Capítulo 10. El fin del plan malvado

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11:00 P.M

Fui a mi apartamento para coger el traje. No sabía muy bien lo que estaba haciendo pero sé que si me negaba, Lex me mataría ya que estaba ansioso con eliminar a la chica de acero.
Estaba dando vueltas de un lado a otro. Me dolían ya los pies de caminar tanto con los tacones. Miré mi reloj y pensaba que iban a ser puntuales pero viendo que llegaban tarde, me tumbé en mi sofá.


Después de media hora, alguien golpeó la puerta. Respiré hondo, me levanté y me dirigí hacia ella dando un par de zancadas. Cuando abrí, mi cara de pocos amigos se tornó a uno de sorpresa.

—¿Kara? ¿Qué haces aquí? —pregunté atónita mientras me adentraba al ver a la rubia a mi apartamento.

—Wow, quería verte... ¿qué pasa? —vaciló sorprendida ante mi actuación.

—No puedes estar aquí, debes irte —advertí mirando hacia un lado a otro y cerré la puerta con suavidad.

Cuando me giré, para mi sorpresa, Kara me estampó contra ella y me besó. Quise apartarla, pero ella cogió mis muñecas estampándolas contra la puerta y siguió besándome. Me rendí ante la situación ya que echaba de menos sus besos.

Sus manos empezaron a deslizarse por mis brazos, recorriendo mi cuerpo y finalmente cogiendo mi mandíbula y mi nuca. Yo simplemente la abracé intensificando el beso hasta que escuché unos pasos y personas hablando y acto seguido me separé.

—Kara, ahora no es el momento —susurré mientras acariciaba su pecho.

—¿Por qué tanto misterio? —preguntó con el ceño fruncido separándose de mi.

—¿Señorita Luthor? Es la hora —apareció Lockwood con un tono melódico y elevado detrás de la puerta.

—¿Qué coño hace Lockwood aquí? —susurró la rubia cada vez más enfadada, pues sabía que lo iba a adivinar.

—Kara —elevé la voz y puse las manos en su boca—, hoy no.

—Anda —habló Lockwood desde el otro lado—, tendremos que echar la puerta abajo.

Me aparté de la puerta y así lo hizo. Lockwood y sus seguidores nos apuntaban con armas, y acto seguido, yo me limité a levantar las manos. Kara se mostraba confusa ante la situación y empezó a apretar los puños.

Yo hice un gesto de negación y Lockwood me cogió los brazos y los entrelazó poniéndome las esposas como si estuviera detenida. Los demás se adentraron a coger la caja que dejé en el salón.

—Lo siento, cariño. Esta chica es mía —bufó Lockwood sujetándome desde atrás, alzando mi mandíbula, pero me aparté con brusquedad.

—Más quisieras —suspiré y miré a Kara preocupada—. No me sigas, Kara. Recuerda nuestra promesa.

Kara se quedó con el rostro desconcertado ya que quién me lo prometió fue Supergirl y no Kara Danvers. Lockwood dijo a sus muchachos que nos íbamos del lugar, dejando atrás a Kara enfadada y al fin nos fuimos del apartamento.

Lockwood me adentró en el coche y me quitó las esposas. Yo ajusté mis muñecas con un rostro serio. No hubo ningún comentario nada más salir pero cuando estábamos apunto de llegar, Lockwood abrió su bocaza.

—¿Qué es eso de... una promesa? —preguntó con un tono burlón y alzando una ceja.

—Nada, no paraba de acosarme y le dije que me prometiera que no me buscaría sino es para una amistad... La broma ha ido demasiado lejos... —inventé mirando por la ventana del coche.

—Pero ella vendrá esta noche, ¿no? —me interrogó acercándose a mi.

—De eso no hay ninguna duda —aseguré apartando mi rostro—. Y déjame en paz, Lockwood. No quieras que te pase como la última vez —me burlé y le ignoré hasta que por fin llegamos al sitio.

Nunca te mentí | Supercorp AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora