Señor presidente, no me casare de nuevo con usted

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El doctor que Gu Xian trajo a la habitación era bastante bueno. Me examino en unos minutos y tomo una muestra de sangre, de orina y de saliva para ver si podía encontrar algún rastro de la droga

Además, me dio una pastilla del día después.

Después de tomarla pensé en Cheng Tai y me pregunte si me habría tomado una de estas si hubiera despertado un poco antes. No, nunca me habría tomado la pastilla del día después ni habría abortado a Cheng Tai

Si me la tomaba ahora era para prevenir, aunque tomaba la píldora y había tenido el periodo hacia una semana. Las probabilidades de quedarme embarazada, aunque fuera sin querer, entraban en lo milagroso

-¿Estas bien?

-Si-me gire a mirar a Gu Xian y apartamos ambos la vista avergonzados.

Hasta este momento Gu Xian y yo éramos amigos de la infancia con una relación tan cercana como la de hermanos. Ahora nos habíamos acostado, lo cual, con nuestra relación anterior, rompía bastantes tabús

-Mi padre no puede saberlo

-Ni los míos- en cuanto mi madre se enterara me metería en un vestido de novia y me tiraría en la casa de Gu Xian antes de terminar de hablar con ella

Luego se hizo un silencio bastante incómodo. El medico ya se había ido y ahora estábamos solos. Imágenes de lo ocurrido la noche anterior me golpearon e hicieron que me sonrojara con fuerza

Mi rostro ardía tanto que parecía que me había comido un chile de un bocado

-Gu Xian, ¿Podemos fingir que lo de anoche no paso? Quiero conservar nuestra amistad, no quiero que... nos sintamos raros

-Yo... Vale, no quiero que nos sintamos incomodos. Así que ayer por la noche no paso

-Bien, no pasó nada-dije con gesto convencido

-Nada de nada

No estábamos resultando convincentes, nadie se creería esto. Mejor darnos un poco de tiempo

-Bueno, más vale que vuelva a casa. Les diré a mis padres que bebí de más

-Para mí lo mismo

-Bueno, nos vemos cuando los niños jueguen juntos

-Vale

Estaba sentada en el sillón de mi casa escuchando la bronca de mi madre sobre por qué una dama no debe beber de más nunca, solo sostener una copa en la mano y nunca beber de ella. Cheng Tai me estaba dando palmaditas en la cabeza para calmarme el dolor como yo hacía con él

Tan adorable

Alguien abrió la puerta de golpe y el sonido me produjo una nueva oleada de dolor. Enterré la cara en la almohada cuando sentí unos pasos viniendo hasta a mí.

-Te ves patética, hermana

-Hermano, si estás aquí déjame vivir mi resaca tranquila-gemí- Hablaremos cuando se me pase el dolor de cabeza

-No, quiero saber por qué has contratado a mi esposa-la voz de Cheng Kun en ningún momento tuvo un rastro de cariño o amor familiar. Solo era exigencia e impaciencia porque sus deseos se cumplieran

-¿Has contratado a Ju Xiu Mei? ¿Por qué?-soltó mi madre de manera escandalizada

Madre, que tu decidas no trabajar no significa que el resto de mujeres a tu alrededor no quieran hacerlo, por favor no presiones tus estándares en los demás. Pensé mientras me enderezaba un poco y les miraba