Capitulo 5. Marcel Styles (2do especial)

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Mi vida de niño no fue como las demás, siempre me hacían de lado y claro. Amaban más a mis hermanas que a mi, yo era el menor de ellas. Rachel era la mayor y Diana era la del medio y bueno sigo yo, el menor de la familia y no soy muy afortunado que digamos.

Un día yo quise jugar con las muñecas de Diana, ella me vio y corrió con mi mamá a contarle.

-¡mamá, mamá! Marcel está jugando con mis muñecas, dile algo.- hizo mil berrinches hasta que mi mamá fue a su habitación y yo ya me encontraba en una esquina llorando del miedo.

-hijo, ¿cuantas veces te tengo que decir que no juegues con las muñecas de Diana, las muñecas son de mujeres.- se acercó a mi con lentitud y me cargó, yo la abrace del cuello y me encerraban en mi habitación todo el día.

No tenía amigos o alguien con quien hablar, sólo quería tener a alguien con quien platicar. Quería a alguien al que pueda abrazar sin que haga cara de asco.

En la primaria me hacían bullyng por ser callado y ser como soy.

-¿por qué eres tan bobo? ¿Por que no tienes amigos?- una niña se me acercó a mi y se reía de mi, yo bajaba la mirada.

-no te rias, por favor.- murmure y ella se fue dando saltitos.

Bullyng, bullyng y más bullyng es lo me pasaba todos los días en la escuela, la secundaria fue lo mismo, bueno excepto que hice un amigo.

-¡Hola!- si un salto del susto ya que lo dijo casi gritando, me do la vuelta y vi que era rubio, ojos azules y piel blanca.

-Hola...- dije algo confundido ya que siempre me hablaban para hacer la tarea o molestarme.

-me llamó niall, ¿y tu?- me dijo sonriente mientras yo caminaba a su lado.

-Marcel, un gusto.- le extendi la mano y el me dio los cinco, que chico tan agradable era.

-genial, ¿y eres nuevo aquí? Tienes facha de ser nerd.- río levemente.

-bueno, no soy nuevo aquí y si, si soy un nerd.- lo mire sonriendo levemente y el negó con la cabeza divertido.

Un sábado niall fue a mi casa a visitarme de sorpresa, hace días le dije en donde vivía.

-¿niall? ¿Que haces aquí?- pregunte algo confundido, no me esperaba su visita.

-quería visitarte, además en mi casa estaba aburrido y heme aquí.- río y jugaba con sus manos inocentemente mientras me miraba. -¿puedo pasar?- se relamio los labios.

-claro, pasa.- me hice de lado para que pasará y pasó de inmediato, le echó un vistazo a mi casa y me miro sonriente

-linda casa.- se sentó en el sillon y se acomodó subiendo los pies en la mesa.

-a mamá no le gustan que suban los pies a la mesa.- baje los pies del chico, el hizo puchero y se sentó normal.

-y Cuéntame, que haces los fin de semanas?- creo que no encontraba alguna plática o algo.

-pues, nada, me pongo que hacer en la casa.- baje la mirada recordando mis malos recuerdos aquí.

-te tienen como sirvienta?- estaba sorprendido por lo que le dije y pues bueno, mi familia no me quería.

-yep.- lo mire algo apenado a decir verdad, esto era vergonzoso.

-no te preocupes, no le diré a nadie.- me dio una sonrisa sincera y me abrazó.

-gracias niall.- le devolví el abrazo y pasamos la tarde viendo películas y bromeando sobre lo que pasaba durante lo que pasaba.

A pesar de que tenía un mejor amigo también tenía días tristes, un día yo iba bajando a la sala pero me detuve en medio de las escaleras, al parecer hablaba mamá con papá.

Amor prohibido || Larcel stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora