El día se acercaba, cada vez me sentía más insegura y decidida a irme, pero, una parte de mí sabía que debía hacerlo...
A la mañana siguiente me desperté a las 6:00 para coger el ALSA en la estación de autobuses de mi pueblo, la inestabilidad de esas tumbas con ruedas me creaban desconfianza ya que tenían pinta de no haber pasado la ITV desde 2013.
Quedaban 15 minutos para que mi autobús saliese y aún no me atrevía a despedirme de mi familia, sinceramente, lo paso fatal. Mi padre me abrazó por las espalda sin que yo pudiese darme cuenta y me dijo:
"Cuídate mi amor, eres joven, tienes toda la vida por delante, se que estás en la edad de hacer locuras pero, se consciente de ellas".
En ese momento casi me saltan las lagrimas pero me contuve para no montar el drama.
Acto seguido mi madre me cubrió con sus brazos, me dio la impresión de que era el abrazo más cálido que nunca antes nadie me había dado. No hacía falta palabras.
Mi hermana no pudo asistir porque estaba de exámenes y necesitaba descansar lo máximo posible por lo que decidimos no molestarla.
Con esto, el 12 de junio de 2019 me iría a Barcelona, donde me espera mi nueva vida universitaria junto a nuevas amistades y nuevas metas.
Porcierto, me llamo Vanessa.
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Sueños de pluma y neon
RomansaUna chica curiosa, introvertida y llena de vida, emprende un viaje en busca de nuevas experiencias y conocimientos que la ayudarán a crecer como persona, hasta que...
