S E I S

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Jueves
Se habían quedado dormidos en el sillón. Roger estaba encima de Brian, los dos dormían abrazados.
Freddie estaba acostado en otro sillón, y John se había echo bolita en el sillón individual, pero eventualmente se calló.

Habían pasado algunos años desde que dejó de dormirse en el sillón para despertarse en su cama, pero aún así se sorprendió al ver la sala en vez de su cuarto.

Se levantó del suelo y caminó hacia la cocina. Casi por instinto alzó la mano para agarrar el pan y abrió el refrigerador para tomar el queso. Luego se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Se quedó unos segundos con el pen en una mano y el queso en la otra, un poco desorientado.

«Meh, ya que» pensó, y se puso a preparar su comida favorita.

Fue entonces cuando vio un monstruo gigante con una especie de- de algo encima acercándose. Gritó y le lanzó el pan.

Brian solo sintió una bolsa de pan chocar con su cabeza, lo que lo terminó de despertar. Al oír un grito, el gritó igualmente.

Cuando el menor vio que el monstruo gritaba, gritó aún más fuerte.

Lo único que Roger supo es que estaba durmiendo cuando escucho gritos, lo cual lo asustó, y se unió a éstos.

Brian y John al oír un grito una octava más aguda de lo que jamás podrían llegar, gritaron más fuerte.
Solo Mercury de algún modo seguía dormido.
John prendió la luz para encontrarse a Brian parado en frente de él.

—Oh, tú eras el monstruo— suspiró aliviado. Recibió una mala mirada por parte del alto, pero lo ignoró y siguió haciendo su pansito.

—¡No soy un monstruo!

El menor hizo una mueca—Eso es debatible, aparte, tu pelo no ayuda, pensé que eras un monstruo roba-focos que me iba a dejar sin focos. Brian miró a su pelo. Era cierto. Se lo peinó con las manos, pero exactamente igual.

Con un suspiro volvió al sillón, pero Rogers había vuelto a dormir ocupándolo por completo.
Se fue a la cama farfullando algo sobre monstruos, pan y Roger que el menor no pudo oír.

[...]

—Dormí muy mal— se quejó Freddie mientras se estiraba. Todos lo miraron mal.

—Al menos un monstruo roba-focos no intentó comerte— dijo John.

—¡Yo no intenté comerte!— replicó el monstruo.

—Si

—No

—¡Si!

—¡No!

—Sisisisisisi.

—Nononono.

—Ay ya cállense— Roger les lanzó un cojín a cada uno—. Tengo hambre— anunció después de un rato. Fue hacia la cocina, seguido de los otros tres, quienes, sabiendo que podría explotar la cocina, decidieron supervisar.

Decidieron hacer hot cakes.
Cuando pusieron la harina en un bowl, Freddie tomó un poco en su dedo y tocó la punta de la nariz de Deaky, dejándola con un puntito de harina.

—Poop—dijo, y el menor sonrió.

Brian decidió hacer lo mismo con el rubio— Poop—sonrió. Mala idea.

El baterista tomó un gran puñado de harina y se la lanzó al mayor.

—¡POOP!

—Roger. No.— dijo Brian con la cara blanca.

Prohibieron a Roger estar en la cocina.

Resulta que John sabe hacer hot cakes en forma de Mikey Mouse, hombre de nieve y carita feliz, así que el se encargó de hacerlos. Comieron bastante satisfechos

[...]

En la tarde Freddie llego con  las manos en la espalda.

—¡Sorpresa!— dijo mostrando sus manos. En cada una tenía dos botellas.

—¿De donde sacaste eso?—preguntó un poco asustado John.

—Eso no importa.

Se sentó y empezó a acomodar las botellas en orden de mayor a menor.

—¿Que esperan, cariños? ¡Siéntense!— dijo dando dos palmaditas con su mano a su lado. Deaky fue el último en sentarse.
Lo primero que jugaron fue "yo nunca-nunca"

—Yo nunca nunca...he copiado en un examen— empezó Brian. Todos tomaron. —¿En serio?

—Yo nunca nunca he intentado de robar a Rodolfo— Roger miró fijamente a Brian. Este, con un suspiro tomó.

—¡Mi turno!—anunció emocionado Deaky— Yo nunca nunca he intentado comerme.

—¡No intenté comerte!—replicó el rizado.

—Calla y toma, roba focos.

Con otro suspiro, Brian tomó.

—Yo nunca nunca...—empezó Freddie, luego sonrió malévolamente—... he estado tan borracho que tuviera que vomitar y pegado en la cabeza con el inodoro.

Otra vez, el rizado tomó, y se volvió a servir.

—Pues yo nunca nunca he golpeado una ventana y me he quedado atascado.— John tomó.

—Yo nunca nunca he besado a Roger por cuatro segundos mientras estaba borracho en una fiesta después de un concierto—digo el menor rápidamente, luego tomó aire.

—¿Que?—preguntaron los dos al mismo tiempo.

Fue en ese momento que supo que la había cagado. Ninguno de los dos recordaba eso.

—¿A quien le toca?—intentó cambiar el tema.

—¿Me besaste?—le preguntó Roger a Brian.

—Bueno, no. En realidad fue al revés.

—¿Te besé?—volvió a preguntar, aún más incrédulo.

Brian se sonrojó y miró para otra parte. Se hizo un silencio muy incómodo.

Freddie, notando la tensión que se había formado dijo:
—¡Cambio de juego! ¡Concurso de tomar!

Primero fue John contra Brian.

—Brian toma rápido, pero no tan rápido como Deaky, quien está apunto de acabar, inclina mas el vaso y...¡ganó!— explicaba Freddie con voz de comentador de fútbol.

Luego pasó Roger contra Freddie. Freddie ganó.

En las finales, Freddie contra Deaky, al menor le empezó a dar risa por ninguna razón y perdió.

Luego jugaron beer-ball, pero no tenían pinball, así que hicieron bolita varias una servilleta y con eso jugaron.

Cuando se aburrieron ya estaban completamente borrachos. Deaky se había quedado dormido, y Freddie lo cargó como princesa y lo llevó a su cuarto, pegándole varias veces con el marco de la puerta y otras cosas en el camino.

Brian estaba menos borracho, e intentaba, inútilmente, que Roger dejara de beber.

—Rizitos, tú eres muy guapo— dijo Roger inclinándose para adelante. Muy para adelante. Se cayó.

Fue lo último que recordó.

In only seven days Donde viven las historias. Descúbrelo ahora