Prologo

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Se que nadie lee esto, pero vengo a presentar mi humilde historia :D, soy nueva en el fandom de The Walking Dead, y bueno este es el primer Fic sobre esto, voy a dejar en claro que decidi poner un OC, por que me molesta demaciado escribir con "_____" la rayis xD, pero en fin es casi lo mismo, ustedes solo se imaginan su nombre y ya e.e.

El prologo es corto, pero lo decidi hacer asi, por que los caps si son largos xD, es solo una representacion de lo que viene la historia, espero que les guste c: en estos dias subire el primer cap.

Comenten mucho :D ya que soy nueva, ¡Denmen la bienvenida! bueno, las dejo con el prologo c: ¡Byeee! 

Prologo 

 

A decir verdad, ella le temía a tanto, pero nunca demostraba nada, se cerraba y se hundía en su ser, callaba y obedecía a su mente, había estado el tiempo suficiente sola como para demostrar lo que en realidad era, un monstruo, con astucia y frialdad.

Pero ahora ya no estaba sola, y le había costado cierto tiempo entenderlo, y ahora estaba reviviendo su antiguo ser, entonces miro sus ojos, sus ojos azules como el mar, y vio más allá de él, vio la puerta de su alma... para entonces ya sabía que podría liberarse.

— Tengo miedo. —Confeso, descargándose, con sus ojos cristalizados.

El solo tomo su mano y no aparto su mirada de ella.

— ¿Recuerdas el día que me encontraste?—Interrogo, espero a que aquella asistiera—También estaba asustado, pero...—No logro a terminar su frase, porque la castaña sabia como seguía y la continuo.

— Te encontré, nos encontramos y me encontraste...

— Nos mantenemos juntos. —Continúo deslumbrando una sonrisa la cual ella admiro con todo placer

— Hasta el final…—Completo sin rodeos, la niña no se sentía completamente segura si era cierto que esa frase la reconfortaba, pero intento convencerse así misma aunque el mal augurio la penetraba.

Porque se había vuelto tan débil y tonta, tan sensible que había permitido dejar salir sus sentimientos, todos los conocían en ese momento, no solo lo quería a él. Si no que quería a todos aquellos que pudo conocer, no cumplió con aquella promesa de no dejarse llevar y ahora… se sentía desnuda. ¿Si los perdía a todos otra vez?, ¿Si tenía que volver a estar sola?, ese era su mayor miedo. Volver a estar sola, tener que afrontar todo devuelta, recordaba las palabras de su padre: “Todo lugar es seguro, hasta que no lo es”, nada era para siempre y mucho menos en estos tiempos, amaba a cada una de esas personas y sin embargo también tenía claro que no eran eternas, que en cualquier momento alguien podía caer y la vida sigue… lamentablemente.

Estaba tan dolida, había perdido quien en realidad era, su débil cuerpo y su “Cándida” mente, su personalidad afable y comedida. Pero no se arrepentía, porque era fuerte más de lo que podrían pensar, más de lo que podría demostrar, ella era todo. El acompañante insignificante de los gruñidos, los balanceos extremos de la reja producidos por los caminantes acumulados en ella, no significaba nada, porque aquella posición frente a frente a su mejor amigo, a su querido todo, quien había encontrado a su “viejo yo” y que tal vez era algo más que solo su mejor amigo

— ¿Qué es lo que te tiene tan mal? — Pregunto incrédulo.

— Nada—Soltó ella sin mas

— No conmigo…—Refunfuño mostrando el ceño fruncido.

— Te lo he dicho… solo, tengo miedo— Repitió

— Yo también—  Vociferó

— ¿De qué? — Pregunto mientras enarco su ceja izquierda

— No lo sé, supongo que todos tememos de algo. — Rio

— Eres un idiota— Rodo los ojos exasperada

— Me da miedo estar sin ti— Alago relamiendo sus labios

— Oww, ¡Pero que tierno galán!, pero sigo sosteniendo que eres un imbécil— Ataco— No caeré ante ti Grimes, no voy a tirarme a tus pequeños bracitos.

— Era una broma mensa, quien quisiera conquistarte

¡Eso dolió! Arlene solo permaneció en silencio y giro sobre si misma para huir caminando.

— ¡Oh vamos! ¿Te enfadaste? — Grito sin seguirla.

— Neh, Glenn está buscándome. — Mintió.

 El busco seguirla, se entrometió en su camino y la detuvo

— Te enfadaste.

— No lo hice

— Si lo hiciste.

— No. — Mantuvo su postura.

— ¡Era broma! — Lamentó

— Lo sé, ¿Necesito irme de acuerdo?, nos veremos luego.

— Esta bien… ¿En mi bloque a las 5?

— Bien. — Afirmo

— Genial.

Realmente no le había dolido tanto lo dicho, y continuando con su caminata, divagando sobre que realmente estaba preocupada, sabía que tal vez no debía pensar en eso pero, se miraba, miraba a Carl lo suficiente como para preguntarse qué les deparara el futuro, era casi una tortura, sus pensamientos aún estaban intactos, aún seguía siendo fría, y nadie sabía el porqué, nadie entendía lo que era caminar completamente sola por la ruta, pero la culpa no era de nadie si no que era de ella, era el camino que había decidido elegir, ser fría como la nieve sin mostrar emociones de ninguna forma, lo hacía bastante bien, nunca demostraba como en verdad se sentía, era raro, ella reía, bromeaba, jugueteaba y hasta era feliz, pero cerrada así misma aún seguía el monstruo dentro de ella que la debilitada, la hacía caer y querer llorar a toda hora, darse por vencida como otro imbécil mas. Pero no podía hacerlo, porque le debía su vida a todos los que lucharon por ella, a todos que la protegieron, arriesgaron y dieron su vida por salvar la suya.

 

Sería una puta imbécil egoísta, habría muerto gente por nada y eso estaría en su conciencia siempre. Ella era fuerte… solo estaba triste. 

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