Capítulo 4.

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Narra Tn.

Estaba estirando muy tranquilamente cuando de repente se escucha como algo se estrella contra otra cosa.

Me giro para ver qué fue eso, y resuelta que fue Yurio había tirado su celular contra el vidrio de la ventana. No se rompió nada sorprendentemente.

—¿Qué culpa tiene el pobre celular? —caminé hacia su celular y miré lo que lo había hechos enojar tanto— Oh, ya entiendo...

Era una publicación donde de mostraba a Víctor abrazando a Yuri, que aparentemente había ganado algo. Pobre Yuri, le sangra la nariz.

Me acerqué a Yuri y acaricié su espalda para calmarlo un poco— Ya, ya.

—¿Qué haces, Yuri? —llegó a joder Mila— Viste la foto de Víctor y Yuri japonés, ¿no?

Y Yurio se enojó aún más— ¡Cállate, vieja bruja! —le dijimos los dos a la vez.

Y Mila se fue algo deprimida.

—¿Y si mejor hacemos algo para que te calmes un poco? —propuse con algo en mente sabiendo que no lo podría rechazar. Ir de compras... Aunque destete ir de compras, pero todo por Yurio.

—¿Cómo qué? —preguntó algo irritado.

Me acerqué más a él y tomé sus manos. Entrelacé nuestros dedos— No sé si recordarás, pero hoy es tu cumpleaños.

—¿En serio? —asentí.

—Hoy es primero de marzo, luego del entrenamiento, ¿qué quieres haces?

—Nada.

Este chico. Lo entiendo, a mi tampoco me gusta mi cumpleaños— ¿Y si vamos de compras así eliges tu regalo y después volvemos a casa y no hacemos nada más que ver películas y comer porquerías?

—¿Lo que yo quiera?—preguntó.

—Si, pero no abuses de mi tarjeta de crédito—le advertí y solté nuestras manos— Luego lo hablamos, vamos a entrenar, o más bien, ve a entrenar.

(…)

Luego de comprarle sus cincuenta estampados animales... No exagero... Fueron cincuenta de verdad, volvimos a casa.

—Te dije que no abusaras de mi tarjeta de crédito, animal —deje parte de las bolsas que yo llevaba en su cama, él hizo lo mismo.

—¿Qué querías que hiciera? Todo era muy hermoso.

— ¡185.000 rubros rusos! —suspiré— Te la dejo pasar porque es tu cumpleaños.

Me abrazo por la espalda— Te amo, Tn... Y mucho.

Me sonrojé. Muy pocas veces me dice que me ama— Yo también te amo mucho, Yura.

Besó mi cuello y se tiró en mi cama— ¿Vemos una película?

—Si, eligela tú, yo pediré algo para comer y beber —dije saliendo de la habitación.

Lilia nos va a regañar por comer porquerías pero vale verga.

Pedí por teléfono varias pizzas, varias bebidas, y tres kilos de helado. Llevé todo eso a la habitación que compartía con Yuri y nos pusimos a ver cincuenta sombras de Grey...(?

—¿Por qué esta película? —pregunté.

—Dijiste la que yo quisiera—dijo dándole un mordisco a una porción de pizza— No vamos a hacer nada, maldita pervertida.

Reí fuerte— De acuerdo —sonreí y me acosté a su lado. Me acurruqué en su pecho mientras comía pizza. Yuri me abrazó con un solo brazo, porque en el otro, su mano sostenía la pizza que comía.

Skate with me (Yuri Plisetsky x Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora