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Mi mal humor no hacía sino aumentar durante el día

Lo primero de todo, la principal causa, era el hombre que no había dudado en dejarme a dos velas. Las malditas hormonas del embarazo estaban pidiéndome constantemente que me apareara, y tener a un hombre atractivo durmiendo a mi lado no ayudaba.

Sobre todo porque él había hecho un voto de castidad hasta que entrara en una etapa estable del embarazo

Luego, esta mañana, había recibido un bonito mensaje de parte de Jing Mu, mi muy querido ex marido, en el teléfono de mi despacho

-Quiero invitarte a ti y a Cheng Tai a comer en el Sea Pearl algún día. Llámame para confirmar fechas

El Sea Pearl fue el restaurante donde me pidió matrimonio la primera vez. Era un lugar muy bonito e intimo. A la anterior Cheng Huan le gustaba mucho la comida marina. Yo le había cogido asco al pescado durante el embarazo, aunque después el gusto había vuelto con fuerza, una necesidad que era como una droga

Huo Guo de mariscos, con fideos de arroz, levemente gruesos, y salsas picantes. Ese había sido el plato favorito de Cheng Huan, incluso solía acompañarlo con distintas carnes y pescados. Aunque no era lo tradicional

También le gustaba la sopa de aleta de tiburón con fideos de cristal y caldo de perdiz decorado con virutas de cebolleta. La aleta de tiburón tenía una textura estupenda y el sabor se potenciaba con el caldo de perdiz y el crujiente de la cebolleta

Y el muy delicioso Chow Mein con pescado blanco y sésamo caramelizado que hacia la cocinera de la casa del abuelo de Cheng Huan. Ese pescado estaba tan bueno y era tan delicioso.

Mataría por poder comer algo de eso, pero había un inconveniente con muchos libros sobre peligros durante el embarazo. Me había dado una lista con más de noventa ingredientes prohibidos en las comidas

Eso no me molestaba tanto

Pero el hecho de que Jing Mu me invitara al restaurante donde había empezado la tragedia de nuestro matrimonio no me gustaba ni un pelo. Bueno, no creía que él fuera capaz de repetir la pedida de mano...

Me lleve la mano al estomago, donde se estaba formando un bebe y chasquee la lengua con fuerza. Si me había drogado una vez, no había nada que le impidiese hacerlo una segunda

Cogí el teléfono y revise lo que sabía de la agenda de Jing Mu, ¿Por qué tenía esta información? Tenía que darle las gracias a mi madre

-Jing Mu, actualmente no puedo comer pescado, así que ir a un restaurante donde solo sirven pescado es un poco malo. Pero si quieres ir solo con Cheng Tai no te lo impediré, él estará encantado de comer con su padre

De comida romántica a comida familiar.

Eso fastidiaría a Jing Mu, pero no demasiado. Además, se preguntaría porque motivo yo no podía comer pescado y pensaría que le estaba dando una escusa absurda porque no quería estar con él. Eso le volvería loco durante un par de semanas hasta que anunciara mi embarazo al público

¿Soy un pequeño diablillo?

Quien sabía, después de todo solo había una persona a la que quería fastidiar

El siguiente mensaje en el contestador fue la voz de mi madre. No hubo ni un saludo ni una despedida, solo tres palabras. Tres palabras que me hacían temblar y me aterraban en gran medida, aunque parte de la presión ya había desaparecido

-Queda una semana

El tono no era ni frio ni cálido, era simplemente neutro, el mismo tono con el que avisas a alguien de que está lloviendo o que se ha caído alguien a quien conoces, pero que no te importa.

Señor presidente, no me casare de nuevo con ustedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora