El Secreto

Capítulo 3: Brisa.

Todo había cambiado desde aquel verano. Y aunque ambas preferirían olvidarlo, lo cierto es que no podían hacer más que repasar aquellos momentos en que estuvieron juntas.

La arena quemando entre mis dedos, la espuma de las olas, la humedad en el ambiente, todo se sentía tan surreal. Y ahí estaba ella, a mi lado. 

Caminábamos lado a lado como un equipo, pues eso éramos o al menos eso pensé que éramos.  Cuán equivocada estaba, pero el amor no me permitía verlo. 

Siempre creí que la peor traición viene de afuera, como un huracán que ataca de repente, pero que ves cuando se avecina; error, siempre viene de adentro, de donde menos la esperas, como esa brisa que se manifiesta antes de que llegue la tormenta. 

Todos lo hemos experimentado alguna vez, de diferentes formas, pero siempre con la misma táctica. Esa persona que al conocerla sabemos que cambiará nuestra vida para siempre, pero no nos importa. Porque no importa qué tan grande sea el riesgo, tú estás dispuesto a correrlo. 

Si tan solo alguien me hubiera dicho que ella... Ella era mi brisa.