Dulce Infeliz Matrimonio [Cherik]

III

Charles siente que ha desperdiciado toda una tarde. O tal vez no.

En ese tiempo, logró reservó un turno para unos análisis de sangre que conformarían todo. La secretaría de la clínica que atendió su llamada, lo notó tan nervioso que también le reservó una ecografía gratis. Trató de negar que no necesitaba aquello (aunque le encantaría ver a su cachorro en un aparato), mas la mujer insistió y fijó la fecha para dentro de 3 días.
Por otra parte, logró ir a una peluquería y arreglar su imagen. Ciertamente no recordaba que su barba hubiera crecido tanto o de que su cabello ya le pasará los hombros. No pensó que se hubiera arruinado tanto.

En su recorrido rutinario a el departamento en el que "vivía", se detuvo en una nueva tienda de artículos. Más específicamente, para cachorros.

“Ahora parece que todo es una gran coincidencia del destino y que todos quieren que y-” sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando logró ver el reflejo de alguien atrás suyo.

–¿James?– preguntó dudoso a cierto castaño.

–¡CHARLES! – respondió efusivamente en anterior mencionado. No era que no deseaba por nada del mundo volver a verlo, solo era que su realidad fue parecida a la suya, pero tuvo más fuerza de voluntad de la que él poseía– ¿Cómo has estado? Te extrañamos en las reuniones. ¿Algo ha pasado?– inquirió el contrario dudoso.

–Nada ha pasado en realidad– y esta vez no mentía. No encontraba nada relevante a su rutina. Tal vez mejoraba un poco cuando iba a comprar fideos instantáneos nuevos, pero más de eso no pasaba.

– Cariño, te noto muy callado...– el omega pareció encajar algunas piezas mentalmente y Xavier rogó que no se dará cuenta– Oh, y estas aquí pORQUE BUSCAS COSAS PARA UN CACHORRITO. ¿SIGNIFICA QUE ESTÁS EMBARAZADO?– miró con tal sorpresa a su amigo que parecía que sus ojos se iban a salir de sus cuencas.

– Yo... B-Bueno, no es algo muy segur– una idea brillante se le ocurrió en menos de un segundo– ¿Osea que tu también estas embarazado?– tonto, tonto, tonto. Así no se retruca una pregunta.

– ¡ESO CONFIRMA DE QUE ESTAS EMBARAZADO!– Bucky parecía más entusiasmado por el pequeño castaño que por el mismo– Y no, cariño, no voy a tener otro bebé. Pero esta tienda es de nuestra amiga Carol ¿Te acuerdas de ella?– no realmente, su memoria parecía haber olvidado los nombres de sus antiguos compañeros– Le ha puesto tanto empeño que le veo un futuro muy brillante ¿Qué opinas?–

– S-supongo que bien por ella...– su mirada volvió al suelo nerviosamente.

–¡Vamos! Le demos un gran abrazo, de esos que te gustaban dar– James pareció ignorar la actitud de su amigo, mientras lo jalaba de una de las mangas de la campera.

–¡MALDITA SEA! ¡NO QUIERO ENTRAR A ESTA MIERDA DE LOCAL! ¡NO QUIERO HABLAR CONTIGO!– explotó Charles en un intento de alejar a Bucky. Pareció reaccionar cuando notó que muchos transeúntes lo estaba mirando. Oh no.

–Charles... ¿Esta todo bien?– la voz de su amigo sonó muy rota y apenas audible.

Xavier pareció buscar entre todos sus instintos y optó por huir como buen cobarde. De todos modos, el departamento no estaba lejos. Corrió y corrió, tal vez como nunca lo hizo, hasta llegar a la gran puerta de vidrio. Una vez dentro, apretó con fuerza los botones del elevador.

Pareció salir de su shock cuando estuvo cara a cara con su puerta. Su cara se volvió roja, las lágrimas volvían a brotar y un fuerte sentimiento de culpa lo invadió. ¿Por qué había dicho eso? Bucky intentó ser amable con él, mas solo le había respondido con gritos e insultos. ¿Realmente era eso? ¿Un monstruo sin sentimientos que hería a los demás?

Ahora entendía porque ellos se fueron sin dar explicación. Raven, Carol, Sean, Alex, Steve, Bucky...
Era un idiota, un gran idiota que ahora estaba de rodillas frente a su puerta, deshaciendose en llanto. No tenía la valentía de volver a entrar ahí dentro y encerrar sus problemas con él se encerraba.

–¿A-Amor?