♡ Tobirama x OC ♡ [dabbles & one-shots]

3.

"Dentista"
Universo: mundo cotidiano.

— ¡pero ya te dije que no quiero ir!—. Dijo una pequeña niña de unos 6 años de edad, la cual lloriqueaba y trataba de soltarse de la mano de su hermano mayor. — ¡me da miedo! ¡sueltame, baka-dara!—.

— a la próxima haré que la traiga Indra o alguien más...—. Siguió caminando, tratando de ignorar los chillidos de su hermana, pero le era imposible, ¡por kami-sama! Su cabeza explotaría en cualquier momento. — ya cierra la boca, es tu culpa que estemos aquí, si tan solo hicieras caso cuando te dicen "ve a lavarte los dientes" no estarías pasando por esto...—.

— uuh...—. Y con eso se quedó finalmente callada.

      Sigueron caminando por los largos pasillos del hospital hasta llegar al area de odontología infantil. Miraba todo el lugar, pero nada, ni los pósters con dibujos animados o las paredes coloridas la calmaban, por lo que se aferró con más fuerza a la mano de su aniki.

— ve y siéntate, yo regreso enseguida, ¿si? Se una buena niña esta vez... porfavor—. Y no lo decía por nada, Shiro ya tenía una reputación en aquel lugar, casi todos los dentistas se aterraban con la llegada de esta y es que era un caos apenas cruzaba la puerta de la consulta; tomaba y lanzaba las herramientas de los dentistas, saltaba de un asiento a otro, jugaba con los aparatos y computadoras, ¡incluso llegó a morder a uno de ellos! Solo rogaba que esta vez no fuera así, pero lo veía difícil.

      Mienteas su hermano se iba a la recepción a pedir su cita, se dedicó a mirar otra vez el lugar, su cuerpo se tensó cuando escuchó el llanto de un niño que venía saliendo de la consulta. Definitivamente no le gustaba ese lugar. Miró en otra dirección tratando de ignorar los quejidos del niño, vio como su hermano regresaba y se sentaba a su lado.

— en un rato te llamarán, porfavor no tomes nada que no sea tuyo—.

— lo sé...—.

—no les quites nada y no juegues con nada—.

— ok...—.

— no saltes sobre los asientos y tampoco rompas nada—.

— como tu digas...—.

— y... creo que es todo, ¡ah! Y porfavor, no muerdas a nadie—.

— trataré...—.

—

a qué te refieres con que "trataré", pequeña moco-...—

"Uchiha Shiro, pase al box 3-C, porfavor"

    Volvió a tensarse, se levantó de su asiento y miró a su hermano, apretó su falda y dio medía vuelta.

— nos vemos...—. Dijo con la voz levemente temblorosa y caminó hacia la puerta que daba paso al pasillo con los box, miraba cada una de las puertas hasta dar con la suya, "Box 3-C". Tragó duro y dio unos leves golpes a la puerta.

— pase—. Aquella voz grave no ayudó nada en alivianar el hambiente, tenía miedo de que se tratase de un monstruo devora niños, como en las historias de terror que le contaba Madara. Suspiró, era una niña grande y valiente, cualquier cosa que fuera, podría enfrentarla, así que empujó la puerta y entró al lugar.

— joven Uchiha, pase y tome asiento—. Le indicó aquel hombre de cabellera blanca y bata del mismo color, el cual preparaba el asiento y la herramientas para revisarla.

Con notable desconfianza caminó y se sentó donde le indicaban, moviendo inquieta sus pies.

— ¿me va a arrancar los dientes?—.

— ¿qué? No, porsupuesto que no—. Miró con gracia a la niña por su pregunta. — solo voy a revisar tus dientes para saber si están sanos, ¿si? Y si te comportas, te daré un globo—. Bien, una cosa era segura, este dentista no la conocía.

— o-okey...—. Luego de aquello, todo transcurrió de forma normal y calmada, para nada común en Shiro, pero es que no podía evitarlo, esos ojos carmín, esas facciones, todo de él la tenía embobada, tanto que ni se dio cuenta de que habían terminado.

— ya estamos, puse tapaduras en tus muelas para evitar que se formen caries, tienes suerte de que no te hayan salido, no comas tantos dulces y cepilla seguido tus dientes—. Y como era prometido, infló un globo de color rojo y se lo entregó a la niña, quien con un brillo en sus ojos, lo recibió. — fue un gusto señorita Uchiha—.

— ¿eres soltero?—.

— ya vete con tus padres o con quien haya sido que hayas venido—. Ya se había cansado de fingir que era una persona simpática, por lo que solo esperaba que la niña se fuera para poder tomar su receso.

— oh, si...—. Se bajó de su asiento y se dirigió a la puerta del box, volteo su cabeza para mirarlo por ultima vez, y no solo a él. — "Odontólogo, Senju Tobirama"—. Sonrió al saber al fin su nombre. — ¡nos vemos, Tobi-kun!~—. Y se marchó de ahí.

— pequeña mocosa...—. Un leve rubor apareció en sus mejillas cuando esta lo llamó por aquél apodo.

    Por otra parte, Madara estaba que entraba en un colapso nervioso, ¿qué sería lo que su hermana está haciendo? ¿se estará portando bien? ¿habrá roto algo? ¿cuantos dedos ya le habrá arrancado al dentista? Bueno, eso era exagerado, ¡pero no podía evitarlo! Siempre que la llevaban al dentista, a los 2 minutos lo llamaban pidiendo que hicieran que la niña se calmara, pero esta vez ¡nada! Quizá mató al doctor y nadie lo sabe.

— ¡aniki!—. Casi le da un infarto, ¿cuándo había llagado frente suyo? — ¡mira! Me dieron un globo por portarme bien—. Le enseñó lo mencionado con una expresion de orgullo.

— ¿no se lo quitaste a alguien?—.

— ¿¡eh!? ¡no! Me lo gané ¡yo!—. Infló las mejillas indignada. — me lo dio un dentista muy lindo...—. Sonrió embobada y con las mejillas rojas al racordarlo.

— ajá, como sea, ya vámonos que estoy harto de este lugar—. Tomó a la menor de la mano, y empezó a caminar junto a esta.

— se llamaba Tobirama...—.

— no me importa—.

— era muy guapo—.

— no me interesa—.

— ... me duele una muela—.

— no te llevaré otra vez con él—.

— ¿¡ah!? ¡P-pero Madara!—.

— ya deja de gritar, me duele la cabeza—.

— uhg...—. Volteó el rostro molesta.— era más guapo que tú...—.

— ¿¡qué!?—.