?
-No, claro que no, estábamos preocupados, pero no enfadados.
La miró con pena y dijo con gran alegría y cariño.
-Me alegro tanto de haberte encontrado al fin, no sabes todo lo que hemos estado buscando, espero que no se te ocurra hacerlo de nuevo.
-Descuida, después de esta experiencia no tengo pensado volver a huir.
-No debes huir de nosotros, somos los buenos.
-Ahora ya no sé que esta bien ni que esta mal, solo quiero desvanecerme y olvidarlo todo.
Norman la abrazo con fuerzas y la acompaño al coche.
Llegaron a una gasolinera, todo el trayecto lo pasaron en silencio. Beth no dejaba de pensar en lo ocurrido la noche anterior, ¿pero que estaba pensado? Lo que más le preocupaba era esa falta de madurez que había demostrado,llevaba una mala racha desde la muerte de Tommy, paso de ser una alumna estupenda a ser la más ausente de la clase, de ser la hija más agradable de, mundo a la más rebelde, hasta se había drogado en más de un ocasión.
-Beth, que haces con esa caja de cigarros, no tendrás pensado fumar ¿no?
-Si, me alivia el estrés y además es el mejor de mis vicios.
-¿Qué vicios tienes ? Nunca he visto nada fuera de los normal en ti.
-No creo que quieras saberlo.
-Ya que has empezado deberías de acabar me pica la curiosidad.
-Pues cuando Tommy murió empecé con porros, para dormir y aliviar el dolor de mi alma,luego me pase a las setas alucinógenas y al LSD que viene a ser casi lo mismo, el Paqui lo probé mas por curiosidad que por otra cosa y finalmente el opio, ese era el peor de mis vicios.
-Dios mío Beth, ¿Pero por qué?
-¿Por qué? Es fácil preguntar cuando no has pasado por lo que yo he pasado.
- No digo que sea malo lo que te ha pasado, pero tu no tienes ni idea de lo que nos ha podido pasar a los demás, a mi madre y a mi padre lo asesinaron sus propios hermanos porque ansiaban sus poderes, tuve que huir de mi Aquelarre y ya cuando fui acogido por otro, resulta que son brujos de artes negras que me estaban utilizando para conseguir víctimas. A mi costa mataron a mi novia, a mi mejor amigo, ya ves Beth, no me ha pasado lo que a ti, pero tampoco he tenido una vida muy normal.
Beth se quedo medio boquiabierta, no tenía ni idea del pasado tan oscuro y triste que había tenido que soportar Norman, en ese momento se sintió estúpida y Norman pareció notar su malestar.
La abrazó con fuerzas, ella notó sus pectorales, su calor, ente ambos se creó un aura, miles de llamas empezaron a rodearlos, hasta que los consumieron.
Ninguno de los allí presentes vio nada, eran simples mortales, ¿qué iban a ver ? Solo eran dos jóvenes enamorados dándose el lote.
-Te quiero.
-Y yo a ti Beth.
Era la primera vez que esas palabras salían de sus labios, era la primera vez que realmente quería a Norman, antes le gustaba, pero ahora, definitivamente sabia que estaba enamorada de él.
-¿Te gusta esta camiseta y estos shorts?
-Si, aunque yo de moda no entiendo mucho, pero estarás guapísima con eso.
-Vale pues estas zapatillas también me las llevo.
-Cóbreme  esto por favor.
-¿Por qué va con esas pintas tu novia ?
-Creo que eso es algo que no le incumbe .
-Cierto, era solo curiosidad, no te enfades hombre.
-Nada, no estoy enfadado, gracias.
Tras coger lo que Beth había escogido se dirigieron juntos al baño, allí ella estrenó su nueva ropa y Norman le curó las heridas de una manera un tanto peculiar, utilizando sus manos y su voz.
-Si yo soy bruja, ¿por qué no tengo poderes como tu ?
-Si que los tienes, solo que están dormidos, ¿cómo crees que te he encontrado? Si tu no hubieras puesto de tu parte nunca lo habría conseguido, estabas súper lejos de nosotros, pero al lanzar mi conjuro tu esencia, tus poderes los captaron y respondieron, por ello logré dar contigo.
-Dios, es que esto es todo tan surrealista que lo único que quiero es reírme y seguir con mi vida.
Norman le acarició el rostro, deteniendo sus dedos en sus labios, estaban tan suaves como siempre, ya no había ni rastro de sus heridas.
-Están tan bella como siempre.
Beth se ruborizó, en ese momento Norman se acercó a ella y la besó apasionadamente, cual amante que vuelve d e luchar una guerra y regresa al fin con su amada .
Ese deseo de formar parte el uno del otro, se materializó, sus cuerpos se fundían en la ardua pasión.
