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El dia había que esperaban con tanta emoción llegado.

Yuuri y Yurio estaban tan emocionados que no podían evitar tener una sonrisa boba todo el tiempo, hablando de todas las maravillas que podían hacer juntos, hasta ya tenían un itinerario, se quedarían dos semanas en Japón así que  tendrían mucjo tiempo para hacer todo lo que se le plazca, llevaron la ropa suficiente y también llevarían al pequeño felino—Que aun no contaba con un nombre—.

Salieron de su departamento a alas 4 de la mañana para llegar lo más rápido posible al aeropuerto y no tener complicaciones.

- Vamos Yura, no te duermas.- El castaño mantenia su vista en el camino pero sabia perfectamente que su novio estaba combatiendo con el sueño.

- Claro que no, no dormí para nada.- El rubio tomaba de su termo con café mirando de reojo a su pareja.

- ¿Por la emoción?- Pregunto El japonés.

- Nah, es para dormir  todo el vuelo.- Dijo el ruso para dar otro sorbo.

- Cariño,  son alrededor de 16 horas en el avión. No creo que duermas las 16.- Miro de reojo al rubio.

- ¿Me estas retando?- Pregunto aceecandose al castaño con una sonrisa maliciosa.

- No claro que no, solo digo lo que va a pasar, pero si duermes todo el camino me quedaré sin quien hablar.- Sonrió para enfocarse en el camino ignorando la cercanía de su novio.

Yurio hizo un puchero cruzándose de brazos alejandose de su novio.- Pues veremos que pasa.-

Tuvieron un largo viaje de avión hasta llegar a Japón, efectivamente Yuuri tuvo razón, Yurio a la mitad del vuelo se despertó y no pudo volver a conciliar el sueño. Maldecir a su novio por hacerlo dudar de si mismo.

Para llegar al pueblo natal del japones tuvieron que viajar en un tren bala para poder llegar al su destino, los dos estaban agradecidos qué el día de hoy no hubiera tanta gente así que tuvieron un traslado tranquilo admirando el paisaje.

Al llegar a la estación se bajaron con sus maletas en mano y la jaula del pequeño gatito, pidieron un taxi y se fueron alas famosas agua termales de su familia llamadas Yu-topia.

Los dos estaban afuera del lugar, mirando el lugar. Para el japonés no había cambiado nada.

- ¿Yu-topia?- Pregunto burlón el rubio mirando de reojo a su novio.

Yuuri miro avergonzado el letrero del lugar para luego cubrir su rostro rojo con ambas manos.- Dios, no recordaba eso.- Solo podía escuchar las carcajadas del ruso.

Yuuri estaba nervioso, ya había perdido la cuenta de cuando años había estado fuera de casa, pero estaba totalmente agradecido con su novio que le regalara la oposición de visitar a su adorada familia.

El ruso noto los nervios de su novio, dejando de reír se acercó al más bajo tomo su rostro con sus manos dejando su rostro descubierto, le dio un cálido beso en los labios que era lento y reconfortante, para el Yuuri ese beso le daba seguridad y lo hacía sentirse despierto.

- Bien, ya es hora.-Respiró hondo para llenarse de valor, decidió adentrarse al lugar junto con su pareja tomados de la mano.

Llegaron al mostrador del lugar donde estaba una chica mirando una revista.

- Bienvenidos alas aguas termales Yu-topia ¿Puedo ayudarlos en algo?- Dijo  la chica con apariencia igual a Yuuri— Solamente que tenía el pelo con varios rayos amarillento en las puntas de sus melenas.— Sin despegar su vista de las revista en mano.

Yurio y Yuuri intercambiaron miradas, el rubio hizo una señal con la cabeza para que el diera el primer paso.

-N-Nos gustaría un...-Dijo la tímida voz de Yuuri desviando si mirada por todo el lugar— Estaba agradeciendo qué su hermana fuera así de distraída para no darse en cuenta que tienen a su hermano enfrente.—

Mí Cerdito (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora