P5: Rechazo.

1.2K 168 14
                                    


—Tengo que hablar contigo...—anunció Valeria irrumpiendo en la habitación de Andrea. La chica se cubrió la cabeza con el edredón de su cama, soltó un largo suspiró y cerró sus ojos con la mera intención de volver a dormir.

Tarea que por supuesto le fue imposible gracias a Valeria que de mala gana le sacó el edredón de un solo tirón.

—¿Qué quieres?—cuestionó ella de mal humor. No es que fuese el tipo de persona que despertaba regularmente con mal humor, al contrario; ella siempre amanecía de muy buen humor mentalizándose para tener un buen día pero en ese momento con la presencia de la chica en su habitación era una tarea completamente imposible.

—Ya te lo he dicho. Hablar contigo.—repitió.

—¿Sobre qué?—preguntó sin prestarle demasiada atención.

—Christopher.

—Paso, no tengo ganas de hablar sobre Christopher y mucho menos escuchar las tonterías que seguramente dirás porque no me vas a negar que quieres hablar sobre el hecho de que él sugirió que yo fuese a pasear al parque con ustedes...—le espetó.—Pues de una vez te digo que no me interesa tocar ese tema...

—¿Por qué estás tan segura que quiero hablar contigo sobre eso...?—cuestionó cruzándose de brazos.

—Porque eres mi hermana y podría apostar lo que quieras a que de eso se trata.—se quejó.—Valeria, no pierdas tu tiempo...

—Sé que saliste con Christopher...—le dijo en tono mordaz. Andrea suspiró.—El portero del edificio me lo dijo...

—¿Le pediste al portero del edificio que me vigilara?—preguntó sin poder creérselo. Era tan loco como sonaba.

—No.

—Pues no te creo.—respondió.—De verdad que eres una loca y no entiendo como por qué demonios te crees con el derecho de decirle al portero del edificio que me vigile.—se quejó.—No tienes derecho...eso sólo lo haría una persona desquiciada...

—Piensa lo que quieras...—se quejó.—El punto es que el otro día creí que te había dejado bien claro que no te quería cerca de Christopher porque él es mío...—decidió.—Pero parece ser que a ti te entra por un oído y te sale por el otro...

—Es que no tienes derecho a prohibirme nada, por Dios. Y por si no lo sabías es de muy mala educación andar por la vida reclamando a las personas como propias como si fuesen un simple objeto. Son personas. Libres. Valen mucho más que eso.—replicó Andrea incorporándose en su cama.—¿Con que derecho lo haces...? Christopher y tú ni siquiera están saliendo. Además...

—¿Además qué...?—cuestionó mordazmente.

—Nada.—respondió.—¿Sabes una cosa, Valeria? Tienes la capacidad de hacer que las personas pasen de tener buen humor a tener el peor humor que una persona podría experimentar.—le reprochó poniéndose de pie.

—No quiero que te vuelvas a acercar a Christopher...—le advirtió.

—¿O si no que...?—explotó Andrea.—Estoy harta de que tengas esa actitud tonta e infantil...—hizo una pausa.—Entiéndelo de una buena vez, él no es tu propiedad y tampoco pueden prohibirme absolutamente nada...

—Andrea...

—¡Vete de mi habitación ahora mismo!

(...)

—Christopher...—lo llamó Hannah.—¿Te pasa algo...?—cuestionó la chica entrecerrando sus ojos. El muchacho negó y un momento después dejó escapar un largo suspiro.—Es que luces como si estuvieses en un planeta muy lejano...

SE BUSCA ENTRENADOR ¡URGENTE! (SSB #3)|C.V.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora