capítulo 3

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Escuche el molesto sonido de la alarma al lado de mi oído, me volteo sobre mi costado derecho para coger el celular que se encontraba al lado de mi almohada; era muy malo despertarse con el sonido de la alarma a todo volumen serca de tu oreja pero si no lo hacía de ese modo no me despertaba y prefería estar un rato de mal humor que soportar los regaños de mi hermano porque iba a llegar tarde.

Después de una ducha que logró quitarme el mal humor con el que solía despertar, me puse unos Jens oscuros, una blusa blanca y unos tenis rojos. Bajo corriendo las escaleras para ir a la cosina, voy al anaquel para tomar el cereal de chocolate y servirme un plato.

-vas a llegar tarde- comenta mi hermano apareciendo en la cocina.

-no es tan tarde- le dije con la boca llena de cereal a lo que él hizo una mueca de asco.

-no hables con la boca llena- tomo un sorbo de jugo de naranja que se había servido en un baso, se sentó frente a mi al otro lado de la isla de la cocina- un día te vas a terminas ahogando- hice una cara de fastidio, era su sermón de todas las mañanas.

Al terminar de desayunar tome mi mochila,salí de la casa seguido de mi hermano quién me dejó en el instituto de camino a la universidad.

(...)

Apresurada me dirijo a mi casillero para poder tomar el libro de historia y mi tarea sobre el conflicto de la primera guerra mundial; me encontraba frente al casillero, lo abrí y ví como una nota caía al suelo, me agache para recogerla y leerla

"me sigues debiendo un libro niña caprichosa

ATT: D. J"

Reprimir una sonrisa al pensar que ésta sería la típica escena de un libro donde la chica siente el corazón acelerado por encontrar la nota que el chico que le gusta le a dejado. Deje pasar por alto el cómo habrá sabido cual era mi casillero y una ola de curiosidad me invadió por querer saber el nombre del chico que me sacaba de quicio, aunque nada más lo había visto una sola vez.

-veo que te ha gustado mi nota-su voz gruesa sonó a mi lado,gire cerrando la puerta de mi casillero para poder verlo, tenía su cabello despeinado, aunque parecía que era el efecto que deseaba obtener, llevaba puesta una playera de color azul marino, unos pantalones de mezclilla y una chaqueta de mezclilla clara.

-no tengo tiempo para ti- le dije usando un tono cortante mientras empezaba a caminar hacia la clase de historia con la esperanza de que me dejara en paz,pero para mí mala suerte eso no sucedió.

-¿Por qué tienes ese humor hoy?- caminaba a mi lado y la a simple vista parecería una conversación de amigos pero estaba muy alejado de la verdad. Al ver que no conteste volvió a hablar -no me digas ,creo que puedo adivinar la causa de tu mal humor- solté un gruñido de fastidio, apenas teníamos unos minutos hablando y ya me estaba provocando el mal humor- precinto que se debe a que no conseguiste algo y como la niña caprichosa que eres estás haciendo una rabieta.

-¿Siempre que hablemos me vas a juzgar antes de tiempo?- estaba cansada de que siempre tuviera la idea de que yo era una niña caprichosa.

-que linda ya piensas en que hablemos más veces- dijo com arrogancia.

-Eres increíble-vi como su sonrisa se ensanchaba.

- gracias

-no era un cumplido, idiota.

Me concideraba una persona muy pendiente pero cada vez que hablaba con él,mi paciencia de iba por la borda y dejaba al descubierto mi lado hostil.

-¿Cuál es tu nombre?- pregunte de la nada recordando las iniciales D.J que estaban al final de la nota.

-¿Qué me das si te digo mi nombre?

-olvidalo, es imposible hablar contigo.

-Damian Johnson- escuchar su nombre me provocó una sonrisa victoriosa- solo te dije mi nombre para que la niña no hiciera un berrinche - y como siempre este idiota tenía que arruinar mi buen humor.

Llegué por fin a la puerta de mi clase- aquí termina nuestra conversación-dije tocando la puesta esperando que la maestra me dejara entrar. La puesta se habría y en el marco de ella estaba la maestra con su típica cara de pocos amigos.

-llega tarde señorita Brown.

-Lo siento maestra no se volverá a repetir- podía sentir como Damián seguía a mi lado.

-veo que estar con un chico es más importante que mi clase-su mirada callo en mi irritante acompañante.

-claro que no maestra, él solo me acompañaba al salón -no se me ocurría ninguna escusa para justificar el que Damián estuviera a mi lado.

-no puede entrar a mi clase-dijo tajantemente.

-pero maestra...- no puede terminar ya que ella había cerrado la puerta en mi cara- Ash,genial, todo esto es tu culpa-me gire con la intención de desquitar mi ira con el causante de mi dolor de cabeza y de todo lo malo que me pasaba en este día.

Es mi turno de jugar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora