3. El Otoño.

5.2K 582 318
                                    


— ¡Santo cielo Tony tienes que ver esto!— me llamo con preocupación Steve desde la habitación de Peter a la que fui corriendo.

— ¿Que sucede? — llegue preocupado con el biberón listo y el cabello desordenado.

— Tenemos el bebé más lindo que existe — una risilla de Peter hizo que Steve lo cargara y mostrara a mi hijo con tan solo un pañal puesto —, ser así de hermoso definitivamente es un peligro para la sociedad.

— Oh vamos Steve — solté un suspiro y tome a Peter entre mis brazos acomodándole su pequeño pedazo de cabello castaño que tenía —, Peter solo quiere su biberón ¿verdad que si?

Sus ojitos brillaron y al instante tomaron el biberón entre sus regordetas manitas, Steve vino por detrás y me tomo de la cintura para dar un beso en la coronilla.

— Es hermoso como su padre — susurró en mi oído — definitivamente no permitiré que nadie se lo lleve.

— Nadie pidió su opinión señor Rogers — respondí con sorna — a lo que me hace recordar ¿No tenía que ir al hospital hoy en el turno nocturno?

Me soltó e hizo un pequeño berrinche quitándome a Peter mientras este fruncía ligeramente el ceño al verse interrumpido en su labor de succionar la leche faltante. Hace un mes Pete había llegado a nuestras vidas haciendo que definitivamente Steve y yo formalizáramos una especie de extraña relación que termino en nuestra convivencia en su departamento.

Peter Benjamin Rogers Stark.

El ridículo nombre mi hijo lo agradecería algún día a Steve quien insistió en este. Agradecía su apoyo y besos diarios y la pequeña familia que formábamos, el pasado parecía un recuerdo borroso del cual escapaba cada vez más, no recordaba momentos horrorosos o tal vez la sombra de mis padres.

— Serás un asombroso chico Peter — le dio un beso en la frente para dejarlo después en su cuna y acercarse a mi.

Me levante de la cama y rodee su cuello con mis brazos mientras él tomaba con cuidado mi cadera, nos observábamos con aprecio y cariño puro.

— Supongo que no hay nada que pueda hacer para convencerte quedarte aquí ¿verdad? — canturree.

— Definitivamente no señor Stark — unimos nuestros labios moviéndolos con lentitud, saboreando el momento.

Nos separamos y tras una breve despedida partió para poder trabajar, entonces el llanto totalmente cotidiano de Peter tras la ida de Steve se hizo presente, me acerqué a cargarlo y calmar sus gimoteos mientras negaba con la cabeza.

— Lo único que te hago saber jovencito es que solo tu padre puede hacer berrinche por la ida de Steve — frunció el ceño el pequeño — ¿entendido?

Balbuceo torpemente haciéndome reír, siguiendo con mis actividades comunes de siempre.

****

— Falta poco para mi celo — dije viendo el calendario mientras Steve preparaba la cena.

— Me asegurare de salir con Peter un día antes, ¿te compro los supresores o ya tienes? — sonrió con tranquilidad sin dejar de cocinar.

My Sunflower.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora