Amor prohibido || Larcel stylinson

Capitulo 7.

Hoy estaba dispuesto en salir con mi novio. Con angie tenía citas pero no estaba agusto con ella. Con Marcel es muy diferente, con Marcel puedo ser yo mismo y el nunca me juzgará, lo se.

—oye cariño, ¿quieres salir conmigo a una cita?— caminaba al lado de Marcel mientras que el se sonrojaba por completo.

—¿una cita?—me miraba con una sonrisa, aún mantenía su sonrojo.

—si amor, está noche sólo tu y yo, ¿te parece?—

—si, me encantaría, ¿a que hora sería?— agarró mi mano y la entrelazo con la suya.

—¿te parece como a las ocho y media?—

—me parece perfecto.— me dio un beso en los labios y yo le correspondi, amaba tanto sus besos.

Le di una cálida sonrisa y le di un beso en la mejilla, el se sonrojo un poco y sonrío.

Ya eran las ocho y veintiséis y yo ya estaba listo, tampoco iba muy elegante, iba normal.

—¿a donde vas tan arreglado?— angie apareció detrás de la puerta.

—voy a un asunto urgente de trabajo, esto es raro pero debo de ir, soy el jefe.— le mentí, no le iba a decirle la verdad.

—está bien, no llegues tarde.— salió de la habitación algo desanimada.

Manejaba a la casa de marcel, mi nov... Amante. Aunque quisiera que fuéramos novios libremente aunque se que eso no pasará al menos que me depare de angie...y las niñas, diablos. No se si podré con ellas.

Sin darme cuenta Marcel tocaba la puerta, le quite el seguro y el entró y luego me dio un beso en los labios al que yo le correspondi.

Llegamos al restaurante, nos ofrecieron una mesa y nos sentamos quedando uno al frente.

—Que lindo es aquí.— marcel observaba el lugar y me miro con una sonrisa.

—si, es lindo pero no más lindo que tu.— le devolví la sonrisa y el se sonrojo.

Era una cena encantadora y angie no dejaba de llamarme, la ignore toda la noche. Se que me gritara cuando vuelva a casa pero no importaba, por que se que Marcel está a mi lado y siempre me apoyará.

—sabes? Sin los lentes te ves hermoso.— Marcel se sonrojo y bajo su mirada con una sonrisa.

—basta, me sonrojas.— el sonrío y negó la cabeza divertido.

Pasamos una linda velada, sonrisas, risas y coqueteos por parte mía, el se sonrojaba y bajaba la mirada. Era tan lindo, angie me llamaba a cada rato pero no le ddevolví ninguna llamada y no me importaba si ella estuviese enojada conmigo.

Al final de nuestra maravillosa cita deje a Marcel en casa, lo acompañe hasta la puerta y le sonreí.

—está noche fue mágica, gracias amor.— puso sus brazos al rededor de mi cuello y me besó suavemente, yo le correspondi el beso y lo mire con una sonrisa.

—yo también lo disfrute mucho... No quiero apresurar pero ¿cuando te tendré entre mis sabanas?— el se sonrojo por completo y bajo la mirada.

—pr, pronto.— me dedico una sonrisa sincera.

—si quieres podemos esperar, yo te puedo esperar hasta que estés listo mi amor.— acaricie su cabello delicadamente mientras lo veía a los ojos, se notaba nervioso.

El sólo asintió con la cabeza y se metió a su casa, me di la vuelta caminando hacia mi auto y me fui del lugar. Lo que me esperaba al llegar de la casa.