Immortals. Save rock and roll PART. II

Capítulo 1. Immortals.

Todo estaba oscuro. Lo único que se oía era el viento susurrando entre las ramas de los árboles y algunos animales que corrían sigilosamente entre las hojas caídas.

Frank estaba hiperventilando. Se tapó la boca para que no se escuchara su respiración mientras se pegaba aún más al tronco del árbol que tenía a la espalda. Sabía que debía moverse cuanto antes pero lo primero era despistarlos.

Unas linternas se vieron a lo lejos y unos pasos apresurados. El corazón le iba a mil por hora, le iba tan rápido que le daba miedo que se escuchasen sus latidos en el silencio de la noche.

-Te dije que era por el otro lado, aquí no está.-Él ahogó un chillido cuando escuchó a una de las voces hablando a escasos metros de él.-Nos va a caer una buena como no lo encontremos.

-Mira no me cargues a mi con el muerto porque has sido tú quien estaba demasiado ocupado fumando para vigilarlo.-le contradijo la otra voz.

-Bueno vamos a dejarlo en que ha sido culpa de los dos.

-Más tuya que mía.

-Sí vale pero, ¿crees que les importará cuando volvamos sin él? Con mucha suerte a uno de los dos lo matan directamente en vez de torturarlo antes.

-No digas esas cosas que me entran escalofríos. Vamos a regresar con él, venga que está bastante hecho polvo no va a poder ir muy lejos.

Frank se pegó más contra el tronco. Notaba como se le subían por las piernas y los brazos hormigas pero aún así no se movió. Le daba miedo que con un solo paso algo crujiera y le volaran la cabeza.

Escuchó los pasos acercarse.

-Frankie...-lo llamó una de las voces mientras la otra ahogaba una risa al escuchar el apodo.-Venga cuanto antes salga mejor. No empeores las cosas, aún tenemos que conocernos bien.

Las hormigas se le colaron por debajo de la camiseta y las notaba andando por la piel magullada de su espalda. Estaba cansado pero no se iba a dejar coger.

"-Venga vamos Frank piensa algo."-se dijo a sí mismo. Miró al suelo aunque con la oscuridad que había no se veía ni los pies.

De repente notó algo viscoso subiéndole por la pierna y no pudo evitar moverse.

Zarandeó la pierna hasta que la cosa viscosa salió disparada y entonces pisó una rama caída. Era pequeña pero gruesa. Podría tirarla para hacer ruido y despistarlos.

Para calmarse respiró profundamente y contó hasta tres. Se agachó con mucho cuidado de no hacer ruido y sin crujir nada y agarró con una mano la rama. Se volvió a poner en la posición anterior y escuchó atentamente para ver hacia donde iban los pasos.

No se les escuchaba tan cerca como antes pero si se estiraba un poco podrían verle.

Miró hacia arriba y entre las ramas y las hojas de los árboles vio la Luna llena, abriéndose paso entre las nubes que la ocultaban.

La Luna iluminó brevemente el bosque y Frank vio que a su izquierda había un espacio grande entre dos árboles anchos.

Debía arriesgarse, sino lo cogerían en breve.

Tensó el brazo y tiró la rama lo más lejos en aquella dirección que le permitieron sus fuerzas. Al instante de caer la rama chocó con algo y en el silencio de la noche se escuchó un golpe seco al partirse la rama.

-¡Va por allí! He escuchado algo.-aseguró una de las voces a la otra.-Vamos corre.

Escuchó como los pasos se alejaban rápidamente en la dirección izquierda y cuando los había escuchado lo sufiente lejos, corrió despavorido en la dirección contraria.