La ropa que ambos portaban ahora se encontraba tirada en el suelo.
Su momento de amor fue interrumpido, cuando alguien llamó a la puerta de los servicios.
-Venga hombre , que es para hoy, lleváis ahí mas de media hora, los demás también queremos usar el baño.
-Ya vamos.
Norman pronunció unas palabras y ambos ya estaba vestidos.
Salieron del servicio, cediéndole el paso a la mujer rechoncha que les había interrumpido su momento.
Norman no sabia cuando volvería a poder estar tan solo con Beth y en tan intimas circunstancias. Su madre no formaba parte de la huida que él había previsto, pero bueno, ya no podía hacer nada.
Se montaron en el coche, la música invadió el ambiente inundándolo de alegría y nostalgia, Beth echaba de menos ser una chica normal, con una vida normal y aburrida.
Saco su cigarro, se lo metió en la boca y empezó a buscar un mechero.
-Beth,¿enserio?
-Que, ya te lo he dicho, necesito fumar.
-Prométeme que lo dejaras.
-Nunca debemos prometer algo que no vayamos a cumplir.
-Pues aquí no hay fuego así que, no se como te lo vas a encender.
-Me lo encenderás tu, usando tus poderes de brujo.
- No me puedes obligar, así que lo tienes algo difícil.
-Venga Norman por favor, solo este, los demás los dejo para otro día, lo prometo.
-Acabas de prometerme algo, vaya, eso significa que lo vas a cumplir, bueno en ese caso, me lo pienso.
-Venga.
Norman acabó cediendo y le encendió el cigarro. Beth dio una calada, pareció saberle a gloria, la disfruto al máximo, inhalo el humo, siento como envenenaba sus pulmones, como le quitaba un poco de vida.
-Beth ese mal habito tuyo hay que quitarlo, no quiero que mueras.
-¿Los brujos no somos inmortales ?
-Vivimos según nuestro poder, por ello ha habido tantas masacres entre los Aquelarres desde siempre.
-Y tu ¿cuánto poder tienes?
-Bastante
-Eso en años cuando es.
-Pues si nadie me clava un puñal, o me dispara son alrededor de dos siglos.
-¿doscientos años? Bromeas, no me lo creo.
-No es broma es cierto.
-¿Y yo ?
-Eso es algo que solo tu sabes, pero aun no crees siquiera que eres bruja. El primer paso es saber y aceptar lo que eres, luego debes desarrollar tus poderes, estudiar y practicar para tener mas, aun que el 90% de los brujo no estudian, sino que aniquilan a otros seres y les arrebatan sus poderes.
-Vaya, que tétrico todo, quien hubiera dicho que el mundo de las brujas y los brujos eran tan duro. Oye ¿es cierto que antes se cazaba a las brujas? O ¿eran simples mortales?
-Hubo de todo, algunas eran de verdad, aunque la mayoría eran simples mortales que practicaban la medicina con plantas medicinales.
-Pobres, encima que hacían cosas buenas por los demás las mataban.
-Ha habido reyes que eran brujos, la verdad es que pasamos bastante desapercibidos, muy pocos humanos son capaces de reconocernos, los hermanos Grimm inspiraron sus historias en brujas de verdad, tenía el don de ver quien era quien.
-Siempre nos han hecho creer que las brujas solo forman parte de los libros.
-En realidad los humanos también tienen poder, un poder incluso más poderoso que el de las brujas, Jesucrito de Nazaret era humano, el humano más poderoso que ha habido nunca, por ello lo acabaron asesinando.
-¿Dios no existe?
- No creemos en nada, solo creemos en nosotros y en nuestro poder, aunque no sabemos si hay dioses o no, también depende del Aquelarre, el de las rojas negras adoran a Estbelzu un dios, mas bien un demonio, creen obtener su poder de él y lo adoran y hacen sacrificios, todas las personas raptadas, o desaparecidas, acaban en algún Aquelarre de locos.
-Dios, vuestro mundo es más complejo que el nuestro.
-Bueno, también es tu mundo.
-Soy mitad humana, mitad bruja.
-Por eso eres más poderosa que muchos.
Beth se quedó pensativa."poderosa, esa palabra suena bien, aunque no se, si me hace ser mejor, querrán matarme para obtener mis poderes, o eso es lo que ha dicho Norman, me convierto esto ¿en una presa más sabrosa?"
-Beth, ya hemos llegado , tu madre estará deseando verte.
Al bajar del coche y acercarse a la puerta, vieron que esta estaba abierta.
-Beth, ponte detrás de mi.
Al abrirla, encontraron la habitación revuelta, nada en su sitio y un mensaje escrito en sangre.

Muy muy lejano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora