Mí Cerdito (Editado)

03

Yuuri, Yurio y Pichit estaban termianando de cenar, todos llenos y santisfechos se sentaron en el sillón y empezaron a ver una película, cuando de repente el teléfono de Pichit empezó a sonar escandalosamente, este miró el nombre del contacto y empezo a brincar de la alegría.

-¿Que pasa Pichit?- Pregunto el japones mientras miraba al tailandés que daba giros en su propio eje.

- No le des importancia, de seguro es Seung.- Dijo mientras jalaba al japonés y lo atrapaba entre sus brazos  haciendo que sus cuerpos se juntaran, el nipo se ensonrojo de inmediato pero no se quejo.

- ¡Silencio!- Exalo e hinalo con nervios para contestar saliendo para la terraza.

Mientras Pichit atendía su llamada, Yurio y Yuuri quedaron solos. Estos seguían abrazados hasta que Yurio empujó hacia atrás a Yuuri y este choco con el borde del sillón, Yurio aprovecho para colocarse en el regazo del japones, Yuuri al ver la acción del ruso se puso rojo hasta las orejas, ¡Era algo que no se podía evitar! Tener tan cerca al rubio lo hacia sentir de una manera que no podia explicar, claro que no le molestaba el tacto del mas alto.

Yurio siempre tenia comportamientos asi cuando los dos estaban solos, a veces solia pasarse de sus limites tocandolo por debajo de la ropa y tocando directamente su piel, pero no le molesta para nada, le gusta mucho ser tentado por el rubio. Algunas veces el tambien tocaba dando caricias de vez en cuando se le daba la oportunidad, a veces eso le hacia cuestionarse si eran solo amigos.

El ojiverde lo notó ese color rosado que envolvian las mejillas del japones, eso lo provocaba, colocó sus manos sobre las caderas del nipo y las empezó a acariciar de bajó de la ropa dando movimientos circulares  haciendo que sus dedos acariciara la piel que habia a su paso.

-Y-yura, espera.- Suplico el castaño susurrando el oido del rubio pero sabia perfectamente que no iba esperar.

El rubio dirigió su mirada hacía el cuello del castaño, se acerco lentamente para empezarlo a besarlo y morderlo dejando pequeños chupetones mientras el nipo soltaba pequeños gemidos y jadeos poniendo sus manos en el pecho del rubio dando torpes caricias.

Yurio sonrio por sentir el tacto del japones, subio una de sus manos abajo de la sudadera del japones, sentir la suave piel del japonés hacia que no pudiera evitar la excitación en su miembro, sus manos subieron hasta qe sintieron los pectorales de Yuuri, sus dedos se diriguieron hacia el pezón de Yuuri cuándo de repente el timbre sonó. 

-¿E-eh?- Salio de los labios del japones dejando de acariciar el pecho del rubio.

Yurio paro de morder el cuello de japones separandose de el dejando a Yuuri jadeando y con una expresion de confucion, se levantó del sillón con prisa mientras maldecia a la persona que había tocado ese maldito timbre. Yurio fue directamente ala puerta y sin mirar por el orificio de la puerta la abrió, la persona que había tocado la puerta era Victor Nikiforov, estaba parado frente la puerta con su mochila en su hombro y una gran sonrisa en su rostro.

-Yura, que sorpre- Dijo el albino siendo interrumpido.

Yurio no le dio importancia, cerró la puerta enfrente del ojiazul y una sonrisa maliciosa aparecio cuando le puso todos lo seguros y desconecto el timbre, cuando ya se dirigía ala sala para retomar lo que estaba haciendo con el japones su teléfono sonó, era un número desconocido.

- ¡Deja de joder!-dijo Yurio contestando la llamada.

-¡ABRE LA MALDITA PUERTA!-dijo la voz de Nikiforov en la otra línea.

-¡JODETE CALVO!-Yurio colgó el teléfono y lo dejo en la mesita del recibidor.

Cuando ya iba a llegar a la sala se escucho que azotaban la puerta de entrada , solo lo ignoro, no iba a permitir que un loco entrara a la casa de Yuuri y mucho menos en este momento. Lo único que quiera era seguir haciendo travesuras con el japones.