Overlord: El mas Anciano de todos

¿Peligroso?

¡¡¡Perdón del bueno gente!!!

No lo voy a negar ¡pero me re colgué! xD

¡Ahora sí! ¡A lo que ustedes les interesa! ¡Venga mi historia!

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La colmena de Zilya la negra se había sumergido en un vocerio constante pero bajo, en sus pasillos reverbaron una única palabra en el que solo cambió de pregunta a respuesta, y todos sus habitantes permanecían inquietados con ella, "Dragón", toda la colmena fue conciente de la nueva noticia, ni las obreras más aisladas fueron ajenas a ésta.

Los soldados, bajos las órdenes de los magistrix, habían comenzado a disuadir a sus hermanos y hermanas para que mantuvieran la calma, si bien consiguieron apaciguar a la Colonia, no pudieron ahuyentar el temor de los corazones de todos, ni siquiera de ellos mismos.

Todos tenían miedo, pero no les quedaba otra que confiar en la fuerza de su ejército, y si su Reina llegase a correr peligro, toda la Colonia correría en su ayuda sin dudarlo ni un instante, pero aún así, varios rezaban a su Reina por que la amenaza fuera débil y su ejército triunfara donde sus antecesores fallaron.

Magistrix: ¿trajiste todo lo que se te pidió?

Archivista: ¿¡eh!? Oh, esto, si si si, traje todo lo que encontré en los archivos.

5 Claparik caminaban por los pasillos en dirección a la sala de la Reina, entre ellos el magistrix que reportó el avistamiento del dragón, a su lado el archivista primero de la Colonia con sus brazos cubierto por pilas de pergaminos, detrás de ellos estaban 1 obrero en igual condicion y 2 guardias escoltandolos.

Magistrix: no es momento para estar nervioso, se que el miedo al dragón se a esparcido por toda la Colonia, pero de nuestros errores solo pueden surgir problemas, y es nuestra Reina madre quien te a llamado a relatar el conocimiento recuperado, ¡muestra algo de determinación!

Archivista: lo se magistrix, pero de eso mismo se trata.

Magistrix: ¿qué? ¿de qué hablas?

Archivista: será mejor que preste atención a mi oratoria en la sala de la Reina.

El archivista volteó la mirada al obrero que le ayudaba con los pergaminos, su mirada estaba fija en 2 de ellos, luego se volvió a los que tenía, en la parte más baja, sobre sus manos había 1 en particular al que acarició con el dedo anular.

Magistrix: ¿no puedes simplemente decirme ahora de que se trata? Debo tener todo en orden para-.

Archivista: ya llegamos.

El magistrix contempló las puertas de la cámara real como reacción por su falta de atencion, estaba más enfocado en la información que el archivista le negó que en su entorno, de mala gana dio la orden de que anunciaran su llegada y del archivista, al cabo de unos segundos las puertas con formas de discos de piedra rodaron a los lados permitiéndoles pasar.

En la sala se habían asignados más guardias desde la noticia, casi 40 guerreros estaban dispersos por todos lados sin estorbar a las parteras y asistentes, junto a la Reina estaban el Señor de la Guerra, El Domador, El Archimago, y La Arquitecta.