Miraba mi reflejo en el espejo, acomode mi camisa y mire todos los detalles si estaban bien.
Gire sobre mis talones pensando si justo hoy optaría por usar tacos altos, quiza otro dia o en otra ocasión, hace mucho tiempo que no los uso y no eran mis favoritos, fui a colocarme perfume y vi el portaretrato que estaba al lado. Suspire pesadamente ¿en qué momento dejamos de ser felices? ¿cuándo dejo de amarme?
Quizá fue por esa pelea a las 3am por los mensajes que recibía, o quizá no estábamos destinados.
Baje las escaleras agarre lo necesario y fui al auto, las manos me temblaban pero creo que es necesario esto, mi mente repetía "es sólo una firma, todo va a estar bien".
Llegué al destino, entre y Sebastian ya se encontraba ahí, lo vi sentado mirando atentamente su teléfono, no me escuchó llegar así que aprovecho para mirarlo detalladamente. Se ha cortado el pelo y esa barba dios! Esa barba que se deja me sigue encantando desde el primer día, sigo mirándolo y veo que golpea rápidamente el pie contra el suelo.
¿Sebastian Stan nervioso?
¿Impaciente?
¿Se arrepiente?
Levanta su cabeza y mira para el lado donde estoy yo, me quedo estática sin saber como reaccionar pero cuando el se levanta y va a hablar nuestros abogados nos llaman haciendo que el asienta y camina alejándose de mi.
Entramos al despacho y mis manos están tan empapadas, mi corazón late fuerte y un nudo comienza a formarse en mi garganta, agradezco haber llegado rápido a sentarme porque mis piernas parecen de gelatina.
Tomo asiento y miro alrededor mío los detalles minimalistas, los muebles de madera, los cuadros y la ausencia de colores vivos dentro de esas cuatro paredes son mejor que hacer contacto visual con el.
-Bueno como acordamos, sólo necesitamos 3 firmas en los papeles pueden volver a leerlos si lo necesitan pero no se a cambiado nada de la última vez.-Dijo su abogado acercándole las hojas y una biromen.
Mi mente daba miles de vueltas, sólo quería salir de ahí. ¿Todavía estaba a tiempo? ¿Acaso si pellizco mi brazo me despertare de la pesadilla? Vi que el agarro las hojas blancas y firmó en los lugares detallados y me entregó los papeles a mi y por un instante hicimos contacto visual.
Esos ojos color cielo, podría perderme en ese celeste pero en este momento parecía que me ahogaban.
Agarre las hojas y leí en mayúscula que se resaltaba al principio de todo "DEMANDA DE DIVORCIO DE MUTUO ACUERDO" que hizo que si aun quedaba una parte de mi corazón sin romperse, termine roto
Suspire, y tome la biromen la cual parecía quemar la palma de mi mano y mis ojos ardían por las lagrimas que estaba intentando que no caigan.
-Sebastián, ¿estas seguro?-Dije mirándolo y rogando que el me dijera que no y saliéramos juntos de este lugar.
El me miro intentando leer mis pensamientos, y deseo que lo haga, deseo que pueda meterse en mi mente y que vea cuanto todavía lo amo. Deseo que el lo sepa todo, que entienda cada una de las razones por la cual no quiero hacerlo pero el solo asintió sin omitir ninguna palabra.
¿El era el mismo del cual me enamoré hace 10 años? El que solía despertarme con besos en la mañana y quien en mis peores días ponía mi música favorita y bailaba hasta que yo me unía a el y terminábamos riendo a carcajadas de sus malos pasos. ¿Qué cambio? ¿Qué nos llevó a hacer esto? ¿Cómo sucedió de amarnos locamente a estar sentados acá?
Quizá sea su nueva pareja con la cual dice que va a casarse, ¿ella sabrá que hasta hace un mes el vino a mi casa y terminamos haciéndolo? Ella.. ella.. ya no es más mío, mi Tian, mi soldado, ese con el cual nos reíamos de las cosas más minúsculas o no nos importaba pasar vergüenza en cualquier lado con tal de hacernos reír.
El ahora es de ella.
Agarre la lapicera y una lágrima rodó por mi mejilla la saque rogando que nadie la viera pero cuando levante mi cabeza 3 pares de ojos estaban mirando así que no sirvio de nada. Firme la primera, la segunda y cuando estaba por firmar la tercera espere a ver si me paraba pero el sólo me miraba frío sin decir ni una palabra.
-Sebastián... por favor.-Dije con un hilo de voz intentando que el me pare.
- No. Sólo firma no lo hagas más difícil para los dos.-Dijo serio.
- Por favor.- La lágrima que había caído era minúscula en comparación con las otras no había nada con que pararlas.
-Lo necesito, no lo hagas más difícil.-Suspire y asentí.
Respire hondo y firme la última pagina, alejando los papeles de mi lado y parándome de mi silla.
-Ojala sean muy felices ambos.
Antes de que el o alguien pueda decirme algo abri la puerta y corrí al auto ignorando las náuseas que volvieron a atacarme, me metí al auto y maneje intentando alejarme lo mas posible de ese lugar.
Cuando mis ojos estaban llenos de lagrimas dificultándome manejar pare y comencé a llorar, ya no tenía más al amor de mi vida. Ya no era nada mío, el había seguido con su vida y yo lo seguía amando como el primer día.
Pase mi mano por mi estómago dejándola ahí por un momento y suspire si tan sólo supiera.
-Mamá te ama bebé, vamos a ser muy felices los dos.
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