De pronto el cielo se abrió dando paso a una increíble lluvia, creo que era como ninguna que hubiera visto en mis 17 años de vida eran como agujeros en el cielo en el que se escapaban grandes cantidades de lluvia, parecía que lavaba el dolor y las injusticias de mi piel, solo parecía porque no lo hacia el dolor aún estaba ahí dentro de mi calcinando los huesos y mordiendo las entrañas.
Recordé a mi madre mientras la lluvia caía en mi cara, que sentiría mi madre cuando esto acabe, ¿Será feliz? o ¿Sentirá tristeza? Talvez sienta alivio. Desde lo alto ví como todos corrían a reguardarse de la lluvia como corrían para no mojarse y yo estaba ahí en la lluvia tratando de que lavara el dolor de mi interior, pero la lluvia lava la superficie no puede lavar dentro de nosotros.
Aquella tarde lluviosa salte de lo más alto de un edificio era una gota más que caía del cielo y acababa su vida en el duro asfalto, la sangre y mis lágrimas se mezclaron con la lluvia.
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Relatos para el amor, las estrellas y la muerte
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