Capitulo 3

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«Cuando uno está enamorado hará todo por luchar por esa persona tan especial para él

No entiendo los lunes, son molestosos, feos y horribles, pero tenía que ir a trabajar además tengo una familia que mantener.

—buenos días, amor.— dije sin ánimos, me sentía sin ánimos y no se por que.

—buenos días, cariño.— me sonrío levemente y me preparo mi café del día al cual aagradezco ya que espero al menos una taza de café Levante un poco mi ánimo.

Me preparé para ir trabajar, me alegraría ver a Marcel. Sólo el me hace sentir cómo una colegiala enamorada y suena cursi pero desde que lo conocí fue amor a primera vista ¿como lo sentí? No lo se, tal vez fue su manera al mirarme nervioso o tal vez su forma de ser o sus hermosos ojos color verdes, esos ojos que enamorarian a cualquiera.

Llegue a mi trabajo y vi a Marcel que me miro de reojo y trató de no mirarme pero yo decidí acercarme.

—hola buenos días.— le sonreí y el seguía sin mirarme.

—b,buenos días.— mantuvo la mirada en unas hojas.

—quiero verte en mi oficina.— el se sonrojo y sólo asintió con la cabeza al cual yo sonreí victorioso.

Narra Marcel

No quería verlo, me ponía nervioso y desde que me dijo que tenía que pensarlo, ¿acaso me propuso ser su amante? No, no, no sabría que pensar.. Lo amo, si pero tendré que pensarlo un poco, además su esposa daba un poco de miedo, siempre con cara de enojada y de pocos amigos pero ¿y si lo intentó? No pierdo nada.

—pasa, por favor.— escuché su voz, el estaba volteado y yo me acerqué nervioso a sentarme en la silla.—

—dime que ya lo pensaste.— giro su silla para verme y se mordia el labio inferior esperando por mi respuesta.

—no lo se lou... Estoy algo asustado combos situación y todo es tan rápido que no da tiempo para pensar.— baje la mirada jugando con mis manos.

—está bien, te esperaré si es lo que quieres.— se levantó de su silla y me dio un beso en mi mejilla, sentí como me sonrojaba.

—te puedes retirar.— se volvió a sentarse en su silla y yo le sonreí y salí de su oficina. En verdad no se que pensar, lo amo y quiero llenarlo de besos pero tengo poco de miedo que nos descubra su esposa, no se que haría si nos descubre aunque aún no somos amantes.

Fin de la narración.

Ojalá Marcel lo piense, se que hago mal en ponerle el cuerno a angie pero la verdad es que no me importa o me causa algúna culpa. Yo sé que el me quiere.

Ya en casa angie me abrazó y yo le devolví el abrazo sin ganas, estoy cansado de la vida que tengo.

—amor, que bueno que llegas! Ya te extrañaba.— me miro y me hizo un puchero al cual yo le sonreí.

—ya sabes, el trabajo me tiene cansado.— estaba subiendo las escaleras pero ella me detuvo.

—quiero que me hagas el amor.— me beso el cuello y lo que me faltaba, que angie quiera sexo.

—no angie, estoy cansado, quiero dormir.— la aleje un poco de mi.

—sabes hace cuanto no lo hacemos? Como hace tres meses!— alzó la voz y yo ya estaba harto de su actitud tan insoportable.

—por favor angie, no quiero discutir contigo, estoy cansado, harto del trabajo y si no lo hacemos es por el trabajo.— por una parte era cierto, el trabajo me tenía al cien aparte no quiero tener relaciones con ella, cada vez me importa un carajo angie.

Amor prohibido || Larcel stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